Reducir los ciclos de abasto de agua a unos nueve mil 700 habitantes constituye el principal beneficio de las labores de rehabilitación de toda la red de distribución y de conductora que actualmente se acomete en el consejo popular Celso Maragoto, de la ciudad de Pinar del Río.
Carlos Luis Cabrera Pino, director de la Unidad Empresarial de Base de Servicios Ingenieros de Pinar del Río, explicó que aunque ahora se trabaja en una primera etapa, las faenas abarcarán la sustitución de 10, 5 kilómetros de tuberías, desde el centro de distribución de la urbe hasta el consejo popular Jagüey Cuyují.
Esa zona de la ciudad capital posee una escasa red de distribución, la cual fue colocada en las décadas de 1970 y 1980; en tanto hoy predominan las redes informales con un estado técnico considerado como malo e insuficiente en capacidad de conducción y presiones, debido al crecimiento poblacional en la comunidad.
La obra, incluida en el plan de inversiones de Recursos Hidráulicos para este año en la provincia, concibe la sustitución de tuberías desde 63 hasta 400 milímetros (mm) – acotó-; así como la colocación de válvulas de cierre para garantizar una adecuada operación, reparación y mantenimiento; y un registro pitométrico en pos de controlar los caudales y presiones entregados.
Una brigada de la Unidad Empresarial de Base Camagüey de la Empresa de Mantenimiento y Rehabilitación de Obras Hidráulicas Cuito Cuanavale, tiene a su cargo las acciones.
Reinier Naranjo Terrero, al frente del grupo de 20 hombres, aseveró que debido a la necesidad de acometer diversas inversiones hidráulicas se encuentran brigadas de varias provincias en el occidental territorio.
El objetivo radica aquí en aumentar el respaldo de agua en tuberías para la población, de ahí la ejecución ahora de un conducto de 400 milímetros, señaló.
Lo que complejiza esta obra no es el terreno sino la garantía de existencia de las piezas de conexión; pero se están dando soluciones y se avanza, detalló.
También dependemos de los momentos en que no se preste el servicio de abasto para poder quitar los tapones y progresar, precisó Naranjo Terrero.
Ya se ha visto la mejoría en el suministro a los habitantes de la zona Alta B – puntualizó- y en dependencia de la marcha de las labores será aún más favorable la situación.
Esta rehabilitación permitirá asegurar los nuevos criterios de sectorización a partir de la obtención de una mayor eficiencia del sistema, al ejercerse un mejor control de los parámetros de calidad, cantidad y presiones establecidas las 24 horas, según las normas actuales.