Taichung.- ANDY Ibáñez fue de los primeros jugadores de Grandes Ligas que dijo sí a la posibilidad de representar a Cuba en el V Clásico Mundial de Beisbol.
El 14 de noviembre del pasado año un tuit de la federación de la Isla anunció su decisión, y desde entonces, como sucedió a otros, se mantuvo firme en medio de no pocas presiones de los empeñados en no respetarla.
«Venimos muy positivos y ya estamos aquí. Gracias a Dios por esta oportunidad y listos para incorporarnos», dijo el pasado 3 de marzo a su llegada a esta ciudad, donde mostró buena forma en dos partidos de fogueo disputados con su elenco.
Sin embargo, en el choque de la despedida un regreso de manos a la inicial originó una molestia que terminó por inhabilitarlo para el debut contra Países Bajos, que se llevó triunfo de 4×2 mientras él sufría desde la banca.
«Me siento triste, con sentimientos encontrados, porque por una parte se trata de una experiencia muy bonita, pero por otra me duele no poder salir al terreno», aseveró el actual miembro de Tigres de Detroit.
«Es difícil, porque estuve bien en los dos juegos de preparación, me sentía súper bien, con ánimo para ayudar al equipo, que es a lo que vine, para que Cuba avance», sostuvo ante periodistas de su país.
A la espera de los efectos del tratamiento a que está sometido el cuarto dedo de su mano izquierda, y en contacto con su franquicia, que sigue al detalle el tema, el exintegrante de Rangers de Texas añora el alta médica.
«Que no haya fractura es una buena noticia, tanto para mí como para los fanáticos que estaban esperando que jugara, y espero que en par de días pueda estar listo», comentó antes de dejar un mensaje que habla de una mirada más allá de aspiraciones personales.
«Lo importante es apoyar a los muchachos, que están bien preparados. Todos somos cubanos y queremos que Cuba gane, que es lo principal», enfatizó.