Niños y adolescentes de Cuba rindieron hoy desde China un tributo a los científicos de la isla y especialmente honraron su trabajo para en tiempo récord obtener vacunas propias que protegen de la Covid-19.
Con poesías, experimentos y juegos interactivos, los pequeños celebraron la formación, logros y prestigio alcanzado por dichos profesionales, incluso hasta niveles comparados con los de sus colegas de naciones ricas.
Intercambiaron con representantes del sector para conocer detalles de los procesos de investigación, desarrollo, elaboración y resultados de vacunas contra la Covid-19 como la Abdala y Soberana 01, creadas gracias a los avances de la biotecnología cubana.
Los funcionarios explicaron que Cuba es reconocida como una potencia científica en el mundo por crear productos y equipos eficaces en el mejoramiento de la salud humana y también en esferas como la agricultura, veterinaria y medioambiente.
Esos resultados –agregaron- le permitieron establecer en 2004 la cooperación biotecnológica con China y disponer de tres empresas mixtas que preparan y comercializan anticuerpos monoclonales para tratar el cáncer, distintos fármacos, vacunas y productos agrícolas, entre otras sustancias.
Un saldo positivo de la pandemia de Covid-19 es que reivindicó la valía de los trabajadores de la salud y la ciencia, enfrentados a una prueba dura en lo profesional y personal porque defienden la vida a riesgo de la suya propia.
Hoy como nunca el mundo tiene conciencia de cuán importante es ese personal y los aplausos devinieron en el lenguaje universal para demostrar gratitud a quienes representan la esperanza en medio de una crisis que podría marcar un antes y un después en la existencia humana.
En esa revalorización son cada vez más las naciones que vuelcan la mirada hacia Cuba, la calidad de sus científicos y los logros en el sistema de salud.