Cuando el próximo domingo 10 de marzo sean adelantados los relojes una hora, estaremos en presencia de nuevo del horario de verano, cuyo cambio obedece a razones prácticas como el ahorro de energía, comentó el profesor Luis Enrique. Ramos Guadalupe, Coordinador de la Comisión de Historia, de la Sociedad Meteorológica de Cuba.
La decisión de cambiarlo obedece también al mayor aprovechamiento de la luz solar en actividades cotidianas, dijo en sus precisiones a la Agencia Cubana de Noticias.
Eso significa, explicó, que en vez de tomar la hora oficial del meridiano 75º oeste de Greenwich (UTC -5), asumimos la del meridiano 60º (UTC -4), centro del huso horario que cruza virtualmente sobre el extremo oriental de Canadá, las Antillas Menores, Venezuela, el oeste de Brasil y Bolivia.
Precisó que la opción de adelantarla está asociada a causas naturales como la forma de la Tierra, la inclinación de su eje de rotación, la extensión de la órbita terrestre y su velocidad de traslación.
De acuerdo con Ramos Guadalupe, este domingo, el intervalo diurno en Cuba será de 11 horas y 55 minutos, extendiéndose cada día hasta llegar a 12 horas el próximo martes 19 de marzo, con el equinoccio de primavera boreal a las 11:06 p. m., hora de Cuba.
Ese día serán prácticamente iguales los intervalos diurno y nocturno, señaló.
Recordó el hecho de que el primer adelanto de la hora en Cuba quedó establecido por el Decreto Presidencial 1185, con fecha 2 de junio de 1939.
Sin embargo, por razones de latitud y larga duración de su intervalo diurno, otros países centroamericanos como Aruba, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica y Panamá, no adoptan horario de verano.
En la perspectiva astronómica, prosiguió, el domingo 10 de marzo el Sol y la Luna estarán en la constelación de Acuario; y coincidentemente, a las 5:00 a. m. nuestro satélite natural llegará a la fase de luna nueva.
Pero ninguno de estos fenómenos celestes tiene implicaciones para la salud o para la vida cotidiana; advirtió.
Eso sí, propuso, desde este domingo tendremos que poner nuestro “reloj biológico” en armonía con el nuevo horario, sin preocuparnos por la hora que perdimos, pues el 3 de noviembre las esferas tornarán a marcar la hora.