Pinar del Río jugará los cuartos de final del play off de la pelota cubana ante Sancti Spíritus, fase diseñada en el formato burbuja, variante alternativa ante la delicada situación epidemiológica del país.
Los Vegueros lograron balance de 42 triunfos y 33 reveses para colarse en la octava posición de la tabla general, resultado con el que el conjunto superó las expectativas de la mayoría de los aficionados en esta parte de la geografía cubana.
Luego de un incierto comienzo, cuando los verdes llegaron a tener 15 y 13 en los primeros 28 encuentros, llegó el punto de inflexión para los pupilos de Alexander Urquiola: la subserie contra los Gallos, criterio estampado en este semanario unos meses atrás y confirmado ahora que ya está el boleto a la postemporada en la mano.
En aquella ocasión, una tarde sabatina de octubre, el zurdo Dariel Fernández supo maniatar a ese equipo y blanquearlo en seis entradas. Al día siguiente se consumó la barrida de Pinar sobre los espirituanos y con tales resultados se puso la proa rumbo a los play off.
De ahí a la fecha se vio un elenco con la aptitud de poder aspirar al título nacional, aunque vinieron jornadas difíciles que parecían poner en duda tal objetivo, principalmente por la poca productividad de los bateadores.
Y si de dificultad se habla, mencionar algo que no va a las estadísticas, pero que demostró la calidad de cada uno de los integrantes: salieron del “Capitán San Luis” el lunes 23 de octubre y regresaron a sus predios el ocho de diciembre, o lo que es lo mismo, entre el juego 29 y el 61 no jugaron en Pinar del Río.
Precisamente en ese lapso enfrentaron los compromisos más difíciles del calendario ante los Gallos, los Tigres, los Leñadores, los Toros, los Alazanes y las Avispas. También tuvieron que vérselas con Guantánamo, Mayabeque e Industriales.
Del 24 de octubre al ocho de diciembre, los pinareños archivaron 14 sonrisas y 12 fracasos, 10 victorias en la sede neutral del “Cándido González”, una en el “Victoria de Girón” y otra en el “José Ramón Cepero”, más dos en el “Nelson Fernández”.
EL PITCHEO: ESPADA Y ESCUDO
Como ya es costumbre en los últimos años, el cuerpo de lanzadores volvió a ser la punta de lanza. No se podía esperar menos de Erlys Casanova, Bladimir Baños, Frank Luis Medina y Yaifredo Domínguez, sin embargo, se sumaron otros nombres a esa lista como el zurdo Dariel Fernández, Reilandi González o el experimentado Yoandy Cruz.
El hijo de Luis Giraldo firmó una temporada magnífica con ocho ganados y cuatro perdidos y un promedio de limpias de 2.92, a lo que se agrega que su whip fue de 1.22 y solo le conectaron cuatro vuelacercas en 382 turnos al bate.
El veterano Baños obtuvo nueve victorias, apartado que encabezó en el conjunto, fue el serpentinero más laborioso de Pinar con 103 entradas lanzadas, solo regaló 28 boletos y se le embasaron 1.39 corredores por innings trabajados.
Por su parte, el comienzo de Medina como abridor no le rindió un gran dividendo a los Vegueros, pero sí dejó buenas actuaciones como cerrador cuando fue llamado de nuevo a esa función, la que parece más cómoda para él. Perdió cinco desafíos como abridor y le batearon, en ese rol, un astronómico 364; como relevista, salió airoso en tres ocasiones, se apuntó 10 salvamentos y permitió 1.64 limpias por cada nueve entradas.
Otro que brilló fue Yaifredo Domínguez y sus seis sonrisas. Sus dos participaciones en lechadas y dos juegos completos hablan a las claras de su presente como lanzador estelar en la pelota cubana, además, su Pcl fue de 3.50 en 69 innings y un tercio.
En otro sentido, considero a Dariel Fernández la gran noticia de la pelota en nuestra provincia si de pitcheo se habla. De él destacar tres grandes actuaciones en esta temporada: dos ante los alumnos de Eriel Sánchez y otra en el “Latinoamericano” frente a Industriales.
A los espirituanos los maniató por partida doble. Primero fue el sábado 24 de octubre cuando los blanqueó en seis episodios y solo le conectaron tres sencillos; un mes después volvió a ser el verdugo de los Gallos al no dejarlos pisar la goma en seis innings, con la única diferencia de que le conectaron cuatro indiscutibles en esa oportunidad. Ante los azules de la capital, aunque perdió con pizarra de dos por una, se vio muy confiado en su primera apertura en tal estadio, donde trabajó seis entradas completas.
El zurdo sanjuanero culminó con balance de cuatro ganados y tres perdidos, promedió 2.17 limpias por juego y un excelente whip de 1.30, sus contrincantes le batearon 232 y propinó una lechada a los Piratas de la Isla.
También estuvo de gracia Reilandi González con tres juegos vencidos y seis salvamentos, a quien solo le conectaron para 202, cifra llamativa para un béisbol tan ofensivo como el cubano, al tiempo que trabajó para 1.82 de promedio de limpias y un whip de 1.03.
El mantuano Cruz, ahora como relevista luego de una anterior campaña de altibajos como abridor, ganó en cinco oportunidades, logró siete puntos por salvados y solo le sacaron una pelota en 212 veces al bate.
YASSER JULIO, LÁZARO EMILIO Y ARENCIBIA LOS LÍDERES
Fue el Pinar de la etapa clasificatoria un conjunto poco bateador; no obstante, algunas individualidades aportaron para que el play off fuera una realidad.
Si están los Vegueros con vida en gran medida se debe al nombre de Yasser Julio González Castro, el pelotero verde más mediático de la presente temporada, esto gracias a sus largas conexiones de cuatro esquinas.
El joven oriundo del Cerro, pero con raíces mantuanas, dio 17 cuadrangulares y empujó 53 carreras, con tres bambinazos con bases llenas y ocho jonrones con corredores en circulación, en todos esos aspectos fue el líder de la escuadra verde y amarilla.
Lázaro Emilio Blanco demostró su valía y empujó 37 carreras, bateó 308, pegó 14 dobles y conectó para 387 con compañeros en las almohadillas, convirtiéndose en el bateador más temido por los lanzadores contrarios a la hora de decidir los choques cerrados.
En el caso de Juan Carlos Arencibia supo suplir sus dificultades defensivas con sus prestaciones ofensivas, anotó en 52 veces y empujó 31 carreras, número alto para un primer bate, su average fue de 327 y el porcentaje de embasado de 413.