Los doctores Alexis Lorenzo Ruiz, profesor de la Universidad de La Habana y presidente de la Sociedad Cubana de Psicología; Carmen Beatriz Borrego Calzadilla, directora nacional de Salud Mental del Minsap, y Adalberto Ávila Vidal, decano de la Facultad de Psicología de la UH, junto a la máster Bárbara Zas Ros, del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas del Citma, abordaron en la Mesa Redonda de este viernes cómo la psicología se inserta en el enfrentamiento nacional a la COVID–19.
Una psicología en función del bienestar humano
En los primeros minutos del espacio televisivo, el presidente de la Sociedad Cubana de Psicología explicó que la psicología en Cuba puede hoy responder, apoyar y acompañar las orientaciones sanitarias en el enfrentamiento a la COVID–19 porque forma parte del sistema de medidas de la Defensa Civil.
“Durante más de 30 años, la psicología, siguiendo un grupo de principios de trabajo, se ha ido preparando. Tanto la psicología como la psiquiatría tienen una tradición con el trabajo social y hay cuatro principios que nos diferencian de otros países”, dijo Ávila Vidal.
“Primeramente, el enfoque de la psicología, en esta y otras áreas, es multitransdisciplinario. La psicología en Cuba ha sido, es y será una ciencia social, pensando en las personas y en la vida. Segundo, la característica principal de la psicología y la ciencia cubanas es que nos estamos preparando todo el tiempo para situaciones de desastre.
“En tercer lugar, en Cuba, por tradición, en el sistema de salud, en la política social y en la psicología los protagonistas no son los profesionales, sino la comunidad, por eso el llamado a que esta sea más protagónica explícitamente. Y, por último, hay una voluntad política en el país, lo cual está reflejado en el marco legal”.
Según el experto, la psicología tiene tres grandes tareas, incluida la interrogante de cómo comprendemos psicológicamente qué es la pandemia. “Porque estamos en un mundo globalizado, hay mucha información. La comprensión psicológica no es sencilla. Hay como una ecuación mental, del psiquismo, en situaciones críticas: lo más importante no es la crisis, sino el autocuidado, y en eso hay mucha experiencia en Cuba.
“Hay eventos como este, y cada persona es diferente, por cultura, educación, zona geográfica, niveles de instrucción, experiencias previas. La psicología, la psiquiatría, se dedican a estudiar los patrones de comportamiento. No podemos aplicar la psicología si no hay protocolos y programas, no podemos improvisar”.
Ya comprendido el fenómeno, esos protocolos, en forma de actuación, tienen dos grandes tendencias: la primera ayuda o primeros auxilios psicológicos (no solo por especialistas, sino por familiares, maestros, teleclases, programas televisivos y medios de prensa, las ruedas de prensa del doctor Durán, declaraciones de los máximos dirigentes del país…). “Son las experiencias que las personas tienen y que les son transmitidas para que hagan lo que deben hacer”.
La ayuda especializada, por otro lado, cuenta con miles de profesionales en el país, y es mejor si es efectiva la ayuda de las personas que usted respeta y conoce, señaló el presidente de la Sociedad Cubana de Psicología.
La tercera tarea sería cómo vamos a irnos preparando para el retorno a la normalidad, lo cual no es fácil, agregó.
La mayoría de las manifestaciones que muestran las personas en estos momentos, son comportamientos humanos en situaciones críticas, pero en Cuba es mucho más normal y habitual porque hemos vivido muchas situaciones críticas y tenemos entrenamiento. La mayor cantidad de manifestaciones son de estrés agudo, transitorias, y si no puede lidiar con ellas está a su disposición toda la estructura del sistema de salud.
“Hoy las personas deben estar en casa, el apoyo está en las instituciones de salud, en la telepsicología, teléfonos, grupos en redes sociales, medios de comunicación, “que son la primera línea de apoyo psicológico hoy en el país”, dijo.
El especialista destacó que en 30 años, en todo el país han sido capacitadas más de 15 000 personas en el tema de la psicología y la salud mental en desastres. “Hemos contado con el apoyo del Minsap, la OPS, Unicef, la Cruz Roja Internacional, Unesco, Save the Children, entre otras organizaciones. ¿Por qué ha sido posible?, porque han visto que en Cuba hay una psicología, una psiquiatría que está en función del bienestar humano”.
Salud mental con apoyo de las ciencias sociales
La doctora Carmen Beatriz Borrego Calzadilla, directora nacional de Salud Mental del Minsap, abordó en la Mesa Redonda la conceptualización, diseño y ejecución de la estrategia del grupo de trabajo de profesionales de los equipos de la salud mental en las diferentes instancias del Minsap.
“Cuba cuenta con un sistema sanitario que hoy permite sentirnos confiados, seguros, un elemento muy importante junto al autocuidado y la disciplina”, dijo la especialista, quien precisó que el sistema cubano dispone de una red importante de salud mental que garantiza la continuidad de la atención médica y que descansa sobre pilares básicos como es el modelo de atención primaria, a cargo del médico y la enfermera de la familia, acompañados por el equipo básico de salud (que cuenta con psicólogos).
En todo el país hay centros comunitarios para atención a la salud mental de la población. También forman parte del sistema, en la atención secundaria, los hospitales e instituciones especializadas provinciales, y en la atención terciaria funcionan los institutos de investigación de subordinación nacional.
En momentos de crisis en que los sistemas sociales y sanitarios están en tensión en todo el mundo, Cuba se fortalece porque se integra el trabajo del sistema de salud con el conocimiento de las ciencias sociales y hay una manera protocolizada de actuar. “Hoy tenemos la posibilidad de investigar más sobre las secuelas que hoy en el mundo aún no se han podido investigar, gracias a los grupos multidisciplinarios, que aseguran el intercambio entre expertos”.
Este programa que hemos desarrollado, ha integrado el conocimiento de varios sectores, y ha permitido ir identificando cómo vamos a ir llegando de manera estratificada a distintos segmentos de la población. “Desde el Minsap tenemos que ayudar a la población general, a las personas en riesgo, a quienes padecen la COVID–19 y el trabajador de la salud”.
Sobre este último grupo, la directora nacional de Salud Mental del Minsap destacó la atención a las brigadas médicas que viajan al exterior, que cuentan con herramientas aportadas por el Grupo Nacional de Psicología “que les permiten trabajar y a la vez mantener el autocuidado. El intercambio con las brigadas médicas es en tiempo real”.
La doctora Borrego Calzadilla señaló que, en cuanto a la población, “es relevante cómo transmitimos los mensajes, con información clara y oportuna y con profesionales.
“Con el Grupo de Psicología y con los medios de comunicación se ha organizado un sistema de comparecencias en los medios con diferentes temas, que son evaluados según la retroalimentación de los diferentes espacios y vías (línea confidencial, monitoreo de los servicios, intercambio con los trabajadores), y dando respuesta a las principales necesidades de las personas, para disminuir la angustia, la tormenta de preocupaciones que se puede generar. El área de la salud mental tiene una gran responsabilidad en cómo se puede llegar a la gente.
“No se pueden tener barreras de la comunicación. Está claro es que no podemos tener distanciamiento comunicacional, esta es una oportunidad de aprender a comunicarnos de una mejor manera; a veces debemos aprender a escuchar más. Es un momento, también, de reflexionar hacia el interior”, afirmó.
“Estamos trabajando en el tema de los grupos vulnerables. En este sentido, ha sido una gran oportunidad cómo se ha preparado el sistema en función de la pesquisa activa. Hemos trabajado en la preparación de nuestros recursos humanos, esos jóvenes que han cambiado sus rutinas, que van a las casas y se han convertido en los amigos de los vecinos, luego de comenzar con mucho miedo”.
Más adelante, la directora nacional de Salud Mental del Minsap apuntó que un reto relacionado con el envejecimiento, “y es el acompañamiento que le estamos al adulto mayor. Al servicio de línea confidencial, que cumple 15 años, con un número de tres dígitos, no están llamando mucho los adolescentes ni los jóvenes, tampoco los adultos mayores. Tenemos que llegar a ellos de otras maneras. Están llamando más las mujeres, por preocupaciones de la cotidianeidad, del manejo de los hijos”.
Dentro de los indicadores de las llamadas, se ha incluido identificar a aquellas personas que pueden tener trastornos en su salud mental y pueden estar necesitando ayuda. También se han hecho intervenciones con diferentes miembros de las familias a través del teléfono. “Es una experiencia que va a contribuir a que podamos seguir buscando formas de llegar a la población”.
En el área de la atención a los trabajadores de la salud, se ha priorizado garantizar las medidas de bioseguridad y lograr que cuenten con las mejores condiciones. “Con quienes se encuentran en la zona roja, se ha trabajado en cómo cuidarlos. Se hace una evaluación del individuo de manera integral y se trabaja para apoyarlo y lograr el mayor desempeño, además de evitar el agotamiento, uno de los elementos fundamentales.
“Con los pacientes, en la organización de los servicios contamos con equipos de salud mental en instituciones hospitalarias y centros de aislamiento, donde se cuenta con protocolos que estamos evaluando ampliar al proceso de rehabilitación, porque aún no están claras las secuelas que pueden quedar. Además, seguimos no solo al enfermo, sino a la población en general. El trabajo fundamental que estamos haciendo desde las ciencias sociales es obtener toda la información para los segundos pasos de la sostenibilidad de las acciones”, concluyó.
La contribución de profesores y estudiantes de la Facultad de Psicología
A la par de las actividades investigativas que continúan desarrollando actualmente los profesores de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana (UH), mediante el teletarabajo, dedican especial atención al apoyo de las medidas aprobadas por el Gobierno para el enfrentamiento a la COVID-19.
El Doctor en Ciencias Adalberto Ávila Vidal, decano de la Facultad, explicó en la Mesa Redonda sobre cómo ofrecen ayuda psicológica a la población cubana. Por ejemplo, en la página de Facebook de esta institución y su canal de Telegram, así como en la del Centro de Orientación y Atención Psicológica “Alonso Bernal del Riesgo”, se publican sistemáticamente mensajes que ayudan a afrontar esta situación.
Más de 40 materiales se han compartido en esas redes sociales, fundamentalmente acerca del afrontamiento psicológico a los efectos negativos generados por la enfermedad, la convivencia familiar durante el aislamiento social, tips y consejos útiles para el autocuidado, y mantenerse en casa, para el cuidado del adulto mayor y de los niños, para la gestión del estrés y de la salud mental.
También se han elaborado recomendaciones relacionadas con el ambiente laboral y la percepción de riesgo, detalló el decano, y se refirió a otras acciones realizadas desde los medios de comunicación y en programas televisivos como Vale la pena.
A su vez, el Centro de Orientación y Atención Psicológica habilitó tres líneas telefónicas (7 8326645, 7 8704617 y 7 8705842) para brindar consejos sobre las relaciones entre padres e hijos, el bienestar psicológico y las adicciones.
De acuerdo con Ávila Vidal, más de 120 estudiantes participan en un proyecto denominado “Psico Prosalud”, que consiste en que desde sus casas y mediante sus teléfonos celulares actúen como “observadores claves de conductas de riesgo y agentes de cambio en sus comunidades, asesorados por un equipo de especialistas y profesores”.
El decano hizo alusión, además, a la colaboración con la Facultad de Comunicación de la UH para elaborar y socializar mensajes educativos a la familia.
También hay varios proyectos para el intercambio con los trabajadores del sistema empresarial. “Estamos llamados al aislamiento social, sin embargo hay muchos trabajadores que tienen que continuar con sus funciones laborales, y hemos estado interactuando con ellos para ofrecerles herramientas básicas”.
Primeramente los trabajadores deben sentirse seguros en sus centros laborales, para lo cual es necesario el cumplimiento de las medidas orientadas, como mantener la higiene, usar el nasobuco, mantener el distanciamiento y aprovechar las posibilidades del teletrabajo.
Igualmente, la facultad elabora mensajes dirigidos a las administraciones para ayudar a gestionar el trabajo de manera más efectiva. Reconocer y estimular a los trabajadores, mostrar confianza en ellos y establecer el rol que le toca a cada cual, son algunos tips imprescindibles.
Consejos por WhatsApp: Psicólogos cubanos en línea
Desde el 26 de marzo, a pocos días de haberse decretado las medidas de sanitarias en el país, especialistas cubanos brindan a través de la red social WhatsApp un servicio de orientación psicológica, “que permite a las personas manifestar sus malestares, emociones y problemáticas asociadas a los efectos de la pandemia, y recibir consejos”.
La Máster en Ciencias Bárbara Zas Ros, investigadora del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (Citma), contó en la Mesa Redonda sobre esa novedosa experiencia, la cual involucró en un inicio a 8 psicólogos y ahora suman 58.
De 9 de la mañana hasta las 10 y 30 de la noche especialistas de diversas instituciones aclaran dudas, aconsejan y orientan en grupos de WhatsApp. Primero se convocaron a familias con niños y adolescentes, adultos mayores y jóvenes, ya hoy hay 15 chat que conectan diariamente a alrededor de 2 500 personas, especificó Zas Ro.
Comentó que se han comunicado con personas de La Habana y de otras provincias (Santiago de Cuba, Villa Clara, Cienfuegos, Guantánamo y Matanzas) e incluso de países como Ecuador, México, Argentina, Canadá, Perú y Colombia.
Este servicio, que supone un reto profesional para los especialistas cubanos, trata temáticas como la convivencia familiar, los temores al contagio y qué hacer ante el aislamiento social.
La investigadora dijo que están evaluando este tipo de prácticas, con el objetivo de validarlas, y que el servicio estará habilitado durante todo el periodo que dure la pandemia.