El juicio político contra el expresidente estadounidense Donald Trump en el Senado se sumó a una cadena de hechos que evidencian las divisiones existentes hoy en el interior del Partido Republicano.
Con una votación de 57 votos a favor y 43 en contra, los senadores eximieron este sábado al exgobernante de responsabilidad en el ataque de sus seguidores al Capitolio federal el 6 de enero.
En esa sesión, siete republicanos se unieron a los 50 demócratas para condenarlo, hecho que evidenció que existe una fracción del partido rojo ansiosa por deslindarse de la sombra de Trump.
El líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, votó a favor de la absolución, pero emitió críticas fulminantes al comportamiento de Trump, una señal de que cree que el Partido Republicano debe pasar página para ser competitivo en el futuro.
Según el diario The Hill, McConnell presiona por un futuro post-Trump para esa agrupación política, después de estar alineado con él durante sus cuatro años en la Casa Blanca.
En declaraciones después de la votación, McConnell dijo a los periodistas que Trump era ‘práctica y moralmente’ responsable del ataque del 6 de enero y sugirió que podría enfrentar cargos criminales.
Según el diario The New York Times, al ofrecer su condena más incisiva al exmandatario hasta la fecha, McConnell lo acusó de difundir mentiras sobre una elección robada que sabía que provocaría actos peligrosos por parte de sus seguidores.
En otro orden de cosas, Trump mantiene una enorme influencia sobre una gran parte del Partido Republicano que todavía lo ve como su líder, según el rotativo neoyorquino.
‘Nuestro movimiento histórico, patriótico y hermoso para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande acaba de comenzar’, dijo Trump. ‘En los próximos meses tengo mucho que compartir con ustedes y espero continuar nuestro increíble viaje juntos para lograr la grandeza estadounidense’.
Trump condenó el juicio y lo describió como la ‘última fase de la mayor cacería de brujas en la historia de nuestro país’.
Al mismo tiempo, incluso los detractores de Trump le atribuyen el inicio de una nueva era de política populista que se centró en una agenda de reelaboración de acuerdos comerciales con otras naciones.
Esos sentimientos encontrados sobre Trump profundizaron las divisiones entre los republicanos mientras el partido lucha por su futuro, estima el Times.
Sin embargo, existen facciones de decenas de funcionarios de administraciones republicanas que hablan incluso de fundar una nueva agrupación política de centro derecha, que responda mejor a sus intereses.
Las primeras etapas de las discusiones incluyen a personalidades vinculadas a los gobiernos de Ronald Reagan, George H.W. Bush, George W. Bush y Trump, una parte de ellos son exembajadores y estrategas, dijeron fuentes familiarizadas con el asunto a la agencia noticiosa Reuters esta semana.