LeBron James sigue con su particular batalla contra el Padre tiempo que está ganando por goleada. Y en el proceso ha dado otro paso de gigante para alcanzar la cumbre de su carrera colocándose como mejor anotador de todos los tiempos en la NBA. Otro partido, otro recital y otra victoria de los Lakers gracias a él.
Los Ángeles, que siguen con la baja de Anthony Davis, son lo que quiere LeBron ahora mismo. A sus 38 años recién cumplidos, The King volvió a demostrar que aún le queda gasolina y no quiere ni oír hablar de retiradas. Lo hizo con 43 puntos, 11 rebotes y seis asistencias a pesar de que arrastraba problemas en uno de sus tobillos.
Con él en plenitud, los Lakers derrotaron a los Charlotte Hornets, 115-121 vengándose de una reciente derrota para acabar su particular gira con un 3-2. Aún están lejos de los mejores equipos del Oeste, pero con James a este nivel, cualquier cosa es posible con los amarillos.
En su actuación, James no se cortó ni un pelo. Hizo varios mates, incluyendo uno para finalizar un alley-oop de espaldas a pase de Dennis Schroder, que no denotan el paso del tiempo. Con esos 43 puntos, LeBron James se convirtió en el segundo jugador de la historia en encadenar dos partidos con 40 o más puntos a la edad de 35 o más. El otro que lo hizo fue… claro, Michael Jordan.
Pero además LJ se acerca un poco más a Kereem Abdul-Jabbar al que va a dar caza antes de lo esperado. Ya está en 37 903 anotados, a tan sólo 484 del listón del ex jugador de los Lakers, 38 387, que nadie pudo amenazar… hasta ahora.
“Tan sólo estoy centrado en tratar de finalizar este viaje de la mejor manera posible”, dijo James en referencia al récord que cada vez tiene más a mano y pondrá el broche de oro a una carrera inigualable.
Ante los Hornets James tuvo la ayuda de Thomas Bryant, 18 puntos, Austin Reaves, 15 y Schroder, 15, para colocar el 16-21 en el balance de los angelinos.
El entrenador de los californianos, Darvin Ham, calificó el partido como “otra magnifica noche de LeBron” y añadió: “Se toma su tiempo para saber lo que las defensas quieren hacer con él, y lo contrarresta. Hay veces que se requiere que sea un gran pasador, y lo es, otras que tire de tres o que finalice las transiciones. Hay una gran variedad de opciones en su juego para atacar al rival y es capaz de encontrar al compañero mejor situado si las defensas colapsan hacia él”.
(Tomado de Marca)