Porque la melodía está también en el ADN de las familias, hace 85 años los hermanos Juan, Eustacio y Joaquín Palacios fundaron una nueva agrupación para continuar la labor artística de su padre.
Así haría su debut, el 19 de marzo de 1936, en la playa El Guanal de Alonso de Rojas, en el municipio de Consolación del Sur, la orquesta charanga típica Hermanos Palacios, con una sonoridad dirigida al danzón, guaracha, son, bolero y posteriormente al chachachá, el merengue y otras fusiones musicales.
Aquella orquesta inicial se revitalizaría en diciembre de 1953 con la entrada de la primera generación descendiente de los fundadores, los hijos de Juan: Amparo y Guillermo, de 13 y 11 años, respectivamente.
“Éramos unos niños, nos decían ´los jimaguas´ porque casi estábamos del mismo tamaño, aunque mi hermano me llevaba dos años. Recuerdo aquella primera actuación, tenía mi violín y los pantalones de bombacha que se usaban. Hubo quien aseguraba que nos dormiríamos, porque no estábamos acostumbrados a estar despiertos hasta altas horas de la noche, pero mi hermano y yo nos pasamos el rato en aquellas fiestas tradicionales de Alonso de Rojas tomando refresco y recogiendo chapas, de un lado para otro. De hecho, hubo músicos que ante la decisión de mi padre, de acogernos en la orquesta, se fueron de la agrupación, negados a trabajar con niños”, recuerda con una lucidez excepcional desde sus 78 años Guillermo.
La vida probaría que el talento no depende de edades, porque aquellos niños vivarachos ejecutaban la música con perfección, convirtiéndose en su adultez en tutores de las nuevas generaciones de artistas que incursionarían en la charanga.
El año 1965 marcó un giro. La agrupación se aireó con presentaciones en programas radiales y de televisión en vivo, dentro y fuera de la provincia. Poco a poco conquistaron un puesto en el escenario nacional, y con los años, colmaron con su música las sedes del Teatro América, El Palacio de la Rumba, La Casa de la Música de Miramar, el Habana Café del Hotel Melia Cohíba; y de Moa hasta Guane no hubo carnaval en el que no se escuchara a los Hermanos Palacios.
“La orquesta ha sido una escuela”, asegura la bajista, Inima Martínez, una de las más jóvenes joyas de la charanga. “Me vinculé a la agrupación hace aproximadamente 10 años, en ella aprendí los géneros tradicionales y me falta mucho por aprender todavía”.
Hoy no todos los músicos de la charanga tienen la sangre de los Palacios, pero Inima da fe de que aún son una gran familia.
Actualmente la orquesta la integran Guillermo Palacios (su director, pianista), el chelista Arístides Palacios Sánchez, Inima Martínez como bajista, las violinistas Loreta Pérez Valdés y Rosaivis Rodríguez Miranda, José de Jesús Ferrer en la tumbadora, Osvaldo Acosta Díaz güirista y percusionista, Alain Pando también en la percusión, Andrés Pérez flautista y los vocalistas Ramón Gómez Pozo, Luis César Rodríguez Pérez y Alexei Varona Nápoles.
Entre sus glorias atesoran numerosos reconocimientos en los festivales del danzón, en concursos de chachachá, en los de composición e interpretación musical Pedro Junco. Su gira a Martinica en 1994 marcó hito en la historia de su carrera. La grabación de su demo, años atrás, ha servido de baluarte para su promoción en la emisora provincial Radio Guamá.
Aunque 85 años significan también pérdidas enormes. Con pesar, los miembros de la orquesta aluden al fallecimiento reciente de Juan Luis Palacios Oliva (1967-2021), violinista, que al decir de Guillermo “era el alma y la alegría de la charanga, a ella había aportado sueños y proyectos”.
Los Hermanos Palacios son el reflejo de una familia consagrada al arte, al público, al patrimonio musical cubano. No pierden la tradición, aun cuando rejuvenecen su nómina, y el tiempo designa nuevas sonoridades en moda. “Mi padre, mi tío, han formado parte de la orquesta, por eso es un orgullo integrarla, continuar ese prestigio labrado por años. Quisiera que mi hijo también siguiera esa tradición de vida”, afirma el chelista Arístides Palacios.
El repertorio ha mantenido el respeto a la estructura de charanga, pero han sumado arreglos sobre temas contemporáneos para convocar y conquistar a todo tipo de audiencias y demostrar que la buena música estará siempre en boga, independientemente del género. Dale reguetón, de la autoría de Osvaldo Acosta (quien además de percusionista es arreglista y compositor), propone un ritmo de reguetón logrado mediante la sonoridad del bajo y la percusión, así también, la bachata Hazlo mujer, de Julio Guerra, gana adeptos entre el público joven.
Merengue, chachachá, son, bachata, hasta rumba e innumerables fusiones musicales, conforman un repertorio activo de 50 temas aproximadamente y 100 en el pasivo. Acosta manifiesta que “Hermanos Palacios” tiene una estructura muy dinámica, pues en ocasiones se ha desdoblado en cuarteto de cuerdas y septeto, además de charanga. ¡Eso sí!, la agrupación continúa defendiendo el danzón como la máxima expresión de su esencia; su director lo asevera: “Quien abandone el danzón, abandona la charanga”.
Los Hermanos Palacios es la orquesta de charanga típica francesa más longeva del país, según certifica la Asociación de Charangas de Cuba, seguida por La Aragón, fundada en Cienfuegos en 1939.