La nueva variante del virus SARS-CoV-2 denominada Ómicron (B.1.1.529), presente hoy en varios países, pone en alerta a las autoridades sanitarias internacionales por su capacidad para afectar a las células inmunes del organismo.
Según el sitio web de intercambio de genoma GitHub, esta cepa cuenta con 32 mutaciones de la proteína S, 10 en el RBD (fragmento utilizado por las vacunas cubanas), y es considerada la primera en reunir nueve cambios identificados por separado en Alfa, Beta, Gamma y Delta.
Asimismo, están presentes los cambios N501Y, E484A, P861Hy K417N y otros detectados solamente en la nueva variante.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó el viernes pasado una reunión de emergencia para evaluar la situación que podría desencadenar nuevos rebrotes de la Covid-19, de ahí que países como Reino Unido, Japón, Italia, Alemania, Israel, Singapur y la Unión Europea (de conjunto) anunciaron restricciones de viajes.
El Ministerio de Salud israelí reveló que la B.1.1.529 se halló en una persona que regresó de Malawi, mientras otros dos viajeros se encuentran en cuarentena preventiva.
Roberto Speranza, titular del sector en Roma, firmó una orden ejecutiva que prohíbe la entrada de viajeros que estuvieron los pasados 14 días en Sudáfrica, Lesotho, Botswana, Zimbabwe, Mozambique, Namibia y Eswatini.
Singapur, por su parte, cerró fronteras a viajeros procedentes del sur de África, una medida prevista por otras naciones asiáticas, mientras que India arreciará los controles fronterizos contra la Covid-19, acción adoptada ya por Japón.
El ministro de Salud británico, Sajid Javid, anunció la activación de la “lista roja” y la cancelación de las operaciones aéreas procedentes de Sudáfrica, Botsuana, Lesoto, Eswatini (antigua Suazilandia), Namibia y Zimbabue.
Según trascendió en esta capital, la nueva mutación del virus SARS-CoV-2 ya se propagó a Bélgica, Botsuana, Hong Kong e Israel.
La nueva cepa, según expertos, podría desplazar el predominio de la Delta como causa principal de los rebrotes de la enfermedad en el mundo, así como la inmunidad inducida por la infección o las vacunas.
Advirtieron sobre la necesidad de extremar las medidas higiénico-sanitarias como el uso correcto de las mascarillas, evitar aglomeraciones, mantener una ventilación adecuada en los locales cerrados e informar a la población sobre las características de la B.1.1.529 para contener su propagación.
Recordaron que al detectarse la cepa Delta en 2020 existían en el mundo cinco millones de casos confirmados y cero personas vacunas, mientras que con Ómicron la primera cifra asciende a 32 millones y el 54,1 por ciento de la población mundial cuenta con al menos una dosis antiCovid-19. La dosis de refuerzo fue aplicada a 227 millones.
Hasta el momento se desconoce su procedencia, pero de acuerdo a un científico del Instituto de Genética de Londres, citado por la OMS sin precisar su nombre, probablemente evolucionó durante una infección crónica de una persona inmunodeprimida, posiblemente con VIH/SIDA no tratado.
Sudáfrica tiene 8,2 millones de personas infectadas por la enfermedad, el mayor número del mundo. La variante Beta, una mutación identificada el año pasado en ese país, también pudo proceder de una persona infectada por el VIH, agregó el ente sanitario.
Advirtió que hay menos de 100 secuencias genómicas completas de la nueva variante, lo que podría aumentar el tiempo necesario para estudiarla, así como la eficacia de las vacunas actuales contra ella.
La variante fue detectada el 11 de noviembre en Botsuana, luego se confirmaron seis casos en Sudáfrica y uno en Hong Kong en un viajero que regresaba del país africano.
Por otra parte, el doctor Daniel García, director del Laboratorio de Síntesis Química y Biomolecular de la Universidad de La Habana, resaltó en su perfil de Facebook la importancia de la estrategia de la dosis de refuerzo (boosters) en Cuba para evitar otro rebrote.
Según García, “tampoco hay que boostearse a los dos meses de vacunarse, eso es pánico, se está estudiando la caída de la respuesta de anticuerpos, los tiempos están propuestos. Todo es a su tiempo”.
«Tampoco podemos sólo basarnos en datos de inmunoescape de otras vacunas. Las nuestras tienen sus peculiaridades, Abdala es diferente a Soberana y ambas a muchas otras, puede ser diferente la respuesta y hay que estudiarlo, y tenemos cómo hacerlo», dijo.
A su juicio, el control epidemiológico es vital en los viajeros procedentes de los países con casos confirmados de Ómicron, realizar la secuencia para saber qué se enfrenta y controlar las aglomeraciones.