El comandante Luis Reyes tuvo el privilegio de acompañar a Hugo Chávez (1954-2013) por más de 40 años, una amistad y hermandad cultivada en el tiempo que hace brotar hoy de sus ojos lágrimas por el amigo.
En diálogo, que se tornó íntimo por momentos, el hermano, compadre y compañero de luchas y de victorias del líder bolivariano, confesó a Prensa Latina que hacía como 10 años no hablaba de Chávez con la prensa, lo cual fue considerado un verdadero privilegio.
Reyes comentó que hace una década “de la partida del Presidente a la eternidad, pero lo tuve 47 años conociéndolo como el comandante Chávez”.
Con él compartí mi niñez, mi juventud, mi adultez, el acompañamiento en los movimientos conspirativos de la época, y creo que hoy “su legado está más vivo que nunca”.
El militar retirado señaló que “amor y humanidad” lo definen muy bien, porque fue profundamente amante de su pueblo y lo que hizo desde los 15 años, en que comenzó a pensar en la gente.
Rememoró que desde el Liceo (nivel secundario) empezaron hablar de la miseria en los barrios, del abandono, de la espalda que le dio la clase política dirigente de la época al pueblo y “había que cambiar esa situación, y lo hicimos”, apostilló.
El comandante lo dijo una vez: “si yo no estoy para ver las cosas que deben pasar, yo estaré en los ojos de aquellos niños que hoy me ven”, y eso, expresó con la voz desgarrada, significa mucho desde el punto de vista humano porque “Chávez fue humanidad, como Fidel (Castro)”.
Eso se reflejó en sus sentimientos por la gente, en su amor expresivo, y él nos hizo cambiar porque aquí en Venezuela era “muy difícil que un hombre le dijera a otro, te quiero” y con Chávez aprendimos a decirnos “te quiero”, apuntó.
Aseveró que la conciencia creada por Chávez en toda la población hizo posible que la Revolución se mantenga, su pedagogía fue excelente al llegar a lo más profundo de los corazones de la gente y las convenció de que el camino es la Revolución bolivariana.
Esa transición al socialismo que estamos viviendo es la esperanza de un mundo mejor, de una vida mucho mejor, y por supuesto, la esperanza de que nos entendamos y nos veamos como hermanos unos a los otros, expuso.
Mantener la Revolución, precisó, desde los años 2000 no ha sido fácil, fue duro, y Chávez se enfrentó –como lo hace hoy el presidente Nicolás Maduro- al peor imperio del mundo, el estadounidense, y él supo triunfar y en los momentos más difíciles salir adelante “porque su base fundamental era el pueblo”.
El exministro de la Secretaría de la Presidencia aclaró que no era solo el pueblo ya que creó una cosa que 30 años atrás era imposible: la unión cívico militar.
Recordó que a los militares los veían “como los represores” de los regímenes que tuvimos en la IV República, y Chávez cambió esa concepción, sacó a las Fuerzas Armadas a la calle y las unió a su pueblo e hizo ver que estas también eran pueblo, y así lo entendió la gran mayoría de la población, puntualizó.
Él hizo y transformó cosas que parecían imposibles, por eso su legado cobra cada vez más fuerza y su pensamiento e ideas vivirán en la conciencia y el corazón de la gente por cientos de años.
Dentro de un siglo los jóvenes de esa época podrán decir “hubo una vez una persona llamada Hugo Chávez que transformó este país o que comenzó la transformación de este país”, auguró.
A los 10 años de su partida, dijo con voz llorosa, “su recuerdo y mi amor eterno por Chávez se mantendrán por el resto de mi vida”, y pienso al igual, que él esté en el corazón de la gente por cientos de años.
Reyes remarcó que él nunca traicionó su pensamiento porque sentía “amor por el pueblo, por la gente, por los desvalidos, por el pobre, por el niño que no tenía escuela ni acceso a la salud”, y también nos creó a todos, la esperanza, que nunca va a morir, su mayor virtud, acentuó.
Acerca del mensaje a los jóvenes seguidores de las ideas y legado de Chávez, el exgobernador del estado de Lara (2000-2008) llamó a mantener y profundizar los valores que dejó como la justicia, la equidad, el amor, la fraternidad, la convivencia, el entendimiento y a no bajar el espíritu de lucha.
Esta nueva generación, alegó, tiene que ser mucho más luchadora que nosotros, y lo veo en una juventud inspirada en su legado y que está dispuesta a llegar hasta lo más lejano para que esta Revolución “coja fuerza cada vez más y se extienda en el futuro”.
Es importante, valoró, que cada joven que se vaya formando tenga en sí los principios fundamentales que Chávez nos dejó como base fundamental de la Revolución, lo cual tiene que ver con la lucha interna, preparación y capacitación.
Ellos tienen que leer mucho más de lo que pudimos leer nosotros y Chávez creó ese valor fundamental de la lectura en los jóvenes que “antes no la teníamos”.
En este país nadie leía la Constitución de la República y Chávez hizo de ese texto el proyecto de país que todos debemos conocer, y no hay en el barrio un joven, un adulto mayor que no saque la Constitución y diga, “dice esto”, porque nos apegamos a ella como proyecto de nación.
Mi llamado es ese, y estoy seguro que va a ser así porque lo noto, lo veo en su expresión, en su conducta y la preparación cada día más para asumir el control y el rol de la Revolución, de las funciones de gobierno que les corresponderán y lo harán mucho mejor que nosotros, esa es mi esperanza.
Si tuviera la posibilidad de tener al comandante este domingo delante, qué le diría, indago, “Chávez, sigue tendiéndome tu mano para seguir luchando, dame tu palabra de aliento para no decaer, sigue expresándome el cariño, el aprecio que me diste, sigues siendo sueño, realidad, inspiración y todo lo que fuiste y entregaste”, concluyó.