La vida ya no es ni será igual que antes tras la aparición de la pandemia que hoy día azota a muchos países y cobra la vida de miles de infectados con el SARS-CoV-2.
Este nuevo coronavirus condicionará el comportamiento de las personas y producirá cambios en la gestión de todos los sectores en su cotidianidad entre ellos, el turístico.
Una vez los gobiernos vayan eliminando la obligatoriedad de sus ciudadanos de permanecer en confinamiento, diversos analistas asumen se adoptarán cambios profundos, como ocurrió después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, lo que podría traducirse en nuevas medidas de seguridad, desinfección e higiene.
De acuerdo con varias cadenas hoteleras será necesario se coloquen en cada uno de estos centros dosificadores de desinfectantes en todos los puntos donde haya botaneras; se reduzcan las mesas de restaurantes y de la zona de desayunar, dejando una distancia de seguridad mínima de 1,5 metros y se habiliten mamparas protectoras para separar los mostradores de las zonas comunes de los bufets, bares y restaurantes especializados.
Además, se comunicará al cliente sobre el exhaustivo protocolo de limpieza especial que se ha seguido en la habitación, tiempo de ventilación, productos utilizados con sus especificaciones técnicas, temperatura de lavado de lencería de cama y ropa de baño; así como también se contará con termómetros que no tocan la piel y se realizará un registro obligatorio de temperatura a todos los empleados que trabajan en los hoteles.
La seguridad sanitaria y la limpieza serán una fortaleza de los próximos productos turísticos.
Por otro lado, según estiman expertos, las autoridades de esta esfera tendrán que adoptar nuevas estrategias más enfocadas en los viajes domésticos y de proximidad. Es probable caigan los precios para atraer a viajeros foráneos a ciudades y destinos que están orientados al público extranjero y les es imposible sobrevivir solo con el turista nacional o local. Cobrarán potencial los viajeros de proximidad.
Clemente Corona, director de tugranviaje.com, la primera revista digital de viajes, una consultoría de marketing turístico para operadores, apuntó que “van a aumentar los viajes cortos y de proximidad, el ida y vuelta en un día, con un turismo interior de playa. Se potenciará el turismo rural y se van a evitar las multitudes”.
Zurab Pololikashvili, secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en un comunicado aseguró que este organismo de conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), continúan trabajando en una estrecha colaboración frente al COVID-19 para luchar contra este reto compartido y ser parte de la solución.
Pololikashvili aconseja por ahora “ser pacientes y estar preparados (…) Quedándonos en casa, podremos viajar mañana. Y viajar mañana servirá para crear empleo, celebrar la cultura y promover la amistad y el entendimiento entre todos los países”.
Por muchas medidas que tomes los turistas asintomaticos infectaran La Habana al igual que los turistas y viajeros asintomaticos de Inglaterra (no fue China) infectaron Nueva York un mes o mas antes de que se dieran las alarmas. Ahora se esta descubriendo la infeccion oculta por las autopsias. Yo ustedes no abriria el turismo y me concentraria en la produccion agropecuaria y la exportacion de comida organica. No crean en cuentos de Adas, el dinero facil del turismo sera hambre de manana y dependencia de caridades de una poblacion enferma. Aprendan a administrar la economia nacional sin dependencias del turista extranjero. Antes de 1959 Cuba no dependia del turismo sino de la agricultura, enfocar la economia hacia el turismo esta historicamente fuera de la naturaleza economica de Cuba.