La Associated Press (AP) informó el inicio, este martes, del segundo juicio político a Donald Trump, primero en la historia de los Estados Unidos.
Sus abogados lo han denunciado como “puro teatro político”.
Es interesante anotar que para ellos los demócratas interpretan el escándalo del asalto al Capitolio como vía para obtener dividendos.
A la vez, el expediente judicial representa un ataque a las acusaciones de los demócratas.
El documento, con tono sarcástico, los acusa de esgrimir argumentos “absurdos” y de “silenciar a un rival político”.
Y agrega: “Los demócratas nunca quieren desperdiciar una buena crisis y son incapaces de entender que no todo es culpa de sus adversarios”.
AP recordó que esta semana el Senado analizará si se lleva a juicio al ex mandatario en una discusión que será bien complicada.
Como se ha dicho, Trump es acusado principalmente de incitar a la violencia tras rechazar los primeros resultados de las elecciones presidenciales.
Los 100 senadores escucharán los argumentos presentados por congresistas demócratas y los abogados de Trump.
Para poder activar el juicio, los 17 senadores republicanos tendrían que sumarse a los 50 demócratas, algo no seguro.
Uno de los objetivos por los cuales se le quiere llevar a juicio es inhabilitarlo para postularse a las elecciones en 2024.
Al mismo tiempo, los abogados defensores tratarán de fabricar dudas acerca de la constitucionalidad del proceso y la culpabilidad de Trump.
Los parlamentarios demócratas denunciaron que “traicionó al pueblo estadounidense” y que lo que hizo es indefendible e inexcusable.
Lo más importante que hará el Senado en la sesión de este martes es definir los parámetros que tendrá el juicio político.
Además de precisar si habrá declaraciones de testigos.
Uno de ellos ya se ofreció, Jacob Anthony Chansley, quien entró al Capitolio disfrazado de guerrero sioux.
Por eso los abogados harán lo imposible para no convocarlos ni se entreviste al ex mandatario, negado a testificar.
Insisten que el Senado no tiene derecho a enjuiciar a alguien que ya no ocupa la presidencia, argumento cuestionado por numerosos expertos, incluso conservadores.
El juicio comenzará hoy martes con un debate y votación si es constitucional enjuiciar a un ex presidente, punto de vista que vendría bien a legisladores republicanos que desean verlo exonerado, pero no quieren avalar su conducta.
Las opiniones iníciales comenzarán el miércoles al mediodía y cada parte tendrá un máximo de 16 horas para presentar sus criterios.
Bajo un acuerdo preliminar logrado entre el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y el líder de los republicanos en la cámara alta Mitch McConnell, el proceso hará una pausa el viernes en la tarde por el Shabat judío, a solicitud del equipo de Trump, y se reanudará el domingo.
De esta manera se demuestra que el acusado y sus ángeles protectores avalan el muy grave delito cometido.