Investigadores del FBI analizan los registros de posibles comunicaciones entre miembros del Congreso y los simpatizantes del expresidente estadounidense D. Trump que irrumpieron en el Capitolio de EE.UU. el pasado 6 de enero, para averiguar si alguno de los congresistas ayudó voluntaria o involuntariamente a los manifestantes, reporta CNN, que cita a un funcionario anónimo familiarizado con el asunto.
En particular, hay datos recopilados que podrían comprobar que algunos legisladores sí contactaron a los manifestantes antes del asalto. Además, los agentes lograron apoderarse de comunicaciones entre supuestos asaltantes, en las que estos hablan de sus vínculos con los congresistas.
Asimismo, los oficiales del FBI consiguieron obtener las imágenes de seguridad captadas por las cámaras de la Policía del Capitolio, que podrían arrojar luz sobre si, como se ha dicho, algunos miembros del Congreso llegaron a procurarles visitas guiadas a los que luego participaron en la protesta.
Hasta ahora, sin embargo, la agencia de seguridad no ha hallado evidencias de que algún legislador contribuyera a sabiendas o incluso de manera forzada a facilitar la irrupción.
Este jueves, la Cámara de Representantes de EE.UU. decidió cancelar temporalmente su sesión, luego de que la Policía del Capitolio alertara del posible complot de «un grupo identificado de milicias» para asaltar de nuevo la sede legislativa estadounidense. La amenaza podría provenir de miembros de QAnon, conocido movimiento de la extrema derecha de EE.UU., según estiman los medios estadounidenses.
En total, los fiscales federales han presentado cargos contra más de 300 personas por su involucramiento en el asalto al Capitolio de EE.UU., que cobró la vida de cinco personas, incluyendo a un oficial de Policía, recoge Reuters.