Posiblemente Julio Duarte Alonso y Sebastián Ferrer Pimienta sean dos de las personas más admiradas y queridas por el pueblo pinareño. Ambos con raíces «guajiras», como ellos se autodefinen, llevan casi 45 años juntos detrás de los micrófonos de Radio Guamá describiendo cada triunfo del deporte pinareño y, aunque es muy difícil encontrar el dato, se puede asegurar que constituyen la dupla de narradores comentaristas deportivos (en activo) más experimentada de Cuba y quizá una de las más longevas del mundo.
A pesar de estar acogidos a la jubilación siguen poniéndole voz y emoción a cada jugada que se da en el estadio Capitán San Luis, y en la actual temporada beisbolera describieron el primer compromiso particular que acogió Vueltabajo entre los vegueros pinareños y los alazanes de Granma.
Con dos estilos de narración diferentes, Julio más sereno, calmado, y Ferrer más jocoso e impulsivo, esta pareja de comentaristas ha calado muy profundo en los miles de seguidores del deporte, y en especial del béisbol en Vueltabajo, al punto que es casi imposible para la afición verlos por separado, ellos constituyen uno solo, son la voz de Pinar del Río.
-¿Cómo fueron los inicios de Julio Duarte y Sebastián Ferrer como pareja de narradores deportivos?
Julio Duarte: Nosotros comenzamos como pareja de narración en la segunda mitad de la década del 70 que, por cierto, fueron años gloriosos para el béisbol en Pinar del Río, ya que en 1978 Vegueros logró su primera corona en series nacionales, y nosotros tuvimos la oportunidad de estar con los peloteros y el pueblo pinareño en ese momento histórico. Desde ese entonces hemos narrado cada uno de los triunfos de los elencos vueltabajeros en series nacionales y selectivas.
Sebastián Ferrer: Por ese periodo de los años 70 se abre aquí en Pinar del Río un curso para aspirantes a narradores-comentaristas con grandes maestros como Eddy Martin, Héctor Rodríguez, Boby Salamanca y Rubén Rodríguez, que vinieron desde la capital para impartir las clases de ese curso que duró un año. Durante ese año nosotros no pudimos narrar en vivo, usábamos una grabadora y nos evaluaban de esa manera, al año fue que llegamos a la radio en vivo.
-¿Después de tantos años juntos, cómo fluye la transmisión de un juego de pelota narrado por Julio y Ferrer?
SF: Nosotros hemos logrado una gran química a lo largo de los años, pero yo considero que nuestro éxito ha radicado en que nunca ha existido celo profesional, eso no cabe entre nosotros, aquí ninguno es mejor que el otro, lo que siempre queremos es hacer bien nuestro trabajo. Nosotros nos complementamos de tal manera que ya podemos hasta narrar con señas, a mí se me puede perder un flay durante el partido que rápido Julio se percata y me dice.
JD: Nos hemos entregado siempre de cuerpo y alma a nuestro trabajo, y venimos a la cabina a ganar el partido. Sí, porque los narradores también ganamos los juegos de pelota, ganamos cuando terminamos una transmisión y podemos decir que todo salió impecable, que los errores fueron detalles mínimos sin mucha connotación. Después que nos reunimos al final de cada partido a hacer el análisis de lo sucedido y llegamos a esa conclusión, podemos afirmar que ese juego lo ganamos nosotros también, esa es nuestra mayor recompensa.
Desde hace varias temporadas las emisoras provinciales narran para los dos equipos involucrados, ¿Cómo se despega un comentarista de su pasión para ser imparcial?
JD: Narrar para dos provincias marca una diferencia, pero el compromiso de nosotros es siempre respetar a ambos equipos y sus aficiones. Desde que llegamos a la cabina nuestro objetivo es que las cosas nos salgan bien y que prime la calidad en nuestras descripciones y comentarios. Los peloteros ganan su juego en el terreno y nosotros frente al micrófono.
SF: Si yo te digo que no quiero que gane Pinar del Río te estaría mintiendo, pero, aunque a veces me duele, tengo que hacer mi trabajo de manera coherente y parejo. No creo que se trate de ocultar las simpatías, se trata de mostrar respeto y hacer las cosas bien en todo momento.
¿En su opinión qué no puede faltar para llegar a ser un buen narrador deportivo?
JD: Decía Boby Salamanca que para este trabajo había que tener ese «bichito» en la sangre. Pero para lograr ser bueno en este arte de narrar es muy importante no creer que te la sabes todas, esta es una profesión complicada, y es fundamental saber captar el cariño de la gente.
SF: Yo considero que hay que nacer con ese don, claro si uno lee, se prepara, estudia reglas, puede llegar a convertirse en un gran narrador. Ahora mismo en el país hay varios muchachos jóvenes que vienen despuntando con calidad, a medida que vayan adquiriendo experiencias llegarán lejos en este bello oficio. No tengo dudas que el relevo en la provincia está garantizado.