En el año 2022, el azúcar que se distribuye al sistema del Comercio en Cuba tuvo una afectación de cerca de 60 000 toneladas, a partir de los resultados de la zafra 2021-2022, considerada como la producción más baja en más de 100 años.
Leticia Ojeda, directora comercial del Grupo de Alimentos del Ministerio del Comercio Interior (Mincin), explicó al diario Granma que a finales de 2022 algunas provincias empezaron a sentir aún más las afectaciones provocadas por la disminución del plan previsto, pues también las entregas del producto sufrieron retrasos.
Como resultado, sostuvo, el azúcar que debían recibir las bodegas para asegurar la distribución total a partir del primer día del mes no pudo cumplirse en todos los territorios, y a los consumidores que compraron en los primeros días, solo se les pudo vender dos libras, para entregar el resto en las semanas siguientes.
Por ejemplo, a mediados del presente mes de enero, cuatro provincias no habían podido terminar la distribución: Artemisa, Matanzas, Pinar del Río y La Habana en algunos de sus municipios, precisó la directiva.
El director de Informática, Comunicaciones y Análisis del grupo empresarial Azcuba, Dionis Pérez Pérez, detalló que en el caso de las entregas correspondientes al consumo de febrero, estas se cumplen al 60%, con atrasos en Artemisa, La Habana, Mayabeque y Pinar del Río.
Indicó, al respecto, que se encuentran comprometidas las entregas de Artemisa y Pinar del Río, afectadas por la arrancada con retraso del central 30 de Noviembre, debido a roturas de dos turbogeneradores, así como de una caldera.
El completamiento de Mayabeque depende de la solución de la avería de los dos turbogeneradores del central Boris Luis Santa Coloma, y en el caso de La Habana se soluciona con transportación del producto desde Cienfuegos, Sancti Spíritus y el Puerto de Carúpano.
La directora comercial del Grupo de Alimentos del Mincin señaló que ante el déficit de producción en la zafra 2021-2022 se decidió proteger, a partir de las disponibilidades existentes, la canasta familiar normada, la producción del pan y de medicamentos y, como segundas prioridades, el consumo social destinado a Educación y Salud, además de órganos de la defensa de interés nacional.
Destacó que las empresas mayoristas de alimentos en las provincias también se vieron obligadas a hacer ajustes en las conciliaciones con TecnoAzúcar, que realiza los contratos con los centrales y distribuye las asignaciones al Comercio.
La decisión adoptada, explicó, fue que los territorios hicieran la distribución ya no por tipo de surtido, sino como producto total, respetando el principio de distribuir las libras que corresponden a cada consumidor, ya fueran de azúcar crudo o refino.
Recordó que según la política aprobada por el Mincin, la distribución de azúcar (cuatro libras per cápita) tiene un esquema diferente para cada provincia: algunas asumen el sistema de tres libras de azúcar cruda y una de refino, en otras son dos y dos; o 1.5 y 2.5 libras de cada surtido.
De acuerdo con el texto de Granma, para este 2023 el Grupo de Alimentos del Mincin prevé recibir por plan 310 000 toneladas de azúcar y, de ellas, 240 500 son para la canasta familiar normada.
El análisis de esta situación, comentó Pérez Pérez, no puede verse aislado de la obsolescencia que hoy padece la industria azucarera y el impacto negativo del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos en la adquisición de recursos para la reparación y mantenimiento de las maquinarias, el transporte y la industria.
Pese a estas limitaciones, que son reales y terminan afectando directamente a la población, al sector también le urge avanzar hacia un modelo de negocios en el que la diversificación y la economía circular (el aprovechamiento de todo lo que dé la caña) le puedan ofrecer suficiente dinero, para así incrementar la rentabilidad, impulsar su desarrollo y garantizar el crecimiento.
El azúcar seguirá saliendo de los ingenios, pero la estrategia es producir para satisfacer el consumo nacional, el doméstico y el industrial, y exportar otra parte, según los compromisos y el mercado.
Sobre los resultados de la presente zafra, el reporte de Granma refiere que hasta finales de diciembre de 2022, solo se había producido el 69% del azúcar previsto hasta la fecha; sin embargo, también destaca la recuperación de unas 7000 toneladas por concepto de eficiencia industrial, al lograrse un rendimiento superior en un 1.14 %.