Las dificultades con el abastecimiento de harina en Cuba se ha agudizado en los últimos meses, señaló hoy un reportaje en el Noticiero Nacional de Televisión.
Ante la incapacidad de la industria para suplir la demanda de pan, se han establecido límites a la venta, lo cual genera insatisfacción en la población.
Sin embargo, la actual crisis tiene sus raíces en el cerco económico impuesto por el bloqueo norteamericano, a lo cual se suma la lejanía desde donde se debe importar el trigo, el aumento de precios de la tonelada del producto y también del incremento de flete de los buques que lo transportan.
Los barcos, que tardan aproximadamente 15 días en llegar, cuestan al país aproximadamente 16 millones de pesos, mientras que la tonelada de trigo supera los 500 euros. Esto ha afectado el ciclo de pagos y solo ha sido posible garantizar dos de los tres barcos planificados.
Se protege, mientras tanto, la entrega de pan de la canasta básica, la empresa cubana del pan, los círculos infantiles, los centros educacionales internos, los hospitales y las prisiones.
Se explicó que no existe ninguna prohibición en relación a la venta de pan para los negocios privados. De hecho, cuentan con todas las garantías para importar harina y garantizar su producción de panes, pizzas y otros alimentos.