«El reto está en seguir adelante. Con las mejores canciones posibles. Trabajando duro como cultores del amor y la buena fe entre los seres humanos», expresó el cantautor Israel Rojas tras la gira de Buena Fe por España.
En una publicación realizada por el artista en su perfil en Facebook añadió que continuarán criticando lo que lo merezca para la construcción de un país mejor, pero jamás siendo alabadores de la derrota, la rabia y el “llantén lastimero” que se sabe que no arregla, ni funda nada, pero rentabiliza.
Nunca he creído en la competencia de quien mete más gente en un concierto, porque eso es un medidor muy injusto y variable, pero incluso en ese pantanoso campo, igual podemos hacer la competencia, dijo.
Señaló que hoy tienen más seguidores en España que nunca antes, su música, sobre todo el disco nuevo, está siendo escuchado en Cuba y en Latinoamérica mucho más.
Rojas afirmó que fueron los días más difíciles de su carrera; «una campaña absurda iniciada por dos despreciables, con conciencia de serlo y amplificada por personas y plataformas que mienten con total convicción y maldad».
Comentó que recibieron muchos consejos y sugerencias de regresar a Cuba y salir del ojo de tal huracán mediático pero se debían a quienes sacaron entradas para escuchar su música y a quienes cada día se enfrentan al odio y los retoños de fascismo en Europa y se ofrecieron a acompañarlos.
«Hemos obedecido a la voz de nuestras conciencias. Como siempre. Y hay heridas, claro que las hay».
Personas nobles y buenas los ofendieron por estar mal informadas, por escuchar y consumir información chatarra, reflexionó.
«Me niego a creer que lo hacen pues les gusta hacer daño. Y muchos boots y perfiles falsos tratando de hacer coro para armonizar el odio. Y también hemos tenido pérdidas económicas. Por supuesto».
Expresó todo su cariño para los que ya son hermanos, a los que alzaron su voz en solidaridad públicamente, a los que recibieron los golpes que estaban destinados a él, a los que viajaron kilómetros por escuchar una canción, a los que les dieron cobija y amparo.
De igual manera manifestó su desprecio inmenso, inolvidable, imperdonable a los que cultivan ese odio.
El cantautor explicó que les ofrecieron recibimiento en Cuba con los protocolos que se le prodigan a atletas que regresan de grandes victorias, hacer un gran concierto masivo en La Habana, agasajos y honores, lo cual rehusaron.
«Nosotros, agradecidos de tan buena vibra y la admiración que quizás provoca en algunos, esta tozuda voluntad de defender la música, que es nuestra manera de defender lo que para nosotros es Cuba, pero hemos dicho que no».
Queremos llegar al abrazo de nuestras madres, de nuestras parejas, nuestros hijos y familiares, que tanto han sufrido, aclaró.
Añadió que no quieren alterar la programación normal de conciertos que están pactados, ni capitalizar estos sucesos para beneficio personal.
«No es necesario. Nada hemos hecho extraordinario. Solo hemos sido nosotros mismos», concluyó.