En una reunión mantenida este domingo con representantes de organizaciones humanitarias internacionales en Teherán (capital persa), el ministro iraní de Salud, Bahram Einolahi, ha señalado que uno de los mayores problemas que está afectando a Irán en medio de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, son las crueles sanciones impuestas en su contra.
“A pesar del brote de COVID-19 en el mundo, no se brindó ayuda alguna a Irán y hubo sanciones injustas en el campo de medicamentos y equipos médicos contra la nación iraní”, ha denunciado.
En este sentido, Einolahi ha criticado el silencio de las organizaciones humanitarias internacionales ante las opresivas sanciones impuestas contra diversos países, entre ellos Irán, y afirmado que estas limitaciones que también incluyen los medicamentos para niños, “son una gran injusticia para Irán”.
Tras alabar la resistencia del pueblo iraní ante todas estas dificultades, el alto cargo persa ha subrayado que Irán ha logrado inyectar, hasta la fecha, más de 64 millones de dosis de la vacuna anti-COVID-19.
De hecho, ha resaltado, los extranjeros que viven en Irán son vacunados en los centros de vacunación del país, mientras que las organizaciones internacionales no han brindado asistencia alguna en este sentido.
Las sanciones “unilaterales” de EE.UU. en medio de la pandemia del nuevo coronavirus son las que han impedido directamente el acceso del país persa a medicamentos y equipos médicos, incluida la vacuna para combatir el letal virus, causando la muerte de varias personas.
Las autoridades iraníes han denunciado una y otra vez el impacto negativo del “terrorismo económico y médico” de Washington y las restricciones que dificultan las importaciones de medicamentos, equipos y artículos de primera necesidad, y las califican de crímenes de lesa humanidad.
(Tomado de HispanTV)