¡Qué quincena! Precisamente este lapso ha transcurrido desde que, por un punto de la costa norte de La Palma, se adentrara Ian en el Estrecho de la Florida dejando tras de sí una inenarrable estela de destrucción. Golpe duro, durísimo, de cuyos efectos tardaremos en resarcirnos el tiempo mínimo en que seamos capaces de olvidar su horrenda andadura, e imponer el espíritu constructor que al ser humano le es inherente cuando es retado por la Madre Natura.
Ni bien fue aflojando el huracán, y ya la gente de hogares vulnerables andaba entre los escombros, afanada en recuperar cuanto resultara posible de sus lastimadas viviendas. Era el primer paso en el largo camino de la recuperación; el más plausible. De ahí en adelante, no se ha dejado de trabajar por estos lares, a partir de un ingente y enorme esfuerzo comunitario de todos los que por aquí habitamos.
El Consejo de Defensa Municipal, activado desde jornadas previas, asumió su responsabilidad; y entró en vigor su función coordinadora, no exenta de tropiezos e incongruencias propias de momentos de tensión. Ofrecemos a seguidas los principales resultados que, hasta el momento en que redactamos el informe, pueden ser palpados en esta comarca del nordeste pinareño:
¡Llegó la luz!
Y sí: Anoche se contaron por miles los palmeros que pudieron refrescar el sueño con un Split, o un modesto –pero como nunca antes tan anhelado- ventilador. Tras un esfuerzo incapaz de adjetivar, y gracias al derroche de sudor combinado de linieros de La Palma, Guantánamo y Camagüey, se alumbraron varios barrios. A consecuencia de los grandes daños sufridos por el circuito 236 que nos une con Bahía Honda, fue esta la última cabecera municipal en recibir el servicio, por una u otra vía; y de ahí tanta desazón. De acuerdo con la información de Héctor Oramas Sánchez, director de la OBE, en estos momentos el fluido ha llegado a unos 4 mil clientes de cerca de 15 mil, casi todos en el casco urbano y en caseríos vecinos, como La Ceja. Esta cifra representa apenas un 27 por ciento del total. Hoy el esfuerzo se centra en acabar de habilitar al poblado, y en reparar averías en zonas previamente energizadas. Ahora, la meta es alistar líneas hacia el sur, en aras de abarcar a emplazamientos como San Andrés, La Sierra y Sagua. El enlace con Viñales, que cubre La Jagua, debe de ser la siguiente meta cumplida, tomando en cuenta que desde el vecino municipio avanzan a buen ritmo fuerzas de Matanzas.
Un techo para vivir: Otro gran problema que nos legó el ciclón
A diferencia de la electricidad, resarcirnos de los daños en la vivienda requerirá años de intenso bregar, e interés permanente. Como resultado de los fuertes vientos, quedó afectado en mayor o menor magnitud un 50 por ciento del fondo habitacional, que ronda las 11 mil casas. La cifra más reciente, aún sin haber concluido el censo, y con el concurso de 9 oficinas de trámites, habla de unas 5 mil 300, la mayoría por pérdida parcial o total de cubiertas. Se empezó a asignar materiales, en particular unas mil fibras de asbesto-cemento y 100 tanques para agua, bajo el principio de ir resolviendo casos más leves. Es así que se les ha entregado estos recursos a decenas de inmuebles. De acuerdo con Eduardo Blanco Morejón, miembro del Gobierno, aun así, quedan 24 familias evacuadas en el seminternado Liberato D. Azcuy y en el Centro Mixto Julio Antonio Mella; este último en Sanguily.
Qué llevar a la mesa en el futuro inmediato
Según lo expresado por el antedicho funcionario gubernamental, la agricultura resultó uno de los sectores más perjudicados. Ian arrasó con los campos de esta zona. A ojo de buen cubero, la producción de mango, mamey y aguacate disminuirá, de manera notable, en el transcurso de los años por venir. En un renglón como el tabaco, pocos aposentos escaparon de las ráfagas. Sobre el tema conocimos -por Santiago Morejón, de Tele Palma- de la presencia aquí de Marino Murillo, presidente del Grupo Empresarial Tabacuba. En el encuentro con los productores locales se concertó la siembra de 160 hectáreas de las 300 planificadas, a cargo de los cosecheros principales y de los damnificados en menor medida. En cuanto a cultivos varios, esos que día a día completan la mesa, habrá que priorizar los de ciclo corto, ante el hecho de que renglones como la yuca y el plátano casi fueron barridos.
Agua que no viene del cielo
En los instantes en que Ian atacó, hacía tiempo que el acueducto municipal no contaba con grupo electrógeno. Por esta razón, el suministro de agua se vio limitado en las primeras jornadas al empleo de las 4 pipas de la empresa, y de otras 10 que aportaron organismos como la Agroforestal. En breve se trasladó hacia la presa Mártires de La Palma una unidad generadora, mediante la cual se hizo posible el abastecimiento de zonas urbanas, incluyendo al Consejo Popular Sanguily. Mas, poco duró la alegría en casa del pobre: la rotura del equipo ha vuelto a acentuar el problema, retrocediendo entonces a la opción antes mencionada de traslado mediante carros cisternas. No solo se trata del poblado principal, sino de otros cuya situación actual es en verdad compleja. Allí, sin corriente ni agua, la vida se torna difícil. (¡Una buena!: Me informa Santiago que en estos instantes se acomete la reparación de la línea secundaria que alimenta la estación de bombeo).
Texto y fotos: Juan Arsenio Sánchez Alonso y Mirialys Martínez Baños (Comunicadora de La Palma)