Desde que cursaba el noveno grado decidió que sería enfermera. El año 1985 marcó el inicio de su trayectoria en el sector de la Salud, un camino que no ha podido desligar de su vida personal ni de su labor como federada.
A Noelis Barreto Ramos no le fue suficiente con hacer el técnico medio en Enfermería General, sino que luego de terminar el 12 grado en horario nocturno, hizo las pruebas de ingreso para convertirse en licenciada y cinco años más tarde emprendió una maestría en Enfermedades Infecciosas.
Desde el 2002 trabaja en la consulta especializada de ITS, Sida y Lepra del policlínico Manuel ‘Piti’ Fajardo en el municipio de Guane. A la par, mantiene una labor destacada como secretaria de delegación en el bloque de Los Edificios de Isabel Rubio y como miembro del comité provincial de la FMC.
EL PACIENTE PRIMERO
“Cuando me gradué me tocó hacer el servicio social en un puesto médico en Santa Lucía, Minas de Matahambre. Me casé muy jovencita, y estando allí salí embarazada de mi hijo y mayor. Allá vivíamos en un cuartico pequeño sin condiciones para un bebé y retornamos para Guane.
“Después, mi esposo compró una casita en las Minas y allá vivimos seis años hasta que en el ‘93, cuando la situación se puso muy difícil, en pleno periodo especial, nos mudamos para acá otra vez, hasta hoy”.
Noelis recuerda con cariño los 10 años que trabajó como enfermera de un consultorio y hasta cuando tuvo que asumir como jefa de Cuerpo de Guardia en el policlínico.
Sin embargo, el tiempo que impartió clases a estudiantes latinoamericanos en las ELAM le dejó un sabor que atesora con mucho amor.
“Fue una oportunidad para intercambiar, conocer del sistema de salud de otros países y ver las diferencias. Pero, sobre todo, era la posibilidad de que aquellos futuros profesionales aprendieran del nuestro, de la solidaridad que siempre existe en cualquier centro de salud cubano y que no hay prioridades por cuestiones de dinero o clase social”.
A pesar de que asegura que fue una experiencia enriquecedora, confiesa que dentro de su expediente laboral siempre estuvo el “papelito” que aclaraba que su plaza era en la consulta de ITS del policlínico.
“Y aquí estoy desde inicios de los 2 000. Nunca me ha gustado trabajar de jefa. Lo mío es el contacto directo con el paciente, poner en práctica los procederes de enfermería. A todo el mundo se lo digo”.
Actualmente atiende a 53 pacientes de manera directa y sistemática en la consulta, y aunque su labor requiere de mucho cuidado y responsabilidad, le reporta gran satisfacción poder ayudarlos.
“Quienes asisten a esta consulta necesitan sensibilidad, amor. Es un trabajo de riesgo, y por supuesto que debo extremar mis cuidados, pero es lo que realmente me gusta y aquí pienso jubilarme.
“Tengo responsabilidades fuertes. Atiendo a todas las embarazadas del municipio, las que tienen ITS y las que no. Para poner un ejemplo, nuestro país está decretado libre de sífilis y VIH congénito, y si un niño nace con una de esas enfermedades es responsabilidad mía. Como lo es una carga viral elevada o un diagnóstico tardío.
Por eso siempre trata de llegar a las comunidades, de hacer pesquisas, de hacer labores educativas en todos los frentes y de ayudar en todo lo que pueda, eso es lo más importante.
“Es cierto que se ha perdido la percepción de riesgo y siempre tratamos de decirlo y de alertar y educar a los pobladores. Hacemos muchas pesquisas, y gracias a eso hemos detectado los diagnósticos que tenemos hoy.
“Siempre tratamos de llegarle a los jóvenes, y a veces es difícil, porque no es como antes que en cualquier lugar podías adquirir un condón. Entonces es complicado dar una actividad educativa sin tener preservativos para darles, porque siempre ponen el tema de la protección como un pretexto o como la causa de cualquier enfermedad.
“Aquí en Guane hacemos muchas actividades de promoción, y trabajamos con mucha fuerza en la prevención con énfasis en los más vulnerables para adquirir cualquiera de estas enfermedades de trasmisión sexual, que en su mayoría son hombres que tienen sexo con hombres (HSH), incluso tenemos promotores HSH en el sector de Cultura que llegan a las comunidades y hace una labor muy importante”.
Una de las satisfacciones de esta enfermera es ver la recuperación de sus pacientes. En una consulta a la que muchas veces se acude sin esperanzas de vida, devolverles la ilusión se ha convertido en una de las cosas que más la ha marcado.
“Debemos tratar de no tener diagnósticos tardíos que puedan llevar a la muerte. Aquí tuvimos dos pacientes que por ese motivo estuvieron muy mal. Pensamos que iban a morir. Y ya hoy en el chequeo que les hago de la carga viral están indetectables.
“Hoy podemos decir que hay pacientes con VIH, a quienes tratamos como si padecieran una enfermedad crónica, gracias a los retrovirales, que son muy factibles. Me enorgullece ver como algunos han pasado de estadíos terminales a seguir haciendo sus vidas normalmente, eso también es fruto de mi trabajo”.
HACERLO TODO Y HACERLO BIEN
Noelis ostenta la doble militancia desde 1996, incluso ha integrado el comité municipal del Partido. Desde hace 10 años lleva las riendas de su delegación en la FMC, y aunque confiesa que no es muy hábil para expresarse en público, siempre tiene la disposición y la voluntad de pararse en cualquier escenario y decir lo que piensa. “Y de lo mío, de lo que yo sé, pues hablo donde quiera.
Quizás sea esa una de las razones por las que siente orgullo de representar a la provincia y a Guane en el venidero Congreso.
“Vamos en representación de la mujer como continuadoras de las patriotas insignes de este país, pero también de las amas de casa, de las trabajadoras, las estudiantes, y por supuesto que llevamos nuestras inquietudes, planteamientos, preocupaciones.
“La mujer cubana siempre lidia con cualquier adversidad, desde cualquier frente, lo mismo en la Educación, que la Salud, que el campo, que dentro o fuera de Cuba. Nosotras somos capaces de hacer de todo y hacerlo bien. Cada tarea que le dan a una fémina la cumple dispuesta y a cabalidad, sin importar el resto de las responsabilidades que tenga”.
Aunque reconoce lo esencial que ha sido el apoyo de su esposo desde que hacía su licenciatura, su maestría y en toda su carrera, Noelis, como muchas mujeres cubanas, consigue llevar a cabo muchas tareas sin descuidar ninguna.
“A veces salgo del policlínico a las cuatro de la tarde y tengo que ir a ver a algún paciente, a llevar un medicamento o a hacer una pesquisa. Pero cuando llego a la casa hay seguir con las tareas del hogar y al mismo tiempo cumplir con lo que me corresponde en la Federación.
Desde que cursaba el noveno grado decidió su futuro. La única carrera de Enfermería que llegó a Guane en aquellos momentos se la otorgaron a ella y no se equivocaron. A ayudar a los demás ha dedicado buena parte de su vida con una vocación humanista incansable.
Aún no piensa en la jubilación, solo espera tener salud para llegar a ese momento y seguir trabajando en lo que le gusta, además de mantener el compromiso que la ha hecho obtener resultados tan meritorios en la FMC.
“Nos pasamos la vida enfrentando retos y hasta nos parece normal, incluso en medio de complejidades de todo tipo. Es cierto que somos vencedoras de imposibles”.