“Todos sabemos lo que pasamos con Ian, yo tenía 100 canteros y las áreas de tapada listas, todo me lo tumbó, me los ripió…” recuerda con dolor el joven tabacalero Reinel Lázaro Rojas Medina, asociado a la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Gervasio Hernández Silva.
Hace la evocación en medio de las tres primeras hectáreas (ha) plantadas para esta contienda, que estarían mucho más crecidas, si la noche del pasado 26 de septiembre pasado no hubiese estado marcada por la fuerza de los vientos y el amanecer del 27 por una estela de destrucción.
LA RECUPERACIÓN
“Se me dañaron 21 aposentos, algunos el techo y otros derrumbes totales, ya tengo 15 recuperados, techados y todos listos para empezar a echarle tabaco; los seis que me faltan estarán listos en 15 días, y voy a crecer en ocho aposentos más, todos los que he hecho son con portales, que vienen siendo 12, casas de tabaco de nuevo tipo, recuperé toda la madera que pude, la Empresa me entregó la que faltaba, mi plan es de 10 ha, pero voy a tratar de llegar a 12.”
Rojas Medina, asegura que, aunque esta campaña está siendo “más trabajosa” no renuncia a sus propósitos de seguir creciendo; en la anterior contienda acopió 308 quintales de la hoja, preseleccionado gavilla a gavilla y obtuvo un 61 por ciento de capa.
El pago que recibió en moneda libremente convertible (MLC) le permitió comprar dos tractores y una picadora que en las actuales circunstancias han sido esenciales para preparar la tierra con rapidez, sin depender de la maquinaria de otros.
Llama la atención que el redondel de sus áreas de tabaco no está hecho de los tradicionales postes de madera, son de hormigón y confirma que seguirá haciéndolo hasta que tenga asegurada de esa forma todo el área que destina a esta siembra, le confiere solidez para proteger el cultivo y gana en tiempo para los preparativos de cada zafra.
Ya está recuperando los túneles que derribó Ian y espera que las siembras de diciembre pueda hacerlas con posturas cultivadas en estos cepellones.
También tiene cultivos varios y cría de cerdos de capa oscura, especialmente destinado al autoabastecimiento familiar de él y los trabajadores de la finca, reconoce que la producción de alimentos debe ir a la par.
RESURGIR DEL VERDE
En sus tierras ya hay un resurgir del verdor de los cultivos, eso es fruto del esfuerzo con el cual se volcaron a la recuperación, saben que los lamentos no son el camino y como dignos herederos de los vegueros que legaron, a Pinar del Río, el título de la tierra del mejor tabaco del mundo, se yerguen sobre la adversidad para preservar el esplendor de las hojas y una tradición agrícola que forma parte de la identidad de la provincia.