Hogares de utopía

Marilyn, Yanisel, Yanisleidys, Geidy… son solo cuatro de las más de 3 300 mujeres de Pinar del Río contempladas en el programa de atención a la dinámica demográfica en la provincia. Todas requieren del apoyo institucional para garantizar una vivienda confortable a sus núcleos familiares, compuestos por tres o más hijos menores de 17 años.

Por primera vez en 2020 Cuba experimentó una disminución natural de su población, pues las defunciones superaron la cifra de nacimientos.

Aun cuando la pandemia por la COVID-19 tuvo una marcada influencia en los fallecidos, fue el decrecimiento de la natalidad la estadística más alarmante.

A ello se suma la tendencia al envejecimiento, presente desde hace más de dos décadas, lo que ha configurado una dinámica demográfica según la cual a mediados del siglo actual la Mayor de las Antillas se ubicará entre las naciones de menor capacidad para renovar su población.

En 2019 la dirección del país aprobó un financiamiento para la rehabilitación, mantenimiento y construcción de viviendas en 32 municipios, cuya población no crecía de manera natural, en aras de estimular la natalidad.

Priorizaba a madres con tres o más hijos menores de edad y en situación de vulnerabilidad social.

Por aquel entonces se designaron 50 millones de pesos y, según los análisis del Consejo de Ministros, se registró un nivel de ejecución muy bajo. Instaba el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a trabajar con más celeridad en la tramitación de esa ayuda a madres necesitadas y a chequear hasta el final la terminación de las obras.

Un año después, en pleno enfrentamiento a la COVID-19, el mandatario calificaba al delicado tema como uno de los que más impacta en la vida presente y futura de Cuba, así como en su desarrollo económico y social.

Responsables y ejecutores

“Existe un sistema para atender la dinámica demográfica, integrado por organismos con capacidad de respuesta a las demandas que requiere. En este grupo no solo intervienen Salud y la Dirección de Trabajo, sino también la Vivienda, Finanzas, Comercio, entre otros”, explicó Jorge Luis Salas Rosette, coordinador de programas del Gobierno Provincial, en entrevista concedida a este semanario.

Las principales acciones que tienen como eje central la atención a las mujeres con tres o más hijos incluyen la valoración por las direcciones de Educación, relativas a la asignación de círculos infantiles o seminternados; además del otorgamiento de niveles de ayuda en prestaciones y para facilidades constructivas.

“Desde aquí asignamos el presupuesto (que en materia de política demográfica fue de 2,5 millones de pesos en 2021) a los gobiernos municipales y ellos establecen un orden de prioridad en función de la composición del núcleo familiar, del estado de salud de los integrantes y de las condiciones de la vivienda.

“Realizamos un seguimiento mensual, pero son las instancias locales quienes velan por la ejecución de ese monto”, recalcó Salas Rosette.

Chocar con la realidad

Siete personas conviven en la vivienda de Marilyn Moreira Hernández, incluidos sus cuatro hijos, de los cuales tres son menores.

Perjudicada por los ciclones Isidore y Lili en 2002, la casa de mampostería y fibras se inunda cuando llueve, el piso está hundido, las instalaciones hidrosanitarias no funcionan y solo pueden usar como dormitorio un cuarto y la sala.

Según declara, ha solicitado cuatro veces un subsidio para repararla, sin obtener respuesta, pese a que tiene dos niñas pequeñas aquejadas de asma bronquial y alergias.

Después de infructuosas gestiones en el gobierno municipal, acudió al Consejo de Estado, visitaron su casa y reconocieron las malas condiciones del inmueble.

“Quedaron en venir, en citarme de nuevo con las autoridades locales y nada. Al ver que todo seguía igual, escribí a Guerrillero, me publicaron la queja el cinco de febrero de 2021 y en mayo recibí la respuesta a mi caso; incluso me visitó el director municipal de la Vivienda”, relata.

En la respuesta que recibió los funcionarios corroboraron nuevamente el deplorable estado del hogar y le comunicaron que podía incluirse entre los beneficiados por las acciones de la dinámica demográfica.

Le indicaron, afirma, que podía solicitar una ampliación, una remodelación o incluso la compra de una casa por parte del Consejo de la Administración Municipal y que la solución llegaría “en su momento”.

“Por último escribí al sitio de la Presidencia. Me respondieron que llamara a un teléfono del Gobierno Provincial, allí me explicaron que se trasladaba de nuevo para el municipal, pero ellos ya sabían de mi caso. No pido nada regalado, al menos un local ventilado con un baño en que quepa con mis hijos y que me lo descuenten del salario”, solicita Marilyn.

pesar de que se moja cuando llueve, el espacio que ocupa la sala de la casa de Marilyn funciona también como dormitorio. / Foto: Jaliosky Ajete Rabeiro
A pesar de que se moja cuando llueve, el espacio que ocupa la sala de la casa de Marilyn funciona también como dormitorio. / Foto: Jaliosky Ajete Rabeiro

Presupuestos y programas

Ya sea por el plan estatal, subsidio o dinámica demográfica, las madres con tres o más hijos pueden recibir beneficios, asegura Oscar Yumar Alfonso, director de la Vivienda en la provincia.

“En el caso de la dinámica, la primera asignación de presupuesto fue en 2019, cuando se comenzó por San Juan y Martínez, y se le situó una cifra de 1 200 000 CUP. En aquel momento se aprobaron 29 casos en ese territorio, para darle prioridad en la construcción de viviendas, a través del financiamiento del país.

“Como la ejecución no avanzaba al ritmo esperado, en ese mismo año se incorporaron los demás municipios por decisión del Consejo de la Administración Provincial”, explicó el directivo.

“A partir de 2020, por indicaciones nacionales, a través de los otros programas que tiene la Vivienda -el plan estatal y los subsidios-, se comenzó a apoyar también a estos núcleos familiares. Así, hemos ejecutado 266 acciones, de ellas 102 obras nuevas, 80 rehabilitaciones y 81 de conservación; o sea, que hemos logrado mucho más que por el propio financiamiento del programa, que abarcó seis millones de pesos desde 2019, con 41 viviendas terminadas y 33 en ejecución.

“Es el caso, por ejemplo, de derrumbes totales o subsidios que coincidentemente son madres con tres niños y han salido por esos otros programas”, afirmó Yumar Alfonso.

Temporal sin condiciones

En áreas de la UEB Confecciones Textiles Alba, Yanisel Vilaú Castillo y sus tres hijos menores de cinco años sufren las trabas que limitan hoy los verdaderos beneficios de la dinámica demográfica.

“Vivía en un cuartico con mi mamá, los niños y mi esposo cerca del arroyo de Galiano. Lo primero que hice fue acudir al intendente; sin embargo, al ver que no le pudo dar solución a mi caso, intenté hablar con el gobernador, pero no pude”, rememora.

“Después me dijeron que había una vivienda vacía detrás de la iglesia Soldados de la Cruz. Era de tablas y estaba en mal estado, aunque por lo menos tenía baño. Allí estuve dos años, pero la tuve que entregar porque tenía dueño.

“La Fiscalía me quería sancionar y le dieron al intendente un plazo de 45 días para buscarme un lugar. Entonces me hicieron esto”, y señala una habitación de madera con techo de cinc, sin servicio de agua corriente ni baño.

“Todos los días tengo que salir con tanques o cubos a pedir agua a los vecinos, y para las necesidades usamos una letrina que construyeron afuera. Dicen que es temporal, hasta que empiece un proyecto en el que el Estado va a comprar viviendas destinadas a madres con tres hijos”, refiere sobre la explicación que le dieron para mantenerla en esas condiciones.

También en predios de Confecciones Alba, específicamente donde se ubicaba una antigua unidad militar, Geidy Yurisán Hernández Cordero y su esposo improvisaron un hogar para sus cuatro niños.

“Residía en casa de mi abuela, pero éramos ocho personas allí. Hace tres años, cuando el Presidente dijo que había que priorizar las viviendas a las madres, empecé con los temas de la casa”, afirmó.

“Primero me dirigí al Gobierno Municipal, y como no obtuve respuestas, fui al Provincial y así sucesivamente hasta llegar al Consejo de Estado y a la Asamblea Nacional. Me dijeron que antes del ocho de agosto de 2020 me debían resolver el problema”.

A Geidy le asignaron un local como cambio de uso, parte de una nave de mampostería sin techo. Le vendieron fibras y planchas de madera, para que por esfuerzo propio acondicionara el lugar.

Hace poco más de un mes que se mudaron al sitio que, según le expresaron, es de manera temporal. Mientras, ella y su esposo duermen en el suelo y los pequeños en un colchón que le prestaron. Además, hacen sus necesidades en cubos y no cuentan con agua.

“Yo no puedo trabajar porque padezco de hidronefrosis. Me dijeron que me iban a aprobar un subsidio de 350 000 pesos, pero hasta ahora nada”, testifica.

De soluciones y tipologías

“Después que publiqué mi caso en Guerrillero, me mandaron a buscar del Gobierno Municipal y me explicaron que lo que había para madres con más de tres niños en ese momento era una casa de tablas”. Esa es solo una de las muchas anécdotas de Yanisleidy Otero Montano, a quien el pasado 23 de noviembre le otorgaron la vivienda que supuestamente le correspondía como parte del programa de la dinámica demográfica.

Con cuatro hijos, tres de ellos pequeños, vivía anteriormente en La Ceniza, en un inmueble en peligro de derrumbe, cuyos fragmentos lastimaron incluso a una de las niñas. Llena de ansiedad, revive el tiempo que pasó en trámites y gestiones a todas las instancias hasta que, por fin, pensó, la nueva casa iba a ser la solución.

Ubicada en el kilómetro tres de la carretera a La Coloma, construida de madera y cubierta metálica, como le habían presagiado, el lugar no reúne las condiciones para albergar una familia.

“Tiene una sola habitación, las tablas de las paredes están llenas de rendijas y comején. No puedo abrir la llave de paso del agua por los salideros que tienen todas las tuberías internas y de afuera. El piso con grietas y el lavamanos está partido…”, enumera con la incertidumbre de que deba aceptar ese hogar como el prometido.

De acuerdo con el director provincial de la Vivienda, generalmente la tipología que se construye depende de los recursos disponibles en el país; pero específicamente en el caso de la dinámica demográfica es la tipología tres, la cual comprende paredes de mampostería y cubierta ligera (cinc o fibra), y las rehabilitaciones según las características del inmueble.
“Cuando existían mejores condiciones, se hicieron incluso casas de placa tipología uno, algo que ahora no es posible”, asevera por su parte Salas Rosette. “No obstante, se especifica que para estos casos deben ser inmuebles de dos o tres habitaciones, con calidad y confort. No hacemos nada entregando una vivienda deficiente y que en un corto tiempo ese núcleo vuelva a estar en situación desfavorable”.

“Se trata de un programa con el que aún no estamos satisfechos”, ratificó Yumar Alfonso. “Nos quedan más de 900 viviendas por construir o rehabilitar. En dos o tres años debe solucionarse la mayoría. Es la proyección que tenemos y la política del país”.

Un aparte con el trabajo social

La seguridad social también protege a las madres incluidas en la dinámica demográfica, muchas de las cuales se hallan en situaciones de vulnerabilidad. Yanisel y Geidy reciben una prestación de 3 000 pesos para cubrir las necesidades de su núcleo familiar. Yanisleydis, sin embargo, alude que por tener pareja en aquel momento, le dijeron que no aplicaba a esos beneficios.

En busca de aclaraciones, este equipo conversó con Jendry Gutiérrez Martínez, especialista superior territorial en la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, quien puntualizó los requisitos para recibir esas ayudas.

“La asistencia social establece las cuantías según la cantidad de personas por núcleo familiar y cuando la situación económica no permita transformar las necesidades básicas de forma efectiva. Entonces, mediante la caracterización del núcleo por el trabajador social se define si existen ingresos económicos y si son solventes.

“No es correcto que porque exista una entrada económica, la familia no se beneficia. Aunque una de las figuras trabaje, hay que ver si es obrero, si es profesional, si ese ingreso económico es factible, si cubre las necesidades o, por el contrario, es insolvente.

“Nosotros, entonces, procedemos a evaluar la situación a partir de los gastos (canasta básica, electricidad, alimentación, créditos sociales, medicamentos) y se calcula contra el ingreso económico que entra al hogar y la cantidad de personas. Si es insuficiente, se apoya por la asistencia social, que es para el núcleo, no para alguien en específico”, subraya Gutiérrez Martínez.
“También los profesionales del trabajo social pueden valorar si están en presencia de una persona o familia vulnerable, un concepto muy amplio y que no todos tienen la sensibilidad para percatarse de ello, aunque existe un diagnóstico establecido para definirlo.

“Mientras que la situación de vulnerabilidad que dio origen a la prestación no cambie, se mantienen las ayudas. El trabajador social tiene un expediente de caso que es auditable y cada tres meses lo evalúa, pues en la asistencia social hay aprobaciones, modificaciones y extinciones”, concluyó.

La política ya está, ahora…

Como parte de una veintena de medidas que el país impulsa para estimular la natalidad, el 20 de mayo de 2021 entró en vigor el Acuerdo 9009 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, el cual prioriza la asignación de viviendas y recursos financieros para la construcción, rehabilitación, ampliación o remodelación de inmuebles a las madres, padres o tutores legales con tres hijos o más menores de 17 años.

Una de las novedades del documento es la posibilidad de que los consejos de la administración de los órganos locales del Poder Popular puedan comprar viviendas de propiedad personal para su asignación, siempre que sea más rentable que construirlas.

Según el acuerdo, también se aumentó el monto a otorgar en los subsidios hasta los 350 000 pesos y, al contrario de otras prestaciones, estos casos no necesitan de una evaluación socio-económica previa, pues el único requisito es tener necesidad de vivienda en sus diferentes variantes. Además, las madres que hayan sido favorecidas con un primer subsidio, lo pueden volver a solicitar.

No obstante, que exista la voluntad política no es suficiente, como lo evidencian los casos de Marilyn, Yanisel, Yanisleidys y Geidy.

Se requiere de un mayor acompañamiento institucional durante la solicitud, aprobación y construcción de las edificaciones (en las oficinas de trámites, las instituciones locales del Gobierno y por los inversionistas de la Vivienda), pues el hecho de tener varios hijos menores impide que ellas puedan disponer del tiempo para procesos burocráticos que en ocasiones se prolongan por años.

Asimismo, aunque se acometan otros programas constructivos, como la asignación de materiales y terrenos, el esfuerzo propio en muchos casos no lleva a la solución definitiva, y mucho menos la habilitación de “temporales” que laceran la condición humana.

Sin ánimos de establecer comparaciones, y a pesar de la situación que ha tenido Pinar del Río en materia de vivienda debido al constante impacto de huracanes, llama la atención que en provincias como Villa Clara, por citar un ejemplo, se hayan entregado más de 100 casas en 2021 compradas por el Estado a partir de la entrada en vigor del Acuerdo 9009.

Si es un programa priorizado a nivel nacional, ¿existen entonces distinciones territoriales en cuanto a asignación de recursos, financiamiento o implementación de la política?

Por otra parte, si son las instancias municipales quienes disponen del presupuesto y determinan la aprobación de las acciones, ¿por qué recurrir a la Asamblea Nacional, el Consejo de Estado o la oficina de la Presidencia para obtener una respuesta afirmativa?

En Cuba, la tasa global de fecundidad desde hace 30 años no excede los 1,7 hijos por mujer. Para 2030, se estima que las personas de 60 años y más dupliquen a los menores de 15 si no se revierte la actual dinámica de envejecimiento.

¿Cómo entonces impulsar la natalidad, si quienes hoy tienen más de tres hijos no pueden garantizar para ellos condiciones básicas como lo son una vivienda digna y confortable? ¿Acaso pesan más los falsos cuestionamientos morales sobre el estatus social o decisiones de vida de estas mujeres que la atención diferenciada y sensible que debieran recibir?

Para estas familias un hogar no debería ser una utopía.

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Un especial dedicado al programa de atención a la dinámica demográfica en Pinar del Río

Periódico Guerrillero, Pinar del Río, Cuba - © 2022 Todos los derechos reservados

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