La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos le pidió hoy a Johnson & Johnson que descarte alrededor de 60 millones de dosis de su vacuna Covid-19 que se produjeron en una planta en problemas en Baltimore.
Lo informaron dos personas familiarizadas con el asunto.
La FDA ordenó que se desechen las vacunas después de determinar que «no eran adecuadas para su uso», informó la agencia.
Sin embargo, la FDA planea permitir que Johnson & Johnson distribuya 10 millones de dosis que fueron fabricadas en la misma instalación.
La agencia dijo en un comunicado de prensa que autorizó el uso de algunos lotes, pero no otros, pero no proporcionó números específicos.
«Estas acciones siguieron a una revisión exhaustiva de los registros, incluido el historial de producción de la instalación y las pruebas realizadas para evaluar la calidad del producto», se lee en el comunicado el Dr. Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica de la FDA.
Las dosis en cuestión fueron producidas en la planta de Emergent BioSolutions en Baltimore. La instalación desechó ingredientes para 15 millones de dosis a fines de abril debido a la contaminación con materiales de la vacuna AstraZeneca, que también se fabricó en la planta.
La inspección posterior de la FDA de la instalación de Baltimore reveló que tenía serios problemas con las condiciones insalubres y no había capacitado adecuadamente a los trabajadores.