Canela
La canela es una especie que se utiliza muchísimo y en distintos ámbitos como la repostería, que es en lo que más se emplea. Aporta aroma y un intenso sabor dulce a muchas recetas.
También dispone de propiedades digestivas y ayuda a estimular la circulación. Su poder antioxidante es tan fuerte que, de hecho, la canela se ha utilizado durante muchísimo tiempo como conservante natural.
El té de canela ofrece propiedades para combatir diferentes problemas en el cuerpo. Beber un té de canela antes de irse a dormir puede ayudar a evitar el aumento de peso y a quemar algo de grasa; además, resulta agradable y se puede convertir en un ritual relajante.
Para hacer una infusión de canela pon a hervir el contenido de una taza de agua a fuego medio. Cuando el agua alcance el punto de ebullición, añade los dos palos de canela y deja hervir durante dos minutos. Apaga el fuego, tapa y deja reposar durante cinco minutos para que el sabor se concentre mucho más.
Hinojo
El fruto del hinojo es perfecto para combatir la sensación de frío y además, ayuda a mejorar la digestión. Es antiséptico, cicatrizante, antinflamatorio y antioxidante, por lo que se suele utilizar en infecciones bucales y para calmar la inflamación en general. El hinojo también es expectorante y fluidificante, es decir, que la infusión de esta planta será beneficiosa para la expulsión de mucosidad y en casos de bronquitis.
Es una planta que se puede cosechar y conservar, de la cual se aprovechan casi todas sus partes.
En primer lugar, las hojas, ya que se debe hacer sin que hayan aparecido los frutos cuando las hojas están prietas. Estas se utilizan para infusiones o como condimentos.
Al igual que con las hojas, los bulbos deben ser recolectados antes de que aparezcan los frutos, cuando aún son muy blancos y carecen de manchas y golpes, para ser cocidos.
Los tallos deben ser recolectados antes de que maduren cuando están aún tiernos, son especialmente valorados en la cocina.
Los frutos que aparecen durante el verano deben ser recogidos antes de florecer y sirven para hacer infusiones o para ser cocidos.
Las semillas se utilizan mayoritariamente en la repostería como sustitutas del anís en panes, pasteles y tartas o en asados y barbacoas para conseguir un sabor diferente.
Para hacer una infusión de semillas de hinojo vertemos las semillas en la taza de agua hirviendo y dejamos reposar, la tapamos durante 10 minutos y la colamos. Se puede endulzar o agregar limón.
Cáscara de naranja
La naranja es la fruta de invierno por excelencia. Sus beneficios son tantos que incluso se utiliza para preparar infusiones. El dulce sabor y aroma de este fruto es ideal para conseguir equilibrar la temperatura del cuerpo y relajarnos.
Los fitoquímicos y flavonoides que contiene la cáscara de naranja la convierten en un remedio natural contra los descontroles en el colesterol. Estos antioxidantes ayudan a limpiar las arterias y previenen la formación de la placa lipídica que le provoca obstrucción y coágulos.
Té de cáscara de naranja
Un té de cáscara de naranja permitirá aprovechar las múltiples propiedades que ofrece la cáscara de esta fruta, y para su elaboración únicamente deberás cortar la piel de la naranja en diferentes trozos y mezclarlos con agua tibia, dejándolos reposar durante unos 15 minutos aproximadamente.
Si el sabor no termina de convencerte, puedes probar a hacer un té de jengibre y naranja.
Té de hoja de naranja
Esta infusión también es altamente recomendable, especialmente si quieres adelgazar, ya que actúa directamente sobre el estómago.
Únicamente necesitarás un puñado de hojas de naranja secas y dejarlas reposar con agua tibia durante cinco minutos.