Concebido hace más de un quinquenio, el proyecto de desarrollo local Guacamaya, en el municipio de La Palma, muestra discretos avances en su implementación: ya están en construcción edificaciones destinadas a la prestación de servicios.
Diseñado para el fomento del ecoturismo a partir de las bellezas paisajísticas del lugar, sus potencialidades le permitirán ser un destino, tanto para el mercado interno como el foráneo, pero no basta la voluntad de los hombres, pues las carencias materiales son un obstáculo que impide su explotación.
LA REALIDAD
Feliberto Rodríguez González, director de aseguramiento de la Empresa Agroforestal La Palma, a cargo de la ejecución, reconoce que no dan cumplimiento al cronograma constructivo, porque necesitan cemento para culminar la zapata del ranchón que acogerá el restaurante de este centro turístico y también para el baño de la cabaña prototipo, asegura que no son grandes volúmenes, pero sí indispensables.
Como alternativa, prevén trabajar en otros objetos de obra que solo requieran recursos forestales como puentes de acceso y las oficinas del socioadministrativo.
No obstante, el déficit de combustible incide negativamente sobre tales propósitos, pues carecen del mismo para el traslado de los hombres que integran la brigada que asume la construcción, y que residen mayoritariamente en la comunidad La Jagua, distante del enclave del proyecto, sito en el consejo popular Mil Cumbres.
Precisamente, el día de nuestra visita no laboraban porque fue imposible asegurar la transportación; ello también limita la carga del guano para el techado que es preciso acarrearlo desde Guane, todavía deben dar varios viajes con este fin, y para ello es necesario contar con combustible diésel.
Identificar en la zona a hombres con la capacitación para asumir estas labores es una de las acciones previstas, aunque conocen que parte de esa fuerza está insertada en el mercado laboral de Viñales.
Como prioridad, y de cara a la jornada de verano, pretenden priorizar la terminación de la cafetería aledaña al área de baño identificada en el río Guacamaya, para asegurar ofertas gastronómicas y marcar el inicio del funcionamiento del futuro complejo, que comprende varios senderos, uno de los cuales ya está listo para su recorrido y explotación durante la etapa estival.
Osmel Portales Almora, director general de la Empresa, precisa que también se podrá acceder al mirador que ofrece una vista panorámica del paisaje, que no renuncian a tener listo el ranchón restaurante, aunque sea para finales del verano, y en la medida que la disponibilidad de equipos y combustible lo permitan trabajarán en acondicionar las piscinas naturales, de las cuales deben extraer arena para el mejor disfrute de los bañistas.
Señaló que han reajustado varias veces el cronograma para adecuarlo a las condiciones objetivas, pero aun así, les ha sido imposible cumplirlo.
LA NECESIDAD
Insertado dentro de la estrategia de desarrollo municipal con miras al 2030, el proyecto Guacamaya tributa al fomento del turismo de naturaleza, rural y comunitario.
“Constituirá una fortaleza para el aprovechamiento de los recursos endógenos, a la vez que posibilitará la participación ciudadana y articulación con otros actores económicos como el proyecto de Puerto Escondido, Chabarrascal, que comprende una minindustria de procesamiento de vegetales, y hasta la cual se prevé hacer un sendero en el futuro”, precisó Noel Méndez Rabelo, director de desarrollo en el territorio.
Asimismo, resaltó la creación de empleos para los pobladores residentes en las comunidades de La Sierra y La Baría.
Sobre los impactos pronosticados destacó en el ámbito económico la generación de ingresos, “ahora mismo ayudaría a reducir el déficit fiscal del municipio”, además de contribuir a la capacitación y conciencia sobre el cuidado medioambiental, pues también cuenta con un componente educativo.
Y no se puede minimizar el efecto espiritual que sobre los palmeros tendría el disfrutar de un entorno natural, con una gama de servicios diversos y especializados que pueden comercializarse para el turismo internacional.
MÁS ALLÁ DEL PROYECTO
El proyecto es solo uno de los empeños de la Empresa. Portales Almora explica que tanto las interrupciones del servicio eléctrico como la baja disponibilidad de combustible les han imposibilitado alcanzar sus habituales niveles productivos.
Al cierre de 2023 tuvieron seis millones de pesos de pérdidas, resultado que pueden revertir en un breve periodo de tiempo si cuentan con las condiciones para ello, pero las frecuentes interrupciones no solo limitan el cumplimiento del encargo estatal, sino que ha incidido sobre la fluctuación de la fuerza laboral.
En los últimos dos años, alrededor del 40 por ciento de los obreros han migrado hacia otros empleos, principalmente los directos a los procesos productivos, aunque también ha hecho mella en los indirectos, lo que disminuye el número de especialistas de que dispone la entidad.
“Dependemos netamente del transporte, combustible y lubricante, por esas carencias, más del 50 por ciento del tiempo hemos estado interruptos, al recargar eso a la economía de la Empresa para garantizar el salario de los trabajadores se dañan los indicadores de eficiencia”.
Como elemento positivo destacó que poseen un presupuesto asignado a las labores de silvicultura, pero por lo general, quienes solicitan la baja no aceptan reubicación en otras funciones, “quieren trabajar en lo que siempre han laborado”.
El cumplimiento de la principal línea de producción, la madera aserrada, no llega ni a la mitad, está en correspondencia con el tiempo aprovechado y no alcanzan los volúmenes de carbón y resina de pino estimados para la exportación, “son actividades muy técnicas, cada una lleva un punto exacto de extracción y se requiere fuerza especializada para hacerlo”.
LEVANTAR VUELO
Aunque el nombre de Guacamaya responde al del río y al de la sierra en la que está enclavado el proyecto, también es la denominación de un ave, y si algo necesitan en estos momentos es levantar vuelo, aunque sea rasante, pero empezar a generar ingresos que ayuden a la economía de la Empresa, al municipio y a la provincia.
Para hacerlo no basta con la voluntad de los hombres, pero ellos no decaen en su empeño, porque saben que el desarrollo local es el camino más expedito hacia la autonomía territorial.