Al menos 12 cuerpos sin vida, de los 62 que estaban en el avión que cayó el viernes en Sao Paulo, fueron identificados hasta hoy en el Instituto Médico Legal (IML) del estado brasileño.
Según la estatal agencia Brasil, uno de los cadáveres fue liberado para los familiares con la finalidad del procedimiento legal. Los parientes son los primeros en ser informados sobre el avance de los trabajos de reconocimiento.
El IML Central labora en la atención exclusiva del caso y en la identificación de los restos de las víctimas.
Unos 40 profesionales trabajan en el expediente, entre médicos, equipos de odontología legal, antropología y radiología.
La unidad recibió los 62 cuerpos de las víctimas de la tragedia aérea, de los cuales 34 eran hombres y 28 mujeres, entre pasajeros y tripulantes.
El Gobierno de Sao Paulo decretó el viernes un duelo oficial de tres días en honor a las víctimas.
Ubicado cerca de la unidad del IML Central, el Instituido Oscar Freire acogió, con apoyo de los equipos de Defensa Civil estadual, a las más de 40 familias de las víctimas fatales del vuelo operado por la empresa Voepass Linhas Aéreas.
En este lugar, los parientes pueden proporcionar información para auxiliar el trabajo de los expertos del IML.
También los allegados directos de las víctimas proporcionaron material biológico y dejaron contactos para posterior vínculo sobre identificación.
Paralelamente a la investigación, desde el sábado la Secretaría de la Administración Penitenciaria de Sao Paulo preserva el lugar del siniestro con equipos antidrones, operados por agentes penitenciarios de la región de Campinas para evitar que equipos no autorizados sobrevuelen el área.
El avión partió de la ciudad de Cascavel, en el estado de Paraná, con destino al aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo.
De acuerdo con el sitio web de rastreo de vuelos Flight Radar 24, la aeronave voló durante casi una hora a 17 mil pies (cinco mil 180 metros), hasta que a las 13:21 (hora local) comenzó a perder altitud y en solo un minuto tuvo una fuerte caída a cuatro mil pies (mil 250 metros).
La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) informó que el aparato perdió contacto con el radar a las 13:22 (hora local) y que la tripulación en ningún momento «declaró emergencia o reportó estar bajo condiciones meteorológicas adversas».
El Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa) adelantó que divulgará «en un plazo estimado de 30 días el informe preliminar del accidente», según la FAB.
Los expertos de ese organismo analizan en esta capital la información de las cajas negras que contienen grabaciones de la cabina y datos del vuelo.
Esta «importante información nos puede contar lo que pasó en este trágico evento», afirmó el brigadier Marcelo Moreno, jefe del Cenipa.