Blanca Nieves Valdés Acosta no sabe ya cuántas veces ha estado evacuada. Desde el domingo en la tarde fue trasladada hasta la escuela especial Ormany Arenado, en Mantua, que acogió a quienes necesitaban ser protegidos por residir en zonas bajas.
“Dicen que La Manigua se inundó. Siento que dejé todo en su lugar y si allí el agua subió como dicen, las cosas se deben haber mojado, pero lo importante es estar viva, lo demás va y viene”, refirió apenas unas horas después del paso de Idalia.
Muy cerca de ella están Yasmín Castro Valdés con su bebé de apenas un año y unos meses. “Estoy aquí desde el domingo, porque era un riesgo quedarme con la niña en la casa y que después no pudiera salir; entonces vinimos mi mamá, mi hermano, mi cuñada y nosotras”.
A 13 ascendía el número de personas resguardadas en el centro de evacuación en el municipio de Mantua, territorio en el que el río del mismo nombre bañó las tierras de la zona Mangos de Roque, muy conocida en la historia por ser el centro de conclusión de la invasión a occidente en 1896.
Liusmara Rodríguez, presidenta del Consejo de Defensa Municipal, precisó que los daños fueron mínimos, y de forma preliminar se detectaron 10 postes eléctricos partidos; en tanto, los centros educacionales no sufrieron perjuicios que entorpezcan el inicio del curso escolar el próximo lunes.
Este era el panorama que se vivía el martes en ese occidental territorio.Hasta Sandino, por cuyas inmediaciones tocó tierra Idalia, llegó el martes el General de División Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil.
Aunque el saldo de la tormenta fue el de muchas precipitaciones, no se reportan allí daños significativos. Pardo Guerra se interesó por las condiciones del centro de evacuación y del hospital Augusto César Sandino, el cual estaba listo para enfrentar los embates.
DESBORDADO EL CUYAGUATEJE
La mayor cuenca hidrográfica de Pinar del Río volvió a salirse de su cauce. Su cota superó los ocho metros, y según los integrantes de la zona de defensa de Isabel Rubio solo ha llegado hasta 9.25 en toda su historia.
En esta localidad, donde residen unos 8 000 habitantes, más de 700 dejaron sus hogares cuando las aguas del río ya estaban en sus casas, por más que insistiera el Consejo de Defensa y el sistema de la Defensa Civil durante la evacuación oportuna y con tiempo.
Alrededor de 48 horas previas al paso de Idalia se protegió un número significativo de personas, en su mayoría en casas de amigos y familiares. No obstante, no fueron pocos los que en medio de la inundación retornaron hasta las viviendas en más de una ocasión.
“Hemos ido a buscar a personas hasta cuatro veces a sus casas. Tenemos más de 400 habitantes evacuados, y después que el río salió de su cauce normal y llegó hasta las viviendas, hemos tenido que seguir con la evacuación.
“Se ha perdido la percepción del riesgo y se cometen indisciplinas. En esta localidad jamás ha habido una pérdida de vida humana, porque hemos sido en extremo cuidadosos”, expresó Francisco Díaz Roque, presidente del consejo de defensa zonal.
Son estas cuestiones que, cinco días después del paso de la tormenta tropical y en medio de la recuperación, son necesarias analizar con detalle y rigor.
NO SE DURMIERON EN LA COLOMA
Este poblado costero tiene en su memoria bien frescos los recuerdos de Ian. Idalia no fue, ni por asomo, la mitad del desastre de aquel huracán que dejara sin techo a miles de familias vueltabajeras en septiembre pasado.
Por eso esta vez todo el mundo estuvo alerta por allá. Este equipo de prensa constató cómo, a tiempo, quienes residen más próximo al litoral y al canal accedieron a la evacuación en el preuniversitario Antonio Guiteras y otros lo hicieron en casa de amigos.
El propio lunes recibieron la visita del General de División Ramón Pardo Guerra, quien los exhortó a no arriesgar las vidas y a proteger los bienes.
“Lo más importante es que en el momento del paso de la tormenta nadie salga ni se exponga, a menos que sea necesario para ayudar a otra persona”, señaló.
Y para ayudar a los demás estuvo la brigada quirúrgica trasladada desde el hospital provincial Abel Santamaría Cuadrado hasta el servicio extendido de urgencias médicas de esta localidad.
Allí el joven cirujano Javier José González, dijo que esta era su tercera vez en este tipo de situaciones y que el hospital les garantizó todo el material quirúrgico para trabajar en La Coloma de ser preciso.
ENFOCADOS EN LA RECUPERACIÓN
Durante un recorrido de las máximas autoridades de la provincia por los territorios más occidentales, Yamilé Ramos Cordero, presidenta del Consejo de Defensa Provincial (CDP), precisó que desde las primeras horas del martes las comisiones de trabajo del CDP estuvieron distribuidas para evaluar los daños que dejó el evento hidrometeorológico.
“Se aprecia que los perjuicios son mínimos si los comparamos con experiencias anteriores. Los mayores daños se concentran en el servicio eléctrico”, expresó, a partir de que tras el paso de Idalia más del 80 por ciento de los clientes no tenían electricidad.
Agregó que “ahora lo principal es que nuestra población siga siendo disciplinada y responsable, y allí donde las condiciones lo permitan hay que trabajar en la recuperación, una tarea que será decisiva en los próximos días.
“El lunes comienza el curso escolar y tenemos que asegurar que todos los niños vayan a los centros educacionales. Por otra parte, está la campaña de frío, que empieza en los próximos días. Los pinareños deberán plantar más de 45 000 hectáreas entre cultivos varios y tabaco, y en función de ello tenemos que prepararnos”.