Más de 280 millones de pesos ha invertido Cuba en la industria ligera para incrementar capacidades productivas, elevar la calidad de sus producciones y montar modernas tecnologías, destacaron directivos de ese sector.
El vicepresidente primero del Grupo Empresarial de la Industria Ligera (Gempil), Carlos A. Pavón, significó que esas acciones forman parte de la estrategia de recuperación económica para satisfacer las demandas de la población, realizar una sustitución efectiva de importaciones y crecer en las exportaciones.
Gempil comprende una gama de 15 actividades industriales, entre ellas, materiales higiénicos sanitarios, jabonería, perfumería y detergentes, tenería, pinturas y barnices, confecciones textiles, calzado, muebles, artículos deportivos, colchones, espuma poliuretano y plásticos.
Al respecto, Pavón destacó este martes en el programa Mesa Redonda que el 90 por ciento de las inversiones que se ejecutarán serán continuidad de las iniciadas en los dos últimos años, como el programa de conversión tecnológica para la producción de la prensa, la industria textil y la del mueble.
Sobre esta última, comentó que su modernización tecnológica ha permitido la fabricación de 80 mil unidades de muebles de madera, incluidos los de alto estándar para instalaciones turísticas en todos los polos del país.
En el quehacer de Gempil para el año en curso también está triplicar las ventas en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, un espacio donde se promueve la inversión extranjera con la presencia de tres empresas mixtas enfocadas a la elaboración de mercancías de alta demanda nacional como los pañales desechables, el jabón y el detergente, precisó.
Asimismo, en medio del recio bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, la industria ligera promueve la captación de divisas para mantener activas sus fábricas, garantizar los empleos existentes y generar nuevos, comprar materias primas, piezas de repuestos e insumos y desarrollar nuevos productos.
En ese sentido, sobresale la producción de medios de protección como caretas faciales, doble batas para el personal de la zona roja, productos químicos y los hisopos de hilaza de poliéster para la realización de las pruebas diagnóstico PCR, renglones incorporados recientemente en aras de contribuir al enfrenamiento de la Covid-19.