El jugo de tomate o zumo de tomate es un preparado que tiene como protagonista principal al tomate y suele emplearse también como bebida e ingrediente líquido en ciertos cocteles como son el norteamericano Bloody Mary (con Vodka), el Caesar, la cerveza preparada (con cerveza) y la Michelada mexicana.
Está considerado una bebida popular que proporciona una amplia variedad de vitaminas, minerales y los potentes antioxidantes propios de este vegetal. Es particularmente rico en licopeno, un poderoso antioxidante con impresionantes beneficios para la salud.
Consumido regularmente y en las primeras horas del día, el jugo de tomate ayuda a comenzar el día de la mejor forma posible.
Fue realizado y servido como bebida, por primera vez, en el año 1917 por Louis Perrin en el French Lick Springs Hotel en el sur de Indiana, cuando hubo un déficit de zumo de naranja y era necesario urgentemente un substituto. La combinación de tomates triturados y tamizados logró ser muy popular entre los hombres de negocios como bebida en la ciudad norteamericana de Chicago.
Se dice que es beneficioso para la piel, por lo que se recomienda cada mañana tomar un poco jugo de tomate natural. Se dice que es como aplicarse un tratamiento de belleza en la piel. Esto se debe a su capacidad antioxidante capaz de luchar contra los radicales libres, esos elementos que favorecen el envejecimiento de las células y la aparición de arrugas.
Por lo que nos ayuda a tener una piel más joven, más suave y libre de impurezas. Así que, sin dudarlo, al igual que nos aplicamos una crema hidratante diaria, no debemos olvidar de “cuidar nuestro interior” con este remedio natural.