Cada 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson, establecido en 1997 por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para crear conciencia sobre los impactos de esta enfermedad neurodegenerativa y honrar, en la fecha de su nacimiento, al neurólogo británico James Parkinson, quien describió, en 1817, lo que entonces llamó parálisis agitante.
El doctor en Ciencias Médicas y especialista en Neurología, Javier Vicente Sánchez López, precisó a Granma que los síntomas principales de la enfermedad de Parkinson son motores, en particular la rigidez, el temblor, la disminución de movimientos o incapacidad total para hacerlos, entre otros. Esto hace que el paciente tienda a encorvarse y busque su centro de gravedad, dando pasos cortos.
«De manera general, suele comenzar por afectar un miembro superior derecho o izquierdo, es decir, la persona empieza a notar más torpeza, al usar una de las dos manos, la aparición de un ligero temblor o que siente cierta rigidez», explicó.
Según precisó Sánchez López, ocurre con mayor frecuencia en las personas mayores de 65 años, pero hay estudios internacionales que plantean que se inicia antes de los 50, en alrededor del 5 % al 10 % de los casos.
Asimismo, aseveró, de modo general afecta más a los hombres que a las mujeres, y en las últimas décadas figura entre las principales causas de discapacidad en el mundo.
«Los avances de la ciencia sugieren que la aparición del Parkinson parece estar vinculada, en gran medida, al déficit de dopamina en el sistema nervioso, mientras que otros estudios la relacionan con «un probable carácter hereditario, es decir si existen antecedentes familiares, y a la exposición de compuestos contaminantes».
El doctor Héctor Vera Cuesta, director general del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) y las doctoras Ivonne Pedroso, especialista en Neurología, y María Teresa Solomon, especialista en Neurocirugía, detallaron a Granma que más de 1 500 pacientes se han beneficiado con esos tipos de cirugía, con una eficacia de más del 68 % en la mejora de los síntomas motores, muy similar a la lograda por los estimuladores.
«Los efectos favorables del acto quirúrgico evidencian que menos de un 3 % presentó complicaciones asociadas a la cirugía». Asimismo, en los últimos tiempos, los especialistas del CIREN utilizan la estimulación cerebral no invasiva como una alternativa para mejorar la atención.