No fue para ella algo imposible, pues dice que lo que se propone lo consigue, a pesar de sus escasos 18 años, pero en su espectro no estaba estudiar esta carrera, su opción más cercana era la escuela militar Camilo Cienfuegos y en un futuro ser criminalista.
Fue uno de esos días en que el destino da vuelcos y te lanza hacia caminos desconocidos, pero que, para suerte de todos, el tránsito sería muy bien logrado.
PRIMEROS PASOS DEL ANDAR
No era de “quemar los libros”, pero en ocasiones, la constancia y el sentido del deber llegan a ser tan importantes como la inteligencia para llevar a cabo una carrera con éxito, ahí estuvo la clave en Nierelkys Maderas Guzmán, cursar el Técnico Medio en Derecho, en el centro politécnico Primero de Mayo de Pinar del Río, resultó ser un sueño desconocido, pero apasionante.
“Todo lo que pude conseguir se lo debo a mis profesores, fueron en sí el corazón de que este experimento resultara. Fue culpa de Yudelka, mi profesora guía, de terminar enamorada de la carrera que elegí, una mujer exigente, responsable, a tiempo completo con sus discípulos, nunca nos soltó de la mano, ella fue un eslabón trascendental en el éxito que pude obtener en estos tres años”.
En teoría le debe a Yudelka, pero en su práctica, a cada una de las personas que estuvieron al pie de la letra con la intención de amoldarla en las rutinas de cada una de las instituciones jurídicas por las que pasó, en especial las del Registro Civil, allí, en la sección de ciudadanía, específicamente en lo referente a las subsanaciones de error, sobresalieron nombres como Osmili, Elenny, Reinier, Katiuska.
“En este departamento aprendí muchísimo, de allí supe de casos concretos que hasta ese momento eran solo referencias bibliográficas, adentrarme en la práctica del mundo técnico de las leyes fue la excusa para que, hasta hace apenas unas semanas, discutiera mi tesis y la elección fuera este mismo lugar”.
Sin creerlo, ella misma tal vez eligió esta área de registradores, luego de tener la experiencia y pensar que el Tribunal Provincial Popular (TPP) sería la casa que la acogería al término, institución primera que la recibiera. Allí era donde quería estar, caprichosamente no se veía en ningún otro sitio que no fuera el vetusto edificio de la Audiencia.
Fue un mayo cuando, inevitablemente, tuvo que rotar por otros centros y entra así al Registro Civil de la ciudad pinareña, “hasta lloró”, me dice, se batió entre tomos y folios, entre certificaciones de matrimonio o nacimiento, pero lo que nunca imaginó fue que sería allí donde realmente cobraría sentido la decisión de estudiar esta carrera. “Y me enamoré, si en mi camino no hubieran estado las subsanaciones de la sección de ciudadanía, hoy el resultado fuera otro, no fuera allí donde me esperaría un puesto de trabajo”.
CONTINÚA LA MARCHA
Ahora enero le dará la bienvenida, el Registro Civil le abrirá las puertas como técnico jurídico auxiliar, por decisión propia. El cambio de estudiante a profesional ya se respira en ella, pero sin perder tiempo, y con ánimos de crecer y llegar lejos, Niurelkys ya se lanzó a sueños más altos, la vi ese día que conversamos enfrascada en hacer su prematrícula para iniciar la licenciatura en Derecho, oportunidad que le mostrará todos aquellos conocimientos que le faltaron durante su Técnico Medio, pero que ahora tiene a la mano, este es su nuevo propósito.
A distancia seguirá sus estudios, aunque por ser la mejor graduada le otorgaron la ventaja de estudiar en el curso regular diurno, de la universidad Hermanos Saíz, pero eligió la vinculación del aula con el trabajo, no obstante, viniendo de ella, será garantía un buen rendimiento, pues la juventud se impone siempre, ya se lo propuso y la universidad la espera.