Los abrazos apretados y las expresiones de inmensa alegría en los rostros fue lo que más me gustó del encuentro en Sandino, la semana anterior, de representantes de los primeros cinco contingentes del destacamento Manuel Ascunce Domemech.
Celebraban el aniversario 50 de este gran proyecto. Hubo llanto, risas, expresiones de sorpresa, pero sobre todo mucha sinceridad. Se fundieron en los fuertes saludos 50 años de vivencias, de recuerdos y de nostalgias.
Estaban de nuevo en el lugar de origen, el mismo en el que vivieron sus primeros amores, escucharon y bailaron las canciones de la adolescencia, allí se encontraban y era obligado volver a vivir los años mozos.
Muchos no pudieron asistir, por diferentes motivos, pero también anduvieron en las conversaciones, en los pasillos de la antigua Filial Pedagógica, hoy sede de la Dirección Municipal de Educación, y también recorrieron en la caravana de guaguas, cada tramo de la carretera, rodeada de alumnos de primaria, secundaria y preuniversitario, que saludaban a los experimentados educadores con alegría.
Transitaron de nuevo por los sitios y rincones que fueron testigos de sus ahíncos para aprender y lograr dar las mejores clases. Eran solo jóvenes, casi adolescentes, que dieron el paso al frente ante el llamado de Fidel. La verdad es que en aquella década del ‘70 del siglo pasado hacía falta maestros para la enseñanza Secundaria. Hubo un boom en la matrícula de esta enseñanza, y fueron muchas las escuelas en el campo que abrieron sus puertas.
Hoy, a la distancia de medio siglo, les parece que fue ayer, porque aunque los rostros no son los mismos, incluso peinan canas, y en sus hombros pesa y alivia la experiencia como profesores y directivos, investigadores y académicos, en sus corazones prima el amor primero a la profesión de aquellos días.
Sandino se lució, la provincia se lució, era necesario enfatizar el respeto que la sociedad siente por ellos, y se lo hicieron patente una vez más. Testimonios de los asistentes nos dicen cuánto tienen de agradecimiento por las atenciones recibidas.
Este jueves, 19 de mayo, es que se cumplieron los 50 años de creado el primer contingente. Ellos fueron el principio, en los años siguientes muchos continuaron su ejemplo. Después la vida se encargó de demostrar cuán capaces, honrados y en qué buenos maestros se convirtieron.
Para aquellos muchachos que combinaron el estudio con el magisterio y tuvieron la valentía de pararse frente a un aula cuando aún cursaban el décimo grado, mi respeto siempre, ellos se merecen un lugar en la historia de la educación en el país, y como dijera Martí, honor a quien honor merece.