No es menos cierto que aún se resienten los daños provocados por Ian. Sin embargo, a pesar de los altísimos estragos que causó su devastador paso por la costa norte de la provincia de Pinar del Río, ya es hora de dejar atrás los pensamientos negativos y derrotistas, para concentrarse en lo que verdaderamente importa: la alimentación de la población.
Y es precisamente ese camino –muy espinoso hasta la fecha pudiera decirse–el que pretenden trazar las diferentes estructuras productivas junto a la Delegación Municipal de la Agricultura en La Palma.
Tras una visita integral al mencionado territorio, poco se pudo apreciar en lo que concierne a la futura alimentación de los habitantes del lugar. Aún no se concluyen las tierras por roturar ni se concretan los planes para los cultivos rústicos como la yuca o el plátano, únicos cultivos hoy en planes de desarrollo.
MÓDULOS PECUARIOS
Gracias a la política centralizada del país sobre la creación de módulos pecuarios en cualquier estructura cooperativa que cumpliera con los requisitos para ello, la UEB Ganadera del municipio hizo suya esta misión.
Con crías caprinas, ovinas y cunículas, la intención es crecer de forma exponencial para la explotación de dichas carnes en el mercado popular y turístico.
De acuerdo con Juan Manuel Contreras, director de la mencionada UEB, existen hoy alrededor de 80 reproductoras ovinas, 25 caprinas y otras 30 cunículas, respectivamente; al tiempo que mantienen poco más de 30 animales de las primeras especies en ceba y en tarima para la venta a la población en el primer semestre de este año.
“Anteriormente teníamos tres instalaciones, pero con el paso del huracán tuvimos que restructurar todas las áreas y sus naves. Por el momento solo nos queda pendiente la del área de caprinos, pues las de ovinos y cunículas ya están recuperadas y listas para la producción”.
Ya con un año de explotación, la UEB acumula cierta experiencia en este campo. Gracias a ello, en 2022, según el informe de ventas, pudo ofertarse cerca de una tonelada de carne ovina y otros 500 kilogramos de conejos a la población; mientras, en el caso del turismo se alcanzaron cifras que sobrepasaron las 200 toneladas de venta a la dependencia de Palmares.
Tales números aún son insuficientes en la voz del propio directivo, pero se trabaja en potenciar e incrementar los volúmenes de masa animal para satisfacer la demanda cada vez más creciente.
“Nuestro objetivo es llegar a 100 reproductoras ovinas, las 50 cunículas y otras 60 caprinas, para así conseguir un expendio estatal sostenido de forma trimestral a la población”, concluyó.
¿SOLO CULTIVOS RÚSTICOS?
Esta quizás sería la pregunta que todos se harían al escuchar que actualmente solo existen siembras incipientes de yuca y plátano en el territorio, ya que los demás cultivos no son muy viables.
Al respecto, Orlando Rodríguez Álvarez, delegado municipal de la Agricultura, sostuvo que el territorio todavía se sacude el polvo de Ian.
“Perdimos casi la totalidad de nuestras semillas de cara a las campañas venideras, principalmente la yuca y el plátano que son nuestros principales rublos.
“En el caso del plátano se recuperan algunas áreas de forma natural y otras gracias a la conducción de nuestro campesinado, pero no es el grueso de la campaña. Debemos apretar el paso. Mientras que con la yuca ya importamos la semilla de otras provincias para garantizar una buena campaña de primavera”.
La Palma fomenta hoy alrededor de 200 hectáreas para la siembra de estos dos únicos cultivos y garantizar así la continuidad de la “soberanía alimentaria” de la zona.
Por ende, para esta campaña de frío que culmina, se esperan 120 hectáreas de yuca y otras 100 de plátano.
¿QUÉ PASA CON LOS DEMÁS CULTIVOS?
De acuerdo con el Delegado, en el caso del boniato, el municipio limita mucho su siembra por la existencia de tierras muy secas.
“Cuando se siembra esta vianda tenemos que sacarla antes de tiempo para evitar que se pique y obtenemos rendimientos muy bajos. Con la malanga hacemos un tránsito de la criolla hacia la isleña, para poder incrementar su comercialización en el mercado palmero”.
Sin embargo, con este último cultivo también existe un grave problema: el de los hongos en los suelos, una situación, que según voces autorizadas, ha sido casi imposible de erradicar en los últimos seis años.
“Por tales motivos hemos tenido que variar y experimentar con las semillas, pero sin resultados prósperos o alentadores. Ahora insertamos variedades resistentes, directamente de la biofábrica para realizar pruebas de manejo y sostenibilidad”.
No es menos cierto que la ley de soberanía alimentaria y el programa de autoabastecimiento deben parecerse a lo que sea capaz de proyectar un territorio determinado, pero hoy La Palma lo tiene muy difícil para conseguir y satisfacer la demanda de libras per cápita de viandas.
Por otra parte, en el caso del frijol, los palmeros llevan más de dos años con paupérrimos rendimientos debido a atrasos en las siembras, sequías y por el azote del conocido tryp. En lo concierne al presente 2023, la situación no ha sido diferente.
“En la actualidad existe una voluntad para lograr estabilidad que todos queremos, pero es un tema que no solo depende del empeño, sino de asuntos puntuales que se nos escapan de las manos”.
Por el momento se espera cumplir con la campaña de frío, aunque marcha un poco rezagada, sobrepasa solo el 86 por ciento de cumplimiento.
“Nosotros no renunciamos al plan que nos propusimos y trabajamos para elevar de a poco las diferentes metas. Aspiramos a que con la yuca que sembremos este año y el año que viene, contemos de nuevo con las semillas propias para incrementar áreas de este cultivo y garantizar el 2024 y el 2025.
“Tenemos grandes proyecciones para la campaña de primavera, en la que en el caso del área de desarrollo, al que se le conoce como polo productivo, debemos llegar a 200 hectáreas de plátano de forma general.
“No renunciamos, como explicaba, a diversificar los cultivos. Y en este empeño incentivamos el boniato, la malanga, la fruta bomba y otros, pero el mayor grueso de las cosechas lo tendrán las variedades tradicionales”.
TABACO
En el caso de la campaña de tabaco, también por decisiones ajenas a la voluntad del sector campesino del municipio, las pasadas campañas tabacaleras han sido pequeñas.
“Planificamos 180 hectáreas de sol palo y llegamos a las 190. Ahora estamos en la etapa pico de cosecha, pues debido a la sequía el tabaco madura muy rápidamente”, comentó el Delegado.
A la fecha, el territorio acumula poco más de 25 000 cujes recolectados en las casas de cura, y se planifican otros 12 000 más de acuerdo con los especialistas del área.
Rodríguez Álvarez añadió además que no existen problemas con las casas de cura para albergar todo el tabaco que se espera recolectar, gracias a que el proceso de construcción y de recuperación de estos aposentos fue muy satisfactorio.
“Entre nuevas construcciones y las recuperadas tras Ian llegamos a las 147 casas y trabajamos para incrementarlas, porque como buena noticia, La Palma regresará en la campaña venidera a la siembra de las 500 hectáreas de la hoja que acostumbrábamos”.
Hoy el territorio, con algo más de sombras que luces, lucha por incrementar y diversificar las variedades alimentarias, tarea que no ha sido fácil según sus directivos.
No obstante, se incrementan esfuerzos para lograr la verdadera soberanía alimentaria que tanto necesita este municipio.
Corresponderá entonces a las máximas autoridades y los productores de avanzada, a que no solo queden en el empeño las ansias de cultivos diferentes a la yuca y el plátano que también deberán potenciarse.