No cabe duda que cuando se habla de tabaco, hay que hablar de Pinar del Río y de sus excelentes tierras. En este renglón sobresalen territorios como San Juan y San Luis, pero es preciso también mencionar el macizo ubicado en la demarcación de Pilotos, perteneciente al municipio de Consolación del Sur.
Allí, grandes hombres y mujeres se dedican en cuerpo y alma a este cultivo, dejando el sudor en el campo para que cada planta y hoja logren el mayor rendimiento posible.
Sin embargo, el esfuerzo no lo es todo, pues, los que más saben al respecto dirían que en el tabaco pesa mucho más la tradición y la experiencia que las ganas de hacer.
Por azares de la vida, un joven piloteño llamado Nelo Franco compró la finca Morón, allá por 1908, en áreas de lo que es hoy la CCS Isidro Barredo. Desde entonces, hace más de un siglo, cuatro de sus descendientes, todos ingenieros agrónomos, hacen gala de esta experiencia acumulada en el cultivo del tabaco.
Hoy la familia Franco tiene mucho que decir sobre la solanácea, pues durante cinco generaciones casi han conseguido la perfección en cuanto a atenciones culturales y al uso de agroecología.
Todo ello les posibilita hoy cosechas con altos rendimientos y calidad de las hojas.
LA TIERRA, EL CAMPO, LA HOJA
El amplio bagaje cultural y conocimientos que posee esta familia hace que cada año se interesen por incrementar las áreas relativas al cultivo, razón por la cual en la presente campaña, a pesar de trabas e inconvenientes, sembraran poco más de 10 hectáreas; de ellas, cinco de tabaco tapado, y el resto de sol ensartado.
Algo que impacta al llegar es que es sumamente difícil encontrar un palmo de tierra sin plantar, y es que al terminar cada cosecha de tapado, de forma casi inmediata, se procede a recoger el rebrote.
Tales prácticas, aplicadas desde contiendas anteriores, les han posibilitado acopiar hojas de gran calidad.
Para Adrián Franco Rodríguez, uno de los más jóvenes de la familia en estas labores, la constancia lo es todo a pie de surco. Además, según comenta, es gracias a la simbiosis entre las buenas prácticas legadas por los distintos manuales y la tradición tabacalera, que el tabaco que cosechan hoy rinde buenos dividendos.
“El resultado que hemos alcanzado en el tabaco tapado se debe a muchos factores. Primero, a la tenacidad y a la extrema perseverancia y dedicación al trabajo que hacemos de forma diaria y consciente, tanto nosotros como nuestros obreros.
“Por otro lado, la protección de los suelos en la finca ha sido de gran valía a la hora de la siembra de tabaco tapado, ya que este requiere de tierras cuidadas y fuertes.
“Ahora trabajamos lo que es el rebrote, precisamente para capas de exportación, con la que tenemos una experiencia muy agradable del año anterior; mientras, continuamos con el tabaco de sol que aún nos queda en el campo”, añadió.
RETOS Y REGOCIJOS
Para nadie es un secreto que, debido a las condiciones contractuales de la economía cubana, el sector de la Agricultura ha sufrido numerosos daños. El tabaco, a pesar de ser un cultivo protegido de balance nacional, también ha tenido sus baches.
“Esta campaña 2023-2024 se inició en la cooperativa bajo condiciones adversas, porque la carencia de algunos insumos y las dificultades con los hidrocarburos pintaban un escenario complejo.
“Sin embargo, para nosotros no hay mal tiempo. Siempre que se trabaje con ingenio y con deseos de que las cosas salgan, es posible lograr lo imposible. Si te esfuerzas, la vida te premia y te otorga una cosecha favorable”.
Y no es menos cierto, pues a pesar de los múltiples inconvenientes en el camino, esta familia, con el tabaco tapado, ha entregado a la industria más del 40 por ciento de las capas exportables durante tres años consecutivos.
En el caso del rebrote, labor que hoy los ocupa, asegura que también sacarán capas de calidad.
“El rebrote es una buena práctica que requiere igualmente dedicación, tiempo y recursos para garantizar un buen estado vegetativo de las plantas. En eso nos enfocamos ahora, pues la provincia y el país lo necesitan”.
Este joven campesino expresó, además, que ya se realizan las primeras acciones constructivas para la conformación de un túnel rústico que ayude a la producción de posturas en bandejas para la próxima contienda.
Dijo que es un deseo familiar el poder beneficiar su propio tabaco, interés, que al parecer, también comparten las autoridades del territorio, y que seguramente será un hecho para la próxima zafra tabacalera.