Comenzaron los JJ. OO. y las expectativas siempre son altas, más cuando se trata de los atletas de nuestro país, aunque con especial énfasis, atención y cariño por los del patio.
La afición cubana es demandante con sus atletas, pues en ellos va la gloria de una nación asediada y el orgullo de sabernos los mejores del mundo a pesar de todas las vicisitudes; quizás una de las maneras más expresas de demostrar que en nuestra sangre no hay lugar para derrotas.
No obstante las demás disciplinas y nombres asociados, que sin dudas darán alegrías al pueblo cubano, están por llegar momentos que para nosotros tendrán un sabor diferente en Tokyo 2020: las peleas de Mijaín López.
Este vueltabajero, oriundo del consejo popular de Herradura, en esta ocasión irá por su cuarta presea olímpica, la última, y al decir de su familia, la más importante y esperada de su carrera como deportista.
A propósito de su pronta presencia en la televisión cubana, Guerrillero conversó con su familia sobre las expectativas para con el campeón bajo los cinco aros.
A criterio de Leonor Núñez, madre de Mijaín, Mamita para sus amistades, esta medalla del gigante de Herradura será de lo más esperado por la afición cubana, de eso ella está más que segura.
“Siempre he estado contenta y confiada en que él traiga a la Patria la presea que nos ha prometido. Algo importante es que no solo se compromete con nosotros, su familia, sino con su pueblo al ser su abanderado.
“Me siento feliz de que pueda asistir otra vez a la competencia, pero en estos momentos difíciles de pandemia, mentiría si dijera que no estoy preocupada por la situación internacional con la COVID-19.
“Sé que es su última presentación en estos certámenes y que será su última medalla, eso pesa mucho, pero para mí es como si fuera la primera”, declaró.
Mamita también confesó que atrás quedan jornadas muy duras de entrenamiento, consejos, equilibrio emocional y, sobre todo, mucho cuidado con el peso del atleta, y su protección certera contra la enfermedad.
Entre risas revela que Mijaín en conversaciones recientes le dijo que se mantuviera serena, pues a él el pueblo de Cuba lo quería, así como muchísimas otras personas del resto del mundo, y que eso le generaba sosiego y seguridad en la victoria.
“Estamos distantes, pero nos mantenemos en contacto, y cuando del otro lado de la llamada telefónica me expresa que está bien, que se siente bien y que está entrenando, mi corazón reposa tranquilo, porque sé que es el Mijaín de siempre.
“Pase lo que pase, le reitero y le aconsejo que piense en su deseo y en lo que quiere lograr, y que no haga tiempo ni lugar en su mente a preocupaciones externas. Le digo que se enfoque en su meta, pues para todo lo demás hay tiempo en la vida”.
Mamita igualmente expresó su criterio sobre las recientes maniobras del imperio estadounidense para intentar desestabilizar la Revolución: “Puedes estar seguro que si Mijaín estuviera aquí, sin duda fuera el primero que saliera para la calle respaldando a Diaz-Canel y los ideales que defendemos. Yo creo que desde su trinchera de combate ahora mismo, que es su presencia en la cita olímpica de Tokyo 2020, él defiende a su Patria y a su Revolución”.
En cambio, para Michel López, también atleta olímpico, mantener a su hermano con la jocosidad que lo caracteriza y el compromiso con Cuba es lo fundamental.
“Al llegar eventos de este tipo, hablamos sobre la serenidad y la calma antes de cada combate. Para él es toda una responsabilidad, como abanderado de la delegación cubana, volver a casa con dos medallas: la de la dignidad y la de su disciplina.
“Como decía nuestra madre, fueron meses de rigor extremo y de preocupaciones por disímiles asuntos, pero mi hermano supo crecerse y con nuestro apoyo saldrá victorioso de todos sus combates.
“No espero otra medalla de mi hermano que la de oro. Como persona, ser humano y como mi hermano puedo decirte que es mi mayor orgullo y que nos lleva con él en cada salida al colchón”.
Por último, Bartolo López, su padre, ante las preguntas sobre la humildad, el compañerismo y la elegancia de su hijo frente a cada rival, admitió no tener palabras para describir su orgullo.
“Esta es la cuarta medalla de Mijaín y nosotros nos sentimos optimistas al respecto. Hay veces que se nos anuda el corazón y se nos escapan las palabras para expresar lo que sentimos.
“En conversaciones recientes antes de la Olimpiada, cuando regresaron de Bulgaria para el abanderamiento de la delegación, me comentó que ‘iba a buscar lo de’l’.
“Yo sé que la va a traer, eso que no lo dude nadie. Está dicho y hecho. Y es por esa misma confianza que tengo y que tenemos, que no me cabe el corazón en el pecho.
“Mijaín siempre ha sido un cubano en toda la extensión de la palabra. Un heredero de los valores y tradiciones que humildemente traté de transmitirle, basado en las palabras y enseñanzas de nuestro eterno Comandante en Jefe.
“La humildad, el decoro, la educación, el respeto, la responsabilidad y la seriedad en cada entrenamiento forman parte de su vida diaria, y hasta ahora nunca me ha defraudado como hijo.
“Algo que me ha hecho sentir orgulloso es que desde que decidió encaminarse en la disciplina que practica, siempre ha sido consecuente con ese camino.
“A él no hay quien le hable mal de la lucha, y de Cuba menos”, comentó Bartolo, “pues para nosotros la Revolución es lo más grande que hay, inspirados como te dije en Fidel, que hoy más que nunca sigue vivo.
“Mi consejo es que esté tranquilo, que no se desespere y que haga lo que sabe hacer mejor. Que camine pa’l problema y pa’rriba del colchón, que allí es donde está la victoria”.