La judoca Idalys Ortiz lo quiso y logró hoy el sueño de ganar la cuarta medalla olímpica, ahora plateada, lo que constituye su tercera final y cuatro podios, en los Juegos bajo los cinco aros, a lo que se une que fue la primera y última del judo cubano en Tokio.
Con escenario en el Nippon Budokan de la capital japonesa, la artemiseña Idalys Ortiz (1-2-1) ofreció buen judo, con variedad de técnica desde su primer combate cuando venció en octavos de finales y por Wazari (Seoi-nage en Regla de Oro) a la portuguesa Rochele Nunes, a los 5:58 minutos.
Luego superó en cuartos de finales y por Wazari Awasete Ippon, a los 2:25 minutos del tiempo reglamentario, a la china Shiyan Xu, quien no pudo impedir los Wazari con Tsuri-ghoshi y Seoi-nage, en ese orden.
A su paso por la zona mixta y pendiente de los restantes, saludó con signos de satisfacción a los periodistas cubanos y aprovechó para ver en la televisión del área el combate de la francesa Romane Dicko, su próxima rival en semifinales.
Dicko, campeona europea y de varios Grand Slam y Grand Prix, derrotó por Ippon en cuartos a la brasileña María Suelen Altheman, pero no pudo con la multimedallista mundial (2-2-4) de 31 años de edad.
La discípula de Yordanis Arencibia, Idalys Ortiz, aseguró la plata con triunfo por Wazari (Yoko-guruma) a los 2:13 minutos del tiempo reglamentario contra la gala.
Ya con la etiqueta de más laureada a este nivel por color de medalla en Cuba (1-2-1) –dejó atrás a la estelar Driulis González (1-1-2)- y le dio continuidad a la cadena de preseas olímpicas que comenzó en Montreal 1976, con Héctor Rodríguez, primer titular cubano bajo los cinco aros.
Con esa inspiración adicional enfrentó en la final a la japonesa de 21 años Akira Sone, oro en el mundial de 2019 y de los Juegos Asiáticos, pero no pudo mantener el ritmo que la exigió la nipona, pero llegó al destacado botín plateado.
El resultado final, perdió por penalizaciones de 3-1 Shidos frente a una anfitriona de menor estatura y peso corporal cuando el reloj marcaba los 8:52 minutos en una larga Regla de Oro.
A su llegada a la zona mixta todos los periodistas cubanos que la esperaban para felicitarla, se dispuso a contestar cada una de las preguntas.
“Fue un fuerte combate, pero los combates se ganan o se pierden, así de sencillo. Vinimos a buscar una medalla y está ahí”, explicó a la primera interrogante, pero continúo “es la cuarta para mí y estoy muy contenta”.
“Muchas personas creyeron que no era posible, yo sí. Me sacrifiqué y esforcé en muy poco tiempo. Pienso que ha sido una hazaña”.
Sobre su primera rival expresó “todas son competidoras de mucho nivel por algo están aquí. La muchacha tiene nivel, tiene una altísima calidad. Hemos competido varias veces y en ocasiones he perdido con ella”.
Nuevamente Idalis logra la única medalla del judo cubano, al igual que sucedió en Río de Janeiro 2016 y eslabona la cadena de preseas que comenzó en Montreal 1976: “no me presionó esa situación. No nos gusta regresar sin medalla”.
Felicitaciones campeona. #Cuba te admira y quiere. Eres inspiración para nuevos éxitos de la delegación olímpica cubana. #ACubaPonleCorazónhttps://t.co/YBh3p1zNCl
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) July 30, 2021
En relación con el futuro dijo: “realmente pienso que hay que hay que trabajar, tenemos muchos atletas que tienen condiciones, deseo. Vamos a necesitar lo que en esta ocasión no tuvimos por muchos motivos, el tema de la COVID-19 intervino para mal”.
“Pienso que trabajando y con un poco de participación internacional y con deseos, pueden venir muchos atletas que tengan los resultados”, aseguró quien sobre su retiro apunto “eso no lo sabe nadie”.
Al preguntarle sobre que representan para ella Héctor Rodríguez, Ronaldo Veitía y su padre respondió con la modestia que la caracteriza “estas tres personas representan para mí” e interrumpió la idea para explicar: “ahora mismo hablar de mi padre me cuesta trabajo, pues efectivamente van a hacer nueve meses de su muerte”.
“Héctor Rodríguez y el profesor Veitía han sido ídolos, mis guías, al igual que mi padre. Han dejado un legado, han dejado una enseñanza, han sido educadores. Realmente yo como seguidora del judo me he acatado a todo el legado que todas esas personas”.
“Hablando un poquito de mi padre, realmente hoy no está, primera vez que vengo a unos Juegos Olímpicos y él no está. Esta medalla principalmente va dirigida a él, me propuse llegar acá y hacerlo por él”
Sobre Driulis González en particular dijo “realmente la intención no es superarla, mejorarla, sino igualarla. Ha sido la atleta más laureada y como siempre lo digo, siempre fue mi ídolo. Yo siempre quise seguir los pasos de Driulis, hoy por el gran esfuerzo mío estoy igualando a Driulis con cuatro medallas olímpicas”.
“El caso no es superarla, mejor es seguir el legado, incluso si decidiera seguir y buscar otra medalla olímpica, mi intención no será superarla, sino seguir el legado que todas estas campeonas dejaron como Estela Rodríguez, Daima Beltrán, Amarilis Savón, perdonando a las otras o muchas otras que no mencioné, seguir el legado que dejaron”.
Sobre la japonesa apunto que son atletas jóvenes que están mucho mejor preparados, y recordó que hace solo dos meses y un poquito que hemos hecho la preparación final. Es una atleta joven, muy buena, al igual que cualquiera de las otras competidoras aquí presentes”.
Hoy también compitió por Cuba, Andy Granda (más de 100 kg), quien fue aventajado en la ronda de 32 por Wazari por Tamerlan Bashaev, de Tayikistán.
De esta forma, el judo cubano se despidió de Tokio con solo la medalla de Ortiz, conseguida en el cierre del accionar del torneo individual de este arte marcial.