Manuel Marrero, primer ministro de Cuba, insistió hoy, al intervenir en el VI periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), en la necesidad de rescatar la calidad de los servicios en la gastronomía estatal.
Afirmó que los problemas que han afectado al sector no se deben solo a problemas de desabastecimiento, y en ese sentido apuntó a la existencia de indisciplinas y a la falta de exigencia.
Nosotros tenemos una responsabilidad importante en la alimentación del pueblo y eso pasa también por la gastronomía, acotó Marrero ante el Parlamento cubano, que hoy y mañana se reúne de forma virtual debido a la pandemia de COVID-19.
Comentó que se dejó de prestar servicios porque era más ventajoso, violando lo establecido, y se prefirió en varios casos vender productos crudos y no brindar servicio a las personas.
En momentos de poca oferta como el actual, persiste la falta de variedad en la elaboración de los alimentos, tal es el caso del pollo, y es necesario rescatar esas cualidades de trabajo, de motivación, que también se ha perdido.
Eso, dijo, hay que acompañarlo de un servicio de calidad, sin importar si el cliente es extranjero o nacional.
Aclaró que el país no va a una privatización de la gastronomía, sino que deben existir alternativas y desde la estatal brindar una atención de calidad.
Lo primero que tenemos que hacer es resolver los experimentos que hicimos y no nos han salido bien (como las cooperativas no agropecuarias y los arrendamientos); ha habido buenos ejemplos, pero no es así en la mayoría de los casos, y han caído también en el problema de no brindar servicio, no elaborar alimentos, subrayó.
El primer ministro señaló que se debe rescatar la red popular de la gastronomía -cafeterías- que es parte de los gastos en alimentación que prevé la canasta de bienes y servicios de referencia.
Lo que cada municipio sea capaz de producir es lo que deberá ser la fuente principal de estas unidades, recalcó.
En cuanto a los precios excesivos, puntualizó que no ha llegado el primero de enero (fecha prevista para el inicio del proceso de ordenamiento monetario y cambiario en el país) y ya existen subidas injustificadas, lo cual no se puede aceptar, y para eso hay que aprovechar todas las facultades de los gobiernos locales.
Advirtió que el perfeccionamiento no puede ser un documento normativo más, sino que implica que se cumpla, ya que va encaminado a satisfacer las necesidades del pueblo, y el Gobierno tiene que controlar que funcione bien, sea cual sea la forma de gestión.