Aquella madrugada del 27 de septiembre de 2022 fue de zozobra en Pinar del Río. El huracán Ian, de categoría tres en la escala Saffir- Simpson, se sabía poderoso; pero más de siete horas sobre la occidental provincia resultaron un calvario para un suelo afectado históricamente por organismos tropicales y una «deuda» en su fondo habitacional de más de seis mil derrumbes totales.
Ian tocó tierra en un punto entre La Coloma y La Salina, sobre las 3: 25 de la mañana, y desde antes ya se sentía la furia de un fenómeno dispuesto a arrasar con Vueltabajo, que muchos aseguran no tiene precedentes por su huella en todo el territorio.
A la pérdida de las comunicaciones, el ciento por ciento de los clientes sin servicio eléctrico y daños en infraestructuras de todo tipo se sumó el perjuicio a unas 102 mil 288 viviendas, de una forma u otra.
Mireya Azcuy Acosta, de 53 años, todavía se estremece cuando recuerda aquellas largas horas en que el evento hidrometeorológico hizo a su antojo, principalmente en su morada, enclavada en el kilómetro cuatro de la carretera a Viñales, que perdió toda su cubierta.
Obrera del taller de despalillo Niñita Valdés, de la ciudad capital, pudo reponer el techo gracias a la ayuda de su centro laboral, que le facilitó las tejas de zinc, una de las alternativas empleadas en la provincia para contribuir a la recuperación de las casas dañadas.
Tras un año, recuerda que también se quedó sin ventanas ni puertas, porque «el ciclón se ensañó con mi familia, y estuve varios meses sin trabajar cuidando lo que me había quedado», explicó a la Agencia Cubana de Noticias.
Pero en la medida en que me han dado los recursos he podido avanzar en la reconstrucción, incluso cambié la estructura del techo previendo futuros fenómenos y siguiendo los consejos de los técnicos que en mi comunidad han estado al tanto de la recuperación, apuntó.
Azcuy Acosta ha sido beneficiada con donativos de organismos internacionales, como la Cruz Roja, que la han dotado de kit de cocina y para cuartos; además, recibió colchón, tanque para agua, cemento y acero, entre otros materiales distribuidos por su circunscripción; de ahí que manifieste sentirse contenta y agradecida.
La recuperación en cifras
Mas la realidad del territorio, con el 45 por ciento (%) de resarcimiento de los daños, habla de la urgencia de darle una mirada diferente al proceso, sobre todo en los municipios más impactados (Pinar del Río, Consolación del Sur, San Luis y San Juan y Martínez), con énfasis en los dominios sanjuaneros donde apenas marcha al 34 %.
Según Andrés Martín Carmona, director provincial de la Vivienda, más de 31 mil casos de derrumbes totales y parciales de techo quedan pendientes en todo Vueltabajo; en tanto únicamente han encontrado solución 427 derrumbes totales de hogares, de los 12 mil 805 reportados por Ian.
De enero a mayo la entrada de recursos se mantuvo allí de forma intermitente, elemento que impactó en el ritmo de la recuperación, así como que la industria local de materiales de la construcción aún no muestra los resultados que demanda Pinar del Río para impulsar las acciones.
La soportería de los techos es un recurso que debemos resolver, pues el país no dispone de las metálicas suficientes para las viviendas; y en ese sentido, las empresas forestales nos están sirviendo con las viguetas y riostras de madera demandadas, apuntó.
Detalló que la voluntad de la dirección de la nación y de la provincia es darle solución a las afectaciones de cubiertas en lo que resta de este año, aparejado a la entrada favorable de tejas de zinc desde el mes de mayo.
En su más reciente visita a Pinar del Río- a inicios de septiembre-, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, insistió en que la velocidad de la recuperación pasa «porque tengamos capacidad para comprar los materiales de la construcción que necesitamos», en una situación nacional que se ha complejizado, de acuerdo con el sitio web de la Presidencia.
Destacó, asimismo, que hacia la población está fluyendo una cantidad mayor de materiales, y la provincia se encuentra priorizada por tratarse de la de mayores daños por el paso de Ian y a finales de agosto, de la tormenta tropical Idalia, organismo que dejó secuelas en más de dos mil 400 viviendas.
Pinar del Río ya cuenta con recursos para superar los derrumbes parciales de techos- añadió el mandatario- y antes de que culmine 2023 debe haber resuelto los parciales y totales de techo, lo cual garantizaría más del 70 por ciento de recuperación.
Un apoyo han sido la Cruz Roja Internacional y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, gracias a los cuales se han podido entregar casi cuatro mil tejas a familias damnificadas.
Otra arista son las casas en las que no se emprenden las reparaciones, aun teniendo los recursos a su alcance, asunto sobre el cual ha reflexionado Díaz-Canel Bermúdez en varias oportunidades; así como en la necesidad de identificar las personas o familias que requieren apoyo y de movilizar todas las fuerzas disponibles para avanzar en la recuperación.
En ese camino la provincia ha debido atender, igualmente, las instituciones educacionales y de salud afectadas, esfuerzo adicional que ha tenido como premisa mantener la vitalidad de los servicios y no interrumpir el periodo lectivo.
Incluso, el 4 de septiembre fue posible comenzar el curso escolar a pesar de los daños que se adicionaron por Idalia, por la adopción de alternativas diversas y porque 350 de las 477 escuelas perjudicadas por Ian y 21 de las 52 a causa de la tormenta tropical, estaban restablecidas para esa fecha.
Con todas las manos
Pinar del Río no ha estado sola en este proceso. Todavía pasaba el ciclón por la provincia cuando comenzaron a alistarse contingentes de linieros de la Empresa Eléctrica y de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) de no pocos territorios; posteriormente, se organizaron brigadas para ayudar a levantar las casas de cura natural derrumbadas -más de 11 mil 500- debido a los vientos, y restaurar el servicio de abasto de agua a la población, por solo citar algunos ejemplos.
Argemis Ramos Paradela, de 48 años, fue uno de los cienfuegueros que llegó al día siguiente, y confesó que el panorama resultó impactante a su arribo.
Había visto algo parecido en más de dos décadas como liniero en otras regiones, incluso en esta, pero nada igual. Llegamos a la Calzada de La Coloma, en el municipio cabecera, y vimos todo destruido; cantidad de postes y tendido eléctrico en el suelo, rememoró en aquella ocasión.
Pero ninguna adversidad encontrada aquí melló la fuerza de la solidaridad ni los deseos por sacar adelante a una tierra de gente noble y trabajadora.
David Matamoros Carrasco, liniero de Granma, constituyó el más joven de los que viajó a la provincia luego del evento hidrometeorológico para contribuir en la recuperación de las comunicaciones, experiencia que asegura no olvidará por el conocimiento adquirido y la nobleza de los lugareños.
Laboramos en el municipio de San Luis y fue impresionante tanto desastre encontrado, sobre todo en las viviendas- enfatizó en el mes de octubre, minutos antes del regreso a su provincia-; pero pueden contar siempre conmigo pues estoy dispuesto a ayudar a Cuba en lo que sea necesario.