En casa tiene cuatro hijos, 13, 9, dos y un año son sus edades, al más pequeño, aún lo lacta. Acababa de reincorporarse al trabajo de su licencia de maternidad cuando Ian azotó a Pinar del Río, y con saña a San Luis; en el consejo popular Río Feo, donde vive, más del 70 por ciento de las viviendas resultaron dañadas. Por las funciones que realiza es de las necesarias en la oficina de trámites y allí está.
LA TRABAJADORA SOCIAL
Ariseidys Chamizo Herrera tiene 33 años, convive con su prole junto a la abuela, dos hermanos y un tío, en una vivienda pequeña de apenas dos cuartos; lidia cotidianamente con muchos problemas, sin embargo, los compañeros con los que labora en la Zona de Defensa (ZD) 210907, solo tienen palabras de elogio para ella.
Como trabajadora social es la encargada de la atención directa a los vulnerables, su valoración es la primera en ser escuchada en el momento de distribuir donativos, hace suyas las gestiones de aquellos que saben necesitan ayuda.
Al preguntarle sobre las madres con tres hijos o más que comprenden las cuatro circunscripciones a su cargo en la demarcación, solo respondió con una cifra: “15”, fue Margarita Hernández Blanco, la presidenta de la ZD, quien acotó “incluida ella” y bastó esa frase para que todos los presentes empezaran a expresar los méritos de esa mujer menuda, en la que a simple vista no afloran rasgos que hagan presumir su fuerza.
“Es la heroína de la mesa”, “la de mejor carácter”, “nunca ha dado una mala respuesta por ninguna razón”, “ella pone la sensibilidad”, “siempre está aquí”…
Luego los argumentos: “Con la situación que tiene en su casa y se queda hasta que haga falta”, “no descansa y le toca la peor parte que es la atención a los vulnerables”, “lo rápido que camina”, “controla al detalle todos los donativos”, ella sonríe nerviosa y habla de sí misma sin tapujos, aunque sabe que hay errores en su vida personal, como que parte de su descendencia sea fruto de la relación con un hombre casado.
Quiso ligarse después del tercer parto y no le fue posible, ahora con el cuarto le colocaron un implante que debe funcionar por tres años para evitar otro embarazo.
Formada como trabajadora social, luego se licenció en Comunicación Social, no es de las mujeres a las que el desconocimiento les impidió buscar alternativas, solo se dejó llevar por las circunstancias. Y aunque pudieran ser una excusa para quedarse de brazos cruzados, son un acicate.
UNIDOS
Ella y sus hermanos fueron criados por los abuelos, por problemas de salud que sufrió la mamá, en la actualidad lo suficientemente restablecida como para trabajar, aunque reside en Guane, pero acude si es necesario para contribuir al cuidado de los nietos.
En el rol de figura paterna reconoce al abuelo, ya fallecido; viven hacinados, pero todos trabajan, exceptuando a la anciana que cuida a los pequeños. Hay ciertas disfuncionalidades en ese núcleo familiar sobre las que no es indispensable hacer luz, lo que sí aseguran, es que son muy unidos, pese a los problemas que tienen.
Y es esa fusión en el seno del hogar una ventaja para los vecinos de Río Feo, porque Ariseidys cuenta con la retaguardia necesaria para ser útil a otros.