Daraly es una pequeña inquieta y curiosa, solo tiene cuatro años, pero quiere conocer algo nuevo constantemente. Por eso ayer la encontramos en su casa de la ciudad pinareña con la bandera cubana. Ensayaba y la ondeaba de un lado a otro.
Se preparaba para asistir hoy al desfile por el Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores. Por supuesto ella no sabe qué se celebra, pero sí quiere compartir con su mamá Dayrelis Díaz, profesora de la Universidad de Pinar del Río, la alegría del desfile.
Por primera vez, en esta mañana de jolgorio, sabe la pequeña del colorido, de las banderas, las risas, los bailes, las iniciativas individuales y colectivas; por primera vez sabe lo que es compartir con los compañeros de mamá este momento especial.
De seguro al regreso, nos contará cómo desfiló y muchas historias más, porque en su círculo infantil Amiguitos de la Ciencia, le desarrollan y fomentan estás habilidades del lenguaje.
Como Daraly hoy muchos niños desfilan al lado o desde los hombros de sus padres, y precisamente son ellos los que nos dan la visión de futuro, y los que entre todos los colores que abundan en la calle José Martí, hacen reverdecer la esperanza.