La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este viernes una ley para reactivar la prohibición de ciertas armas semiautomáticas, informa AP. El proyecto de ley haría ilegal la importación, venta o fabricación de una larga lista de armas semiautomáticas, aunque exime a las que ya están en posesión.
Se trata de la primera votación sobre la prohibición de las armas en años, después de que en 2004 expiraran las restricciones impuestas a la fabricación y venta de este tipo de armas adoptadas por el Congreso en 1994, y de que el órgano legislativo fuera incapaz de reunir el apoyo político necesario para contrarrestar al ‘lobby’ armamentístico y reinstaurar la prohibición.
En Estados Unidos se ha intensificado la preocupación por la violencia con armas a raíz de los mortíferos tiroteos perpetrados por jóvenes con armas semiautomáticas de alta potencia, que han conmocionado al país. Algunos de estos incidentes recientes son el tiroteo que tuvo lugar en Highland Park (Illinois) durante un desfile del 4 de julio, Día de la Independencia estadounidense, cuando un tirador de 21 años asesinó a siete personas e hirió a 48, o la masacre de Uvalde, en Texas, en la que 19 niños y dos adultos murieron en una escuela primaria a manos de un adolescente de 18 años el pasado 24 de mayo.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, impulsó la votación al afirmar que la prohibición anterior había «salvado vidas». Por su parte, el actual presidente, Joe Biden, que contribuyó a asegurar la primera prohibición de las armas semiautomáticas como senador en 1994, alentó la aprobación. Su Administración afirmó que durante los 10 años que estuvo vigente la ley los tiroteos disminuyeron, y que al finalizar su vigencia el número de asesinatos masivos se triplicó.
La Cámara de Representantes está dominada por los demócratas, quienes esta semana aprobaron el proyecto de ley con 217 votos a favor y 213 en contra, aunque probablemente el proyecto se estancará en el Senado, que está dividido al 50% entre los dos partidos. Los republicanos se opusieron firmemente a limitar la propiedad de las armas de fuego de alta potencia durante un debate antes de la votación, porque consideran que, como dijo el representante de Georgia, Andrew Clyde, «una América armada es una América segura y libre».
Por su parte, el demócrata de Massachusetts Jim McGovern dijo que la prohibición de las armas no tiene como objetivo quitarles a los estadounidenses su derecho a la segunda enmienda, sino garantizar que los niños tengan también el derecho «a no ser disparados en la escuela».
Las organizaciones nacionales de prevención de la violencia con armas de fuego describen las acciones de la Cámara como un paso prometedor para conseguir que se aprueben futuras restricciones a nivel federal y que dan el mensaje de que «el cambio es posible».