Llega una nueva edición virtual del Salón de Arte Joven, el evento más importante de artes visuales gestionado desde la filial vueltabajera de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y el más relevante destinado a la creación de los jóvenes artistas menores de 35 años.
En la cita concursan 19 obras (entre pintura, fotografía digital y comic) y participa además en calidad de invitada Thailin González Pacheco, quien ha resultado premiada en otras ediciones del evento.
José Ernesto Reyes Ortiz, Alejandro Piñeiro Ramos, Bárbaro Leonel González Pacheco, Darío Montes de Oca Lorenzo, Edisbel Guerra Mesa, Ernesto Naveda, José Armado Crespo Castillo, Lisandra Carrodegua, Luis Miguel Rodríguez Valdés, Madeleidy Enríquez Pérez, Naiby González Ceballos, Orlando Nodarse Hernández y Rocky Novas de la Nuez reflejan una heterogeneidad de propuestas estéticas propias de sus individualidades creativas.
En Pinar del Río está naciendo una nueva hornada de artistas visuales, muy a pesar del cierre de la Escuela Profesional de Artes Plásticas. La creación no se detiene, estos jóvenes lo demuestran. Algunos poseen vocación autodidacta, otros son herederos de la formación de instructores de arte o de la academia.
El gestor del Salón de Arte Joven, el artista, curador y crítico de arte Lázaro Prieto, definió las principales dificultades del certamen en la última década, en la edición primera del boletín de crítica y pensamiento de la AHS Puntal.
Entre una larga lista de limitaciones mencionó la ausencia de equipamiento tecnológico que sirva como soporte a propuestas audiovisuales, la disipación de muchos de nuestros artistas a realizar labores que para nada tienen que ver con el arte y la formación artística adquirida, la carencia de materiales para la creación, la falta de iniciativas por parte de las instituciones rectoras y con poder presupuestario para apoyar el certamen y la no existencia de un premio en metálico “digno” y motivacional para la obra y su creador.
En esta edición, el jurado determinó entregar premio a la fotografía digital OnlyFans de Ernesto Naveda, una pieza que refleja el atrevimiento que debe caracterizar a la vanguardia artística en el actual contexto, con un mensaje donde confluyen armoniosamente agresión y contención. Igualmente otorgó mención a la pintura Yo tengo un sueño de Alejandro Piñeiro Ramos, que aborda el retrato académico desde una perspectiva contemporánea; y a la historieta Schneesturm (Vestisca) capítulo dos, de José Ernesto Reyes Ortiz, por el depurado manejo de las viñetas y la excepcionalidad de una manifestación que demanda un impulso.
Según su gestor “este tipo de eventos resulta fundamental para la salud del arte en sentido general de cualquier territorio, no solo por lo que representa dentro del panorama específico de las artes visuales sino para la dinámica propia en la que se nutre y desarrolla la cultura”.