La yuca es el tubérculo más utilizado en la cocina sudamericana. Originario de Brasil y Paraguay, se ha extendido por todo el subcontinente hasta ser un ingrediente presente en los platos más populares de diferentes países, incluido Cuba, donde forma parte indispensable de los menús de las diferentes celebraciones que hace el pueblo.
Con un aspecto similar a la papa, se trata de una fuente de energía y nutrientes. También conocida como mandioca en muchas regiones, su expansión en los últimos tiempos permite que sea posible encontrarla en los mercados de otras naciones cada vez con más asiduidad.
A la hora de cocinarla, hay que tener en cuenta que presenta más contenido en almidón que la patata o papa; no obstante, su elaboración es similar a la de esta. Se puede hervir, pasar por la plancha u hornear.
Es un alimento con un aporte discreto a nivel nutricional. Buena parte de su composición es agua, hidratos de carbono y fibra, y aunque no posee grandes cantidades de micronutrientes, es rica en vitamina C, vitamina B1, manganeso o potasio, por ejemplo. El contenido en calcio, unido al aporte de vitamina K, ayuda a mantener sanos los huesos y previene la presencia de osteoporosis. Asimismo, la vitamina B6 favorece el cuidado de la piel y el pelo.
Además de estos aportes, la yuca incluye almidón resistente como mencionamos anteriormente, un elemento que la convierte en un alimento muy saludable. Este contribuye a mejorar la salud intestinal, ya que tiene efectos positivos en la microbiota, como refiere un estudio del año 2015, lo que se traduce en una mejora del sistema inmunológico. El almidón resistente ayuda también al metabolismo y reduce los niveles de glucosa en sangre, favoreciendo la saciedad y reduciendo el apetito, algo muy útil cuando se sigue una dieta para adelgazar o controlar el peso.
LA RECETA DE HOY:
Frituras de yuca
Esta es una receta cubana fácil para picotear.
Ingredientes:
yuca cocida
ajo
perejil seco o cualquier otra especia al gusto
queso o cualquier otro ingredientes que tengas
huevo
harina de trigo, 2 o más cucharadas, según la cantidad de yuca
sal
aceite para freír
mayonesa o alguna salsa agridulcre para acompañar, opcional
Preparación:
Pela y cocina la yuca una vez pelada, córtala en trozos de unos ocho centímetros y ponla a cocer en agua con sal durante cinco minutos en la olla a presión.
Luego prepara la mezcla para las frituras. Cuando la yuca esté cocida, la escurrimos, la dejamos templar durante dos o tres minutos hasta que podamos manipularla sin quemarnos y la rallamos desechando el “palo” central. Mezclamos con los dientes de ajo prensado, el queso, el perejil, el huevo y la harina. Basta con mezclar bien con el tenedor hasta conseguir que la mezcla tenga cohesión.
Calentamos aceite abundante en una sartén y se va friendo cucharadas de la mezcla. Haciéndolas así quedan muy crujientes por fuera, ya que los “flecos” de yuca rallada se tuestan y quedan muy bien. Otra opción es amasar un poco la mezcla y darles forma de croquetas. También se pueden hacer así y quedan más bonitas de aspecto, pero con el exterior menos crujiente.
Se fríen exactamente igual que si fueran croquetas y al sacarlas de la sartén es mejor dejarlas sobre un colador para que escurran el exceso de aceite.
Se sirven calientes. Pueden ir solas o acompañadas de alguna salsa para mojar. Le va bien cualquier salsa como por ejemplo mayonesa.
Otras formas de hacer frituras de yuca
Frituras de yuca sin harina
Cuando no hay harina de trigo, que es el ingrediente aglutinador de la mezcla, se preparan unas frituras de yuca con textura más parecida a un buñuelo, rallando muy fina la yuca cocida, mezclándola con las especias y yema de huevo hasta tener un puré en el que se incorporan las claras de huevo a punto de nieve. Se obtiene una masa algo más líquida que también se fríe a cucharadas.
Frituras de yuca sin huevo
En vez de huevo se añade un poco de leche y un poco más de harina hasta tener una mezcla de consistencia similar.