Los centros laborales en Cuba han tenido que modificar sus dinámicas debido a la presencia de la COVID-19. Algunos detuvieron su gestión temporalmente, muchos reajustaron las agendas de sus trabajadores a fin de ser consecuentes con las medidas de aislamiento social, mientras que otros prosiguen su faena cotidiana cual si no latiese el peligro de una pandemia ahí afuera. Lejos de reducir sus funciones, redoblan esfuerzos, pues su cometido resulta esencial para la sociedad.
Entre estas instituciones destaca la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de Pinar del Río. En un recorrido reciente de la prensa local por la UEB de Mantenimiento Menor adscrita a esta entidad, conocimos a cinco obreros electromecánicos ocupados en la construcción de unas compuertas con chapas de acero y angulares, entre otros materiales recuperados.
Rafael Ferreira Aguado, técnico medio en Obras de Ingeniería, nos contó que tales compuertas sustituirán a las instaladas en los canales primarios P3 y P4 del canal magistral Herradura-San Diego, las cuales presentan deterioro.
«Hay que ver la pericia de estos compañeros extrayendo compuertas y devolviéndolas a su sitio o dando mantenimiento a la torre de las represas. Es un oficio arriesgado que demanda mucho esfuerzo físico e inteligencia. El trabajo que hacen transcurre prácticamente en el anonimato; pero es muy importante», sostuvo Rubén Santos Armenteros, director de la UEB de Mantenimiento.
Mientras tañía el ruido de los metales en estos talleres, a varios kilómetros de distancia, otra brigada se afanaba en una acción de mantenimiento en la derivadora Madre Vieja, ubicada en las inmediaciones del poblado Puerta de Golpe, en Consolación del Sur.
Se produjo un hundimiento por la zona, suceso que ocurre regularmente en este tipo de obras hidráulicas, y los trabajadores procedieron a excavar, revisar y sellar la tubería defectuosa, restablecer la tobera (que permite medir las entregas de agua) y compactar de nuevo el hidromecanismo.
«Madre Vieja» tiene el importante rol de garantizar el servicio de agua a todo el macizo arrocero ubicado en la zona de Briones Montoto, además de surtir a tres cooperativas de créditos y servicios fortalecidas.
Julio Alberto Camero, operador de la grúa que accionaba en el lugar, explicó que el trabajo era engorroso, pero que su equipo lo asumía con confianza ya que cuentan con experiencia sobrada en estos menesteres.
«Recientemente estuvimos en La Habana y colaboramos con su sistema de acueductos para aliviar la situación de sequía existente allá. Retornamos después de que se supo lo del coronavirus y hoy tenemos otra tarea: la de llevar el agua hasta el arroz, una actividad priorizada por el país. Se nos dificulta un poco porque hay una filtración en los tubos, pero iremos hasta el final con tal de cumplir nuestra meta», aseveró.
«Madre Vieja» es una de las 10 derivadoras con que cuenta Pinar del Río. Desde el occidental territorio se administran además 24 embalses y 85 kilómetros de canal. Sobre el estado de estas obras conversamos con Eva Julia Caraballo Rodríguez, directora técnica de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico:
«Estamos preparados para recibir el volumen de agua que debe arribar a la provincia durante el periodo lluvioso. Los embalses se encuentran al 38 por ciento de su capacidad de llenado de forma general y hasta el cierre de abril hemos cumplido con el 87 por ciento de las demandas de los clientes», aseguró.
«Las lluvias de los últimos días de abril y de las primeras jornadas de mayo han posibilitado la recuperación de algunas fuentes de abasto del acueducto, las cuales presentaban agotamiento del manto freático por sequía. Son las que se encuentran ubicadas en la parte norte de Pinar del Río. Los dos acuíferos del sur (Cuenca Sur y Cuenca Guane) presentan, en cambio, una situación favorable. Estos abastecen a los grandes núcleos poblacionales de la provincia (la ciudad de Pinar del Río, San Luis, San Juan y Martínez, Consolación del Sur y Los Palacios)», agregó.
Caraballo Rodríguez explicó que desde el pasado año se planificaron las acciones de mantenimiento civil, movimiento de tierra y mantenimiento electromecánico que demandan las diferentes obras.
Los cinco embalses destinados a proveer de agua a la población se encuentran al 86 por ciento de su capacidad de llenado, lo que se traduce en una situación favorable y el programa arrocero de la provincia tiene garantizado el suministro del preciado líquido durante sus campañas de frío y primavera.