En medio de la compleja situación epidemiológica global por la pandemia de la Covid-19, la campaña de vacunación infantil en Cuba contra esta enfermedad significa hoy un paso más por la vida.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó recientemente que los niños —a quienes aún no se les administran vacunas antiCovid-19 en la mayoría de los países— representan un mayor porcentaje de hospitalizaciones e incluso de muertes por la enfermedad.
En 2020 se notificaron en América Latina y el Caribe más de 1,5 millones de casos en edad pediátrica con el virus SARS-CoV-2, causante de la infección; mientras en los nueve meses de este año, la cifra de nuevos contagios supera los 1,9 millones, según datos del organismo sanitario regional.
Cuba registra en los últimos 15 días un total de 26 mil 989 menores de edad, para un promedio de mil 799 cada 24 horas, alertaron especialistas del Ministerio de Salud Pública de este país.
Ante este escenario, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed), autoridad reguladora nacional, aprobó el 3 de septiembre la primera campaña de inmunización masiva antiCovid-19 para niños de 2 a 18 años.
Desde el 5 de septiembre y hasta igual jornada de noviembre se inmunizan con Soberana 02 a los pequeños de 12 a 18 años; mientras los de dos a 11 recibirán las dosis de ese inyectable del 15 de septiembre al 15 de noviembre.
Además se les administrará Soberana Plus, prevista en el esquema como dosis de refuerzo.
También del 3 de septiembre al 4 de octubre los estudiantes de grado 12 y los adolescentes de 18 años que cursan el último grado de la enseñanza preuniversitaria (bachillerato) y técnica profesional, así como los del último año de formación pedagógica, recibirán las tres dosis de la vacuna Abdala.
Se trata de un proceso escalonado para llegar a fin de mes con gran parte de la población pediátrica con la primera inyección de las tres previstas en ambos esquemas de vacunación.
En este periodo serán inmunizados los pequeños que no se han contagiado, entre ellos los que presenten enfermedades crónicas compensadas.
Quedan excluidos, por el momento, quienes reciban tratamientos con esteroides que deberán esperar a minimizar esas dosis en sangre, los alérgicos al tiomersal y los convalecientes, a los cuales se les aplicará el producto más adelante.
Abdala, desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, demostró en sus ensayos clínicos un 92,28 de eficacia en cuanto a la capacidad para prevenir la enfermedad sintomática.
Por su parte el esquema heterólogo de dos dosis de Soberana 02 más una de refuerzo de su homóloga Soberana Plus, ambas del Instituto Finlay de Vacunas (IFV), evidenciaron durante los ensayos clínicos un 91,2 por ciento de eficacia también para prevenir la enfermedad sintomática.
Científicos y autoridades sanitarias de este país han reiterado la eficacia de estas vacunas también en la población pediátrica, tras divulgar los resultados de los ensayos clínicos realizados en ese grupo etario para evaluar la seguridad, reactogenicidad e inmunogenicidad de los inyectables.
Por ejemplo con Soberana 02, ‘después de dos dosis, el 99,3 por ciento de los niños de tres a 11 años y el 92,9 por ciento de los de 12 a 18 tuvieron una respuesta de anticuerpos que supera en cuatro veces el nivel pre-vacunación’, indica un texto del IFV.
Detallan que la respuesta inmune es superior al 50 por ciento desde los 14 días posteriores a la aplicación de la segunda dosis de ese producto. Asimismo esta respuesta de anticuerpos es muy superior a la que induce la infección natural en los niños, precisan los expertos.
Añaden que luego de la administración de la dosis de refuerzo de Soberana Plus se detecta un incremento significativo en la respuesta de todas las variables inmunológicas.
No se reportaron eventos adversos graves ni severos, el 94,6 por ciento fueron de intensidad leve y un 5,4 por ciento de intensidad moderada; en su mayoría aparecieron en las primeras 24 horas de administrada la vacuna y tuvieron una duración de menos de un día.
Cuba cuenta con una vasta experiencia en la investigación y producción de vacunas, utilizadas en el territorio nacional y en el exterior; así como en campañas para inmunizar a la población infantil.
Precisamente, en la actualidad especialistas de la nación caribeña intercambian información con expertos de la Organización Mundial y Panamericana de la Salud para avanzar en el proceso de reconocimiento internacional de las vacunas antiCovid-19 de este país.