Unos 9 700 habitantes del consejo popular Celso Maragoto serán beneficiados con las acciones de rehabilitación moderada de redes y conductora que se realizan en las inmediaciones del tanque del Acueducto de la ciudad de Pinar del Río.
La obra, concebida dentro del plan de inversiones de Recursos Hidráulicos para este año, incluye trabajos en tuberías desde 63 hasta 400 milímetros (mm); la colocación de válvulas de cierre para mejorar las operaciones, reparación y mantenimiento; y un registro pitométrico en aras de controlar los caudales y presiones.
Reinier Naranjo Terrero, jefe de brigada de la Unidad Empresarial de Base Camagüey, de la Empresa de Mantenimiento y Rehabilitación de Obras Hidráulicas Cuito Cuanavale, se mantiene al frente de la ejecución de la obra.
Él, junto a otros 19 hombres garantizan la calidad de los trabajos y precisó que el objetivo principal es aumentar el respaldo de agua en tuberías para la población, de ahí la ejecución de un conducto de 400 mm y con un paralelo de 160 mm que es el que se conecta a las esquinas o bocacalles y que va desde Yagruma hasta Gabriel Lache y desde ahí hasta la placita.
Recalcó que la mayor complejidad de la obra radica en la disponibilidad de piezas de conexión; pero se están dando soluciones y se avanza, sentenció.
Explicó que hay que rehabilitar la zona baja que da a La Alameda, parte del Vélez y hay que construir redes nuevas en el reparto Fénix, “tenemos, además, que cerrar una malla de 200 mm que sale de la prolongación del camino al Acueducto y que da a la calle Norte”.
Aclaró que cerrar una malla significa cerrar un circuito. “Eso es necesario porque ahí se hará una inyección de agua. Hoy existe una tubería de cuatro pulgadas y se va a subir a ocho. Eso será un expreso, no va a dar alimentación, solo aumentará el caudal de agua de la tubería de calle Norte, lo que ayudará con el volumen para la población”.
Van trabajando y a la vez dan servicio de abasto en la medida de lo posible.
Al momento de la entrevista, la semana pasada, Naranjo precisó que eso sería hasta que quedaran colocadas las válvulas en Yagruma y en Méndez Capote, donde hay dos válvulas de 400, acciones en las que ya se trabajaba a inicios de esta semana. “Con ellas ya instaladas podremos ir trabajando y dar servicio a la vez, sin problemas”.
Aseguró que debe mejorar el abasto a los pinareños. “En la Zona Alta B, había ocho pulgadas y ahora son 16, o sea, que incrementamos al doble, ya tienen respaldo en agua, y deben estar en óptimas condiciones cuando se instalen otros dos pozos”.
Carlos Luis Cabrera Pino, director de la Unidad Empresarial de Base de Servicios Ingenieros de Pinar del Río, explicó que aunque ahora se trabaja en una primera etapa, el proyecto abarcará la sustitución de 10, 5 kilómetros de tuberías, desde el tanque de la ciudad hasta el consejo popular Jagüey Cuyují, hasta aquí se llegará en un segundo momento.
Entre las dificultades que agravan el servicio a esa zona destacan una pobre red de distribución que data de las décadas del 70 y el 80, asociadas también a redes informales, sobre todo en la periferia y con un estado técnico insuficiente en capacidad de conducción y presiones, debido también al crecimiento poblacional en el lugar.
Esta rehabilitación moderada garantizará los nuevos criterios de sectorización a partir de la obtención de una mayor eficiencia del sistema, al ejercerse un mejor control de los parámetros de calidad, cantidad y presiones establecidas las 24 horas, según las normas actuales.
Al respecto, el joven Carlos René Méndez Montielo, especialista superior de control de proyectos e ingeniería de la UEB de Servicios Técnicos de la Osde Agua y Saneamiento, explicó que el proyecto tiene como objetivo abastecer a las zonas más críticas que tiene Pinar del Río, a partir del trazado de la tubería de alimentación hacia los sectores Alta B y Alta A Vélez, así como disminuir los ciclos de agua en este sector y trabajar con mayor facilidad las operaciones.
Aclaró que allí se hará una sectorización y se rehabilitarán tuberías que han perdido su vida útil. “En la medida que se vaya trabajando se irán cerrando los sectores de distribución, de manera que cuando se preste servicio al Vélez, por ejemplo, no haya fuga de agua para Alta B y viceversa, pues ello redunda en bajas presiones y menos calidad del servicio”.
Especificó que se trabaja por etapas y se va probando la soldadura de los tubos, si se cometió algún error en alguna válvula. Se irá comprobando los montajes y se irá distribuyendo por esas tuberías.
Pinar del Río, la cabecera provincial con ciclos de distribución más elevados de todo el país, acomete así un grupo de intervenciones en su red de distribución encaminadas a cambiar esta situación.