Las abreviaturas son procedimientos de reducción que permiten abreviar cualquier palabra o grupo de palabras que sirven para simplificar el lenguaje. Su empleo se ha expandido en los últimos años porque permiten ahorrar tiempo y espacio al escribir.
Pero, aunque las abreviaciones han cobrado mucha importancia en los últimos tiempos, no hay criterios uniformes en relación con sus definiciones y empleos. Incluso, algunas no responden a ninguna regla en particular, por lo tanto, se recomienda, si es posible, no hacer un uso abusivo de ellas en la escritura.
Mantienen la tilde en caso de incluir la vocal que la lleva en la palabra desarrollada: pág. por página.
Una abreviatura es la representación de una palabra o de las palabras de una frase por alguna o algunas de las letras que las forman, la primera de las cuales tiene que ser la inicial. Toda palabra es susceptible de ser abreviada.
Las mismas se pueden formar mediante dos procedimientos:
Por truncamiento: se suprime la parte final de la palabra. El punto se pone siempre después de la inicial o después de la última consonante que hay antes de la primera vocal de la sílaba donde empieza la omisión.
Ejemplos: doc. (documento) bibl. (biblioteca)
Por contracción: se conservan solo las letras más representativas (siempre la letra inicial y habitualmente también la parte final de la palabra).
Ejemplos: sr. (señor) pta. (peseta)
Pero no solo se pueden abreviar palabras, también pueden abreviarse sintagmas: son lo que se llaman abreviaturas compuestas. En estas se dejará un espacio entre palabra y palabra.
Ejemplos: a. C. (antes de Cristo) D. E. P. (descanse en paz / descansen en paz)
Es importante tener en cuenta los siguientes aspectos desde el punto de vista de la escritura:
Abreviaturas y espacios en blanco: las abreviaturas se escriben con un punto al final. Si se trata de una abreviatura compuesta de más de una palabra acortada, se dejará un espacio entre palabra y palabra.
Ejemplos: c. e. (correo electrónico) EE. UU. (Estados Unidos)
Según la RAE, estas no pueden aparecer en cualquier punto de un texto en lugar de la palabra a la que remplazan. Su uso suele limitarse a contextos muy determinados, como listas, fórmulas de tratamiento, saludo o despedida, y referencias o indicaciones escuetas de muy diversa índole.