Las recientes desconexiones del Sistema Electroenergético Nacional han puesto sobre el tapete otras interrogantes no asociadas al déficit de generación y disponibilidad de combustibles. Guerrillero se acerca al tema a partir de muchas de las inquietudes expresadas por los pinareños en los últimos días
La generación eléctrica es tema recurrente en las conversaciones de los cubanos, el apagón y sus consecuencias cotidianas. Los comentarios van desde la queja y el lamento hasta improperios y ofensas. En estas líneas intentaremos ofrecer elementos para una mejor comprensión del escenario en que se encuentra la provincia.
Pablo Pérez San Jorge es un hombre envidiado por quienes lo ven como poseedor de frascos de luz que distribuye a su antojo; vilipendiado por otros que le confieren súper poderes y suponen regala penumbras solo con el afán de molestarnos, pero lo cierto es que la mayoría no quisiera tener sobre sí la responsabilidad que él carga como director general de la Empresa Eléctrica de Pinar del Río.
FIDEL DIJO
El 17 de enero de 2006, a menos de dos años del paso del huracán Charley por Artemisa y el derribo de las torres de transmisión de alta tensión que dejaron a Pinar del Río sin energía eléctrica, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz inauguraba el emplazamiento de Grupos Electrógenos del reparto Ceferino Fernández, y daba inicio así a la Revolución Energética en Cuba.
Aseguró en esa ocasión que los pinareños no tendríamos más apagones, esa frase, evocada con frecuencia, no tiene asideros en nuestra realidad, y es uno de los cuestionamientos más reiterados por la población, al respecto, Pérez San Jorge explica:
“Tuvimos más de 120 megawatt (MW) de capacidad de generación instalada en varias centrales y en grupos aislados. Teníamos en todos los municipios, pero con la situación económica del país, el deterioro y la falta de recursos para el mantenimiento, hoy la disponibilidad oscila entre 24 y 27 megawatt.
“Eso no es solo en la provincia, es un problema generalizado en todo el país, es una tecnología vieja, que está trabajando gracias al ingenio y la innovación de los compañeros de Geysel (Empresa de Grupos Electrógenos y de Servicios Eléctricos) y Emgef (Empresa de Mantenimiento a Grupos Electrógenos de Fuel Oil), de los mismos mecánicos, los operadores”.
No obstante, precisa que esa pequeña disponibilidad fue lo que permitió en las dos recientes desconexiones del SEN mantener la vitalidad de servicios básicos como los hospitales, el suministro a los campos de pozos de Acueducto, e incluso, dar servicio a determinadas zonas residenciales, en la medida que fue posible realizar las rotaciones, especialmente, en la zona oeste de la provincia. Acota que son altos consumidores de combustibles, alrededor de 200 litros por hora.
Al preguntarle sobre la hipotética realidad en el caso de que la provincia tuviera la solvencia para asumir inversiones de cambio, pago de mantenimiento u otras acciones que se reviertan en capacidad de generación, responde que esa es una actividad centralizada por el Ministerio de Energía y Minas (Minem) desde el cual se establecen los contratos e importaciones, a partir del necesario conocimiento tecnológico para la compatibilidad con el sistema existente y que hay empresas especializadas para ello.
¿Y LA ENERGÍA SOLAR?
Otro cuestionamiento que afloró entre los pinareños estuvo relacionado con el funcionamiento de los parques fotovoltaicos, enclavados en el territorio y el uso de su energía.
Hay cuatro emplazamientos: La Ceniza, Paso Real, Cortés y Santa María, de conjunto generan alrededor de 18 megawatt, valor que está condicionado por la intensidad de los rayos solares, la hora del día y otros factores en los que tiene alta incidencia el clima. Precisa que por su variabilidad no es recomendable inyectarla a un sistema tan frágil como las “islas” creadas cuando la caída del SEN, pues lejos de fortalecerlo, le confiere inestabilidad.
Una vez reconectados, confirma que están entregando energía, la cual no se queda en la provincia, sino que se incorpora al SEN, para la estabilización de frecuencia y voltaje, entre otros parámetros técnicos que son sincronizados desde el Despacho Nacional de Carga.
Hay otras inversiones previstas en este campo. Actualmente se encuentra en fase movimiento de tierra un parque a construir en La Barbarita con capacidad de generar 21 megawatt.
CONECTADOS, PERO…
La conexión de la provincia al SEN se realizó a través de dos líneas de 110 kilovoltio que tienen una capacidad reducida de transferencia, la que oscila entre los 40 megawatt para cada una aproximadamente.
Pérez San Jorge ejemplifica que el martes se recibieron 46 por una y 36 por otra, lo que da en conjunto 82 megawatt. Reitera que es una vía poco confiable, que da variaciones en el voltaje y provoca disparos en determinados circuitos.
“Normalmente, nosotros debemos trabajar con 110 kilovoltio, hace unos minutos, -me comenta durante la entrevista- la directora del Despacho me pasaba una nota porque teníamos 107 y se dispararon varios circuitos”. Aclara que eso no incide dentro de los hogares porque el fallo lo da en la subestación.
Señala que es complejo solicitarle a la población que ahorre cuando le están ofreciendo un servicio insatisfactorio. Entiende que tras horas de apagón, al recibir la electricidad en los hogares, hay razones para un sobreconsumo, y no es pedirles a las personas que no la utilicen para lo que sea necesario, pero sí evitar el derroche y el despilfarro, porque el sistema es frágil y la reparación de las torres derribadas por Rafael todavía demora.
Puntualiza que trabajan en esto fuerzas especializadas de las Empresas Constructoras de la Industria Eléctrica (ESIE) de varias provincias, es una labor compleja, y lleva tiempo, especifica que hay diferentes grupos tratando de restablecer las condiciones, pero hoy son muy inestables.
REAJUSTES DE LOS CIRCUITOS
En la ciudad cabecera se trabajó en los últimos días en reajustes de los llamados circuitos priorizados, que son aquellos que alimentan centros vitales como los hospitales y campo de pozos y posiciones de bombeo para el abasto de agua a la población.
“Fundamentalmente, esto responde a la necesidad de eliminar elementos que puedan provocar fallas, pues cuando se tiene un kilómetro de línea, transformador, pararrayo o “caballito” más, es superior el riesgo de que haya dificultades.
“Con la desconexión anterior tuvimos que salir a la calle a operar manualmente, abrir transformadores, puentes…, porque, realmente, la “isla” no podía levantar esos circuitos, entonces eso es lo que estamos haciendo, estudiando para tratar de hacer los circuitos que van hacia los lugares priorizados lo más pequeños posibles, y no tener que operarlos de último momento con acciones que puedan tener consecuencias no deseadas. La intención es que la electricidad llegue a su destino por la ruta más directa y corta”. Son labores en ejecución que seguirán perfeccionándose en la medida que dispongan de los recursos materiales que requieren para ello.
Al indagar sobre por qué otras provincias logran una rotación de los circuitos ajustada a la programación y nosotros no, señala que en Pinar del Río el servicio es casi totalmente residencial, al no tener grandes industrias, y si desde una determinada hora del día empieza a incrementarse el déficit y esto se prolonga por ocho, 12 horas, es imposible ajustarse al esquema diseñado.
UNOS Y OTROS
Con frecuencia elogiamos a los linieros, especialmente a los que como ahora laboran fuera de la provincia en la recuperación, pero están los que se quedan con menos fuerzas y recursos a garantizar las prestaciones en el territorio, ellos también merecen reconocimiento, al igual que eso hombres y mujeres que permanecen en el Despacho, Centro de Llamadas y aseguran la actualización de los canales públicos para mantener informada a la población.
Muchos de ellos lidian directamente con el enojo de la población, reciben ofensas y sus madres suelen ser invocadas en no muy buenos términos. Pérez San Jorge los define como héroes anónimos, entre los que destaca, hay varios jóvenes que realizan tareas de alta concentración en el monitoreo del servicio, pendientes de cada detalle, en turnos de 12 horas.
Acota que aunque la población no pondere su labor, sí lo hacen las máximas autoridades de la provincia, quienes siempre los acompañan en los momentos más difíciles, preocupados por cómo ayudar y asegurarles condiciones para que cumplan sus funciones.
Tanto los que están en el campo como quienes lo hacen desde una oficina son imprescindibles para asegurar un servicio muy necesario que Pérez San Jorge espera, que más temprano que tarde, sea estable y de calidad, añoranza compartida por millones de cubanos.
LO QUE HAY La realidad es, nos guste o no, que ya no disponemos de capacidad de generación distribuida para escapar de los apagones, que las soluciones a este problema están a nivel de país, que hasta el momento no se avizora un cambio a corto plazo y que en nuestras manos solo queda hacer un uso más racional de la electricidad que recibimos en hogares o centros laborales, porque malgastar no es una buena inversión, y habrá quienes los vean como los causantes del apagón, pero no, son los de la luz.