Difícil es sobresalir siempre en toda empresa que se proponga el ser humano, máxime cuando la innovación, las buenas prácticas, los deseos de satisfacer las necesidades más exigentes y los precios competitivos deben ser puntales en el día a día.
En los tiempos que corren son muchos los que prefieren menos clientes sobre la base de mayores ingresos, pues no es un secreto que el costo de la vida se ha incrementado exponencialmente, y con ello lo que acarrea compra venta de productos y servicios.
Sin embargo, no todos piensan de esta manera, ya que todavía hay a quienes les complace servir y hacerlo bien por encima de cualquier interés.
Este es el caso de Liset Páez Velazco y Joel Labrador Cruz, un matrimonio consolareño de emprendedores que hace algunos años optó por seguir la trayectoria de una carrera familiar basada en los oficios de belleza y peluquería, y que hoy concretan grandes sueños.
Para ellos, lo más importante es la calidad del servicio y las atenciones al cliente.
COMIENZOS
Según Joel Labrador Cruz, en su familia siempre existió la inclinación por los servicios de peluquería, por los de belleza de forma general. Y fue gracias al empuje de sus tías y primas, quienes residían en la capital y contaban con salones afines, lo que les hizo finalmente dar el salto hacia esa forma de vida.
“Mi familia siempre tuvo espacios para la peluquería, yo estudié magisterio, y realmente no me interesaba mucho ese campo. No obstante, con el tiempo, la incipiente idea de poner un establecimiento de belleza se convirtió en un estilo y una forma de vida, en una carrera familiar.
“Un día nos decidimos a invertir en esta rama y construimos el primer local, cerca de nuestra casa en la calle 72 del municipio de Consolación del Sur”.
Los inicios no fueron fáciles, porque como novatos en un mundo muy técnico, especializado y de detalles, tuvieron numerosos tropiezos y encontronazos a la hora de prestar servicios.
“Nosotros teníamos bastante conocimiento empírico de todas las cosas, pues como decía, mi familia ya tenía raíces en esta área, y nos apoyaron cantidad, pero tuvimos que aprender, estudiar y superarnos.
“Por ejemplo, con el tema de los recursos y productos para trabajar, al principio tuvimos ciertas dificultades, pues no podíamos hacerlo con artículos importados. Pero contamos con varios amigos que nos apoyaron en las solicitudes y conversatorios de este tipo con el Gobierno, hasta que al final se flexibilizaron las medidas en el país, por lo que contar con nuestras importaciones era una garantía”, manifestó Joel.
En sus inicios, Lisy y Joe, como se les conoce en este mundo, también contaban con servicios de manicure y pedicure de forma paralela a la peluquería, pues dentro de su concepción estaba que las clientas que llegaran a su local pudieran disponer de todas las opciones para lucir más bellas y salieran satisfechas con las atenciones recibidas.
“Al pasar los años, ya con el bichito dentro, como se dice en buen cubano, comenzamos a desear tener un lugar más grande, que luciera más, que tuviera mayor impacto en la comunidad. Y empezamos a insistir en el arrendamiento del espacio de la peluquería oficial del municipio”.
UN NUEVO LOCAL, UNA NUEVA PELUQUERÍA
La decisión de la pareja sobre restaurar el local de la emblemática peluquería municipal y no otro, no fue al azar. Según sus palabras, el espacio ya de por sí era propicio para desempeñar las labores asociadas al cuidado de la belleza femenina.
Para Liset Páez Velazco, esposa de Joe, restaurar este local fue un sueño hecho realidad.
“Es un lugar que se encuentra en una esquina céntrica, por así decirlo. Además, siempre fue la peluquería insignia del territorio y era una lástima que nadie se hubiese interesado por su rescate. Es cierto que estaba en condiciones pésimas, pero solo necesitaba un poco de amor.
“No nos desanimamos por eso. Rápidamente, al darnos la posibilidad de su arrendamiento, ni lo pensamos. Nos hicimos cargo de su reparación capital, pues queríamos devolverle todo su esplendor. Sabíamos que una vez revitalizado, este generaría muchas expectativas y alegrías a los consolareños”.
Ambos aseguran que las inversiones en este nuevo local iniciaron desde cero, pues a su llegada solo la infraestructura de mampostería era lo único en buen estado.
Entre las distintas acciones que hicieron están el cambio completo de la carpintería de madera y metal, inexistente; así como de los yales, cerrojos y picaportes. Además, se construyó y azulejó el sistema de baños, y se situaron lavacabezas y sillones nuevos.
También se rasparon las paredes y se le aplicaron varias manos de pintura sobre la base de aceite al local; se arrancaron los vestigios del arcaico sistema eléctrico y se tiraron líneas completamente nuevas de conjunto con el resto de la infraestructura que componen otros accesorios como alumbrado, tomacorrientes, interruptores, breakers y demás.
Cómo bondades extras, la peluquería estará totalmente climatizada y tendrá una planta eléctrica para la continuación y terminación de los servicios y tratamientos, en caso de posibles cortes eléctricos.
Joe comentó que por temas relativos a la seguridad decidió enrejar puertas y ventanas y optaron por reestructurar la jardinería y el acceso, para que el sitio fuera más hermoso e inclusivo.
A la fecha, llevan alrededor de seis meses atendiendo cada detalle de las construcciones y acondicionamientos de los diferentes puestos de trabajo. “Todo el tiempo dedicado a esta peluquería es poco. Nos afanamos y cuidamos cada cosa al detalle. Hablamos de un salón de belleza, y como el propio nombre lo dice, nosotros no concebimos que en el momento de la apertura exista algo feo o fuera de lugar. Es un lugar para la belleza, y nosotros honramos eso”, dijo Joe.
¿PRECIOS?
Sobre este apartado, Lisy y Joe aseguraron que la apertura de este nuevo local no incidirá en un aumento de precios.
“En cuanto al tema de los precios, te comento que los tenemos inferiores al resto de los locales de igual tipología. A las personas que acuden a los salones de belleza no les importa pagar un poco más, siempre que estén satisfechas y se les atienda bien.
“Sin embargo, nosotros hemos luchado por tener el paquete completo. Dígase la excelencia en cada uno de los servicios que brindamos, así como los precios más competitivos y accesibles”, refirió Lisy.
“La actividad comercial asociada a la belleza siempre ha sido cara, pero nosotros la vemos más desde el punto de vista estético. Creo que lo que nos define, y nuestra meta final, es tener una calidad suprema en el servicio que brindamos.
“Con este nuevo paso de la apertura de la peluquería insignia y emblemática del municipio, muchas personas están escépticas y preocupadas por si subiremos los precios.
“Pero no. Conservaremos el mismo cuerpo de peluqueras y trabajadoras, y los precios, a pesar de todas las grandes inversiones que hemos hecho, se van a mantener igual. Lo que sí queremos y pretendemos es mejorar las atenciones y el confort de las clientas y trabajadoras”, expresó Joe.
BELLEZA PARA TODAS
Lisy y Joe no dejan de soñar y lo hacen en grande. Pero sus sueños no solo abarcan su propia comodidad y ganancias económicas, sino que también desean el bienestar social.
“Tenemos muchos sueños e ideas para este nuevo empeño. Entre ellas, comenzar una ola de acciones de carácter social. Con esto queremos decir que nuestro primer impulso y accionar será el de prestar servicios de forma casi inmediata y gratuita en la escuela de conducta del territorio.
“Mi esposa y yo trabajamos y nos conocimos allí, y tenemos un sentido de pertenencia muy grande con ese lugar. Sabemos que por diferentes causas las muchachitas del centro quizás no tengan acceso a los servicios de peluquería, y queremos hacerlas sentir más bellas”.
De igual forma, Lisy y Joe tienen concebido, un poco más adelante en el tiempo, poder llegar a los barrios vulnerables y a las dos casas de abuelos del municipio de forma mensual, pues comprenden que las personas de la tercera edad también deben verse bellas.
“En este sentido estamos abiertos a ideas y sugerencias de las propias personas y del Gobierno para hacer una obra social bella, de gran alcance e impacto. Queremos llegar y aportar nuestro granito de arena en lo que podamos”.